Advierten que reducción de desempleo en Colombia se debe a la creación de empleo por cuenta propia

La Anif hizo un llamado al Gobierno nacional para que la reforma laboral atienda las dinámicas y necesidades propias del mercado laboral colombiano

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El desempleo en Colombia se ubicó en marzo en 10%, impulsado por la creación de empleo informal. EFE
El desempleo en Colombia se ubicó en marzo en 10%, impulsado por la creación de empleo informal. EFE

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reportó que la tasa de desempleo en Colombia en marzo del 2023 se ubicó en 10%, lo que pudo ser una gran noticia para el país, debido a que el índice se acerca a un dígito luego de varios meses.

Si bien el dato representa una reducción frente a marzo de 2022, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) anotó que el empleo por cuenta propia resultó como el protagonista en el aumento del número de ocupados y, en consecuencia, en la reducción del desempleo.

De acuerdo con la entidad financiera, se debe contemplar que el empleo por cuenta propia tiene una mayor cercanía con la informalidad y con menores ingresos laborales, lo que quiere decir que en el país cada vez más se genera empleo precario, con pobres condiciones.

“Esto es relevante de cara a la propuesta de reforma laboral que presentó el Gobierno, pues tememos que genere incentivos que resulten en una menor capacidad de creación de empleo formal y, en consecuencia, en una mayor concentración de las personas ocupadas en el trabajo por cuenta propia”, explicó.

Anif también señaló que el mercado laboral colombiano muestra señales negativas en términos de formalización de sus ocupados. Esto, debido a que al analizar la posición ocupacional de los nuevos puestos de trabajo se nota un crecimiento en 401.000 personas que ingresaron al empleo particular (más cercanos a las dinámicas formales), mientras que los trabajadores por cuenta propia (más alejados de la formalidad) crecieron en 551.000 personas.

Problemas estructurales

Esta enfatizó en la urgencia de corregir los problemas estructurales que dificultan la generación de empleo en el país, como la inflexibilidad en la contratación formal, la desigualdad en condiciones laborales entre hombres y mujeres y la falta de compatibilidad entre las vacantes existentes y las capacidades con las que cuenta la oferta laboral.

En este último punto, recordó el Banco de la República mencionó de manera reiterada que el mercado laboral colombiano es estrecho, es decir, que, aun habiendo una tasa de desempleo alta, hay un número elevado de vacantes disponibles. En consecuencia, a las empresas se les dificulta conseguir personas con las habilidades que requieren.

Por tanto, anotó que existe el temor de que poner mayores requisitos a la contratación por medio de la reforma laboral pueda resultar en que estos procesos deban ser aún más rigurosos y sea entonces más dispendioso generar nuevos puestos de trabajo dependiente formal

A su vez, resaltó que uno de los principales obstáculos que afronta el mercado laboral colombiano es la desconexión que existe entre la legislación laboral y las realidades del mercado de trabajo.

“La reforma que se plantea, al buscar poner más condiciones y obstáculos a la hora de la contratación formal, acentúa esa problemática y genera incentivos perversos para que se genere empleo informal en mayor medida o, incluso, desempleo”, advirtió.

De igual forma, recordó que el empleo del país se concentra en el trabajo por cuenta propia y en las microempresas. Citó los datos de la Gran Encuesta Integrada por los Hogares (Geih) del 2022, la cual precisó que el 66% de las personas ocupadas trabajaba como cuenta propia o en establecimientos con diez o menos empleados.

“Estos son negocios que hacen parte del diario vivir de los colombianos y que cuentan con capacidades muy limitadas para cumplir a cabalidad con los costos laborales que implica la formalidad. En el caso del trabajo por cuenta propia, en gran medida se compone de personas que por la necesidad de conseguir medios para vivir y la falta de oportunidades que enfrentan para conseguir empleo, han tenido que recurrir a lo que se denomina ‘emprendimiento de subsistencia’”, subrayó.

Asimismo, indicó que el 80% de las personas que trabajan por cuenta propia no tienen ningún tipo de contrato. Por ejemplo, en los negocios más pequeños, con diez o menos trabajadores, solo el 22% tiene un contrato a término fijo o a término indefinido. En cambio, dentro de las empresas de más de diez empleados más de la mitad de los trabajadores tiene contratos a término indefinido, que es acorde a trabajos formales con ingresos superiores o iguales al mínimo.

Desprotegidos de la seguridad social

Por tanto, alertó que la alta acumulación de personas en el trabajo por cuenta propia y en negocios muy pequeños de baja productividad impide que puedan hacer frente en muchas ocasiones a rigideces presentes en la normativa laboral, quedando así en condiciones precarias como la informalidad y, por tanto, desprotegidos de la seguridad social.

“Es necesario tener presente que la contratación formal implica costos adicionales para los empleadores que van mucho más allá del salario que devengan sus trabajadores. De igual manera, quienes trabajan de forma independiente enfrentan mayores costos para formalizarse, los cuales son altamente regresivos, pues para quienes tienen menores ingresos es más costoso cotizar a seguridad social como proporción de su ingreso”, agregó Anif.

Por consiguiente, la entidad teme que las propuestas de la reforma laboral fragmenten el mercado de trabajo y sirvan para beneficiar a aquellos pocos que ya se encuentran en buenas condiciones, a costa de excluir a quienes presenten mayores dificultades para cumplir con estas normas, lo que limitaría aún más la capacidad de crecimiento de los negocios más pequeños, la creación de nuevas empresas y como resultado impidiendo la creación de más y mejores empleos.

“Hacemos un llamado a que la discusión de la reforma incluya a las diferentes organizaciones, centros de pensamiento, agremiaciones y sindicatos que hacen parte del debate, pero también a los trabajadores formales e informales, a los trabajadores por cuenta propia, a los desempleados y a los pequeños empresarios, para que así el articulado final se construya atendiendo a las dinámicas y necesidades propias del mercado laboral colombiano”, añadió.

Anif advirtió que de nada sirve una reforma llena de buenas intenciones en el papel si termina por afectar de manera negativa a los trabajadores a la hora de materializarse.

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