Colombia espera seguir consolidándose en prestigioso concurso internacional de avistamiento de aves

El país se ha llevado el primer lugar en diez ocasiones desde que empezó este evento en 2015

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Ave observada en Bogotá. Foto:
Ave observada en Bogotá. Foto: Instituto Distrital de Turismo.

Colombia es el país que concentra el mayor número de aves en el mundo, con 1.966 especies; es decir, 20% del total global, de acuerdo con WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza, en inglés). Por este motivo, podría volver a llevarse el primer lugar en el Global Big Day, el conteo de aves más importante a nivel mundial, que se llevó a cabo este 13 de mayo en todo el planeta.

La actividad consistió en observar, fotografiar y registrar las aves que se ven en el territorio nacional, a través de las plataformas digitales Merlín y eBird, desarrolladas por el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell. Distintas entidades territoriales de todo el país, como Parques Nacionales Naturales, y diferentes Gobernaciones y Alcaldías se sumaron al concurso.

Aquel día es, además, el Día Mundial de las Aves Migratorias, motivo por el que los organizadores del Global Big Day, la Universidad de Cornell, busca que se genere conciencia sobre los peligros, tanto generales como específicos, a los que se enfrentan las aves.

De acuerdo con la plataforma eBird, que puede ser usada durante todo el año, en lo que va corrido de 2023 se han registrado más de 1.700 especies de aves en Colombia por más de 18.300 usuarios. Con esto, el país supera a otros concursantes como Perú, Brasil, Ecuador, India e Indonesia. Las regiones nacionales que más han aportado son Antioquia, Meta, Valle del Cauca, Cundinamarca y Caldas.

Gracias al trabajo del comité nacional del G32 y de los observadores y aficionados organizados en comités nacionales y departamentales, guías de turismo, prestadores de servicios turísticos y otros miembros de la cadena de valor del sector, Colombia se ha llevado el primer lugar en diez ocasiones desde que empezó este evento, en 2015, cuando solo se dedicaba el mes de mayo para organizarlo.

Luego, en 2018, se decidió hacer otro conteo en octubre, al ser un mes importante debido a la migración de estas especies. Es así como el país ha ganado cinco veces en mayo (2017, 2018, 2019, 2020, 2022) y cinco en octubre (2018, 2019, 2020, 2021, 2022).

Por este motivo, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo promueve la movilización ciudadana en todas las regiones de Colombia en esta actividad y se unió a los recorridos de avistamiento del Instituto Distrital de Turismo de Bogotá, en los Cerros Orientales de la capital.

Bogotá hizo parte del Global Big Day 2023

Observadores bogotanos en los cerros
Observadores bogotanos en los cerros orientales. Foto: Instituto Distrital de Turismo.

La Alcaldía Mayor de Bogotá desarrolló a su vez el convenio “Caminos de los Cerros Orientales” entre el Instituto Distrital de Turismo, la Secretaría Distrital de Ambiente, Aguas de Bogotá, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Secretaria de Ambiente y el Jardín Botánico de Bogotá; entidades que trabajan para la habilitación, planificación, intervención, adecuación y mantenimiento integral de los senderos ubicados en los Cerros Orientales y en la Franja de adecuación.

Gracias a este trabajo interinstitucional, residentes, visitantes y turistas de la capital pudieron desarrollar experiencias que fomentan la educación, sensibilización ambiental y disfrute de los beneficios que brindan los espacios naturales, a través de la práctica del ecoturismo, senderismo y aviturismo.

“Desde el Viceministerio de Turismo, le apostamos a desarrollar el turismo de naturaleza y aviturismo en Colombia, como mecanismo para alcanzar la justicia ambiental a través de la protección de nuestros ecosistemas”, aseguró John Alexander Ramos, director de Calidad y Desarrollo Sostenible del Turismo, del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.

Ramos indicó que estas jornadas mundiales de avistamiento fomentan la conciencia sobre las amenazas tanto generales como específicas a las que se enfrentan las aves, pues “demandan esa corresponsabilidad de observadores y viajeros de proteger los hábitats, para poder seguir disfrutando de actividades de contemplación y conexión con la naturaleza”.

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