Papá de Érika Aponte denunció que Christian Rincón, asesino de su hija, lo quería matar

En un desgarrador testimonio, Nazario Aponte, padre de la mujer asesinada por su expareja en el centro comercial Unicentro, contó cómo era víctima de amenazas de su yerno

Nazario Aponte, padre de Érika Aponte Lugo, la mujer que fue víctima de femenicidio el domingo 14 de mayo, en el Centro Comercial Unicentro de Bogotá, confesó que él también fue objeto de fuertes amenazas por parte de Christian Camilo Rincón: expareja de la mujer y responsable de haber acabado con la vida de su hija en el local en el que trabajaba.

“Constantemente tenían problemas. Él era muy violento, vivía amenazándola, él intentó varias veces separarse. Que si no la encontraba, que tenía que buscarla donde fuera, y una vez amenazó con matarme a mí. Que ya sabía dónde trabajaba, dónde vivía y que si no la encontraba me mataba a mí”, dijo Aponte, en diálogo con Caracol Radio.

Según el relato de Nazario, Érika pidió ayuda ante las autoridades el pasado 30 de abril, cuando logró salir de la casa que compartía con Rincón, en el municipio de Soacha, cansada del maltrato al que era sometida. Y fue entonces cuando se fue a vivir a la localidad de Bosa, pero ni así logró escaparse de las garras de su agresor, quien finalmente terminó acabando con su existencia.

“Le presté todo el apoyo, conseguimos una habitación cerca a mi casa, porque sabía que allí no la podía dejar, pues en cualquier momento llegaría a buscarla”, manifestó Nazario, dolido por el crimen que enlutó la celebración del Día de la Madre en Colombia.

Twitter @RolandoGonGa

Buscó refugio de su homicida

Por el temor de que su familia fuera víctima de alguna represalia por parte de Rincón, fue que Érika Aponte soportó largos años de relación con el padre de su hijo: el mismo al que los padres de su homicida se niegan a entregar. “La llamaba y la amenazaba, donde fuera formaba escándalo y a ella le tocaba regresar a la casa”, reveló el padre de esta nueva víctima de la violencia en el país.

Y contó que hace apenas tres días, el jueves anterior, Érika Aponte había acudido a una comisaría de familia, buscando protección de las autoridades. Así como lo hizo en el CAI cercano a su sitio de trabajo. De hecho, reveló que el feminicida se hizo presente en la pizzería en la que laboraba la joven de 26 años, pues la policía ya lo había retirado de este lugar en una ocasión.

“Entró como Pedro por su casa el sábado en la noche, andaba armado. Y creo que es omisión de las autoridades, porque no pusieron en alerta la seguridad del centro comercial”, reveló Aponte, que también contó cómo fueron sus esfuerzos por separar a su hija de este hombre, incluso antes de que quedara embarazada de su único hijo, quien tiene ocho años de edad.

“Intenté hacer algo por ella, pero fue imposible. La llevé donde un hermano que vive en un pueblo, pero allá solo se pudo quedar ocho días. Ahora vengo a entender que él la amenazó y tuvo que devolverse obligatoriamente”, expresó Nazario Aponte, que hoy llora la muerte de su hija.

Fue tal el desespero y el pánico a que le hiciera algo a su hijo, que tuvo que dejarlo en la casa de los padres de Rincón. La esperanza era que se pudiera acomodar en un lugar seguro y alejarlo de su victimario, pero nunca pudo estar tranquila, por más de que los abuelos paternos del menor siempre estuvieron pendientes de su bienestar.

“Para ellos, ella fue una hija más, la querían. Ella fue a una reunión del colegio del niño y allá se encontraron. Fue a la casa, habló con ellos y le dijeron que preferían que el muchacho (Christian Rincón) se fuera, para que ella pudiera estar pendiente. Hicieron un acuerdo, pero no lo cumplió, fue peor”, comentó el progenitor de la joven.

La muerte de Érika Aponte y el suicidio de su homicida, Christian Rincón, dejó huérfano a un menor de ocho años.

Claudia López se pronunció

Sobre este caso, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, confirmó que, en efecto, Érika puso la denuncia contra Christian Rincón, que se encontraba en periodo de prueba en la empresa Ecosomos, que administra el servicio de alimentación del Sitp en la localidad de Usme.

Pero ante el ofrecimiento de llevarla a un hogar de refugio del distrito, la mujer se negó, pues dijo sentirse más segura al lado de sus seres más queridos.

“El victimario planeó el asesinato de Érika, lastimosamente ella no aceptó las casas refugio que tenemos para estos casos”, expresó López, que fue enfática en manifestar que esta determinación de Aponte no puede ser juzgada.