Galería: Conozca las nueve estatuas y monumentos más vandalizados en Bogotá

Bogotá, al ser el epicentro del poder político, económico, diplomático y empresarial del país, es también el campo en donde se materializan las reivindicaciones sociales. Aunque muchas de ellas se desarrollan de manera pacífica y no violenta, muchas otras se tornan en muestras de vandalismo exacerbado y violencia, hecho que le pasa factura de cobro al espacio público capitalino y a los monumentos que en él reposan.

Sea o no en el contexto de la protesta social, muchos de los monumentos conmemorativos y las obras de arte instaladas en el espacio público son víctimas recurrentes del vandalismo, lo que las ha hecho sujetos permanentes de restauración por parte del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural.

Ya sea por lo que representan o por lo que conmemoran, muchas de las estatuas y los monumentos habidos en la capital colombiana padecen quebrantos y vulneraciones a su integridad y algunas de ellas, como la estatua de Gonzalo Jímenez de Quesada que estaba en la Plazoleta de la Universidad del Rosario hasta que fue derribada al amanecer del 7 de mayo de 2021 por un grupo de indígenas y vándalos, perdió la batalla cuando la Administración Distrital tomó la decisión de restaurarla y “esconderla” al interior del Museo de Bogotá.

Pero otras se han mantenido en sus residencias, siguen generando debate y consciencia, y siguen expuesta a que las maltraten. ¿Cuáles son las diez estatuas o monumentos más vandalizados en la ciudad de Bogotá? Infobae Colombia le solicitó al IDPC el listado, y el Monumento a las Banderas y la estatua de Simón Bolívar habida en la plaza central que lleva su nombre, son las que más abusos reciben por parte de la ciudadanía.

Símbolo de la unión entre los países americanos y compuesto por 120 esculturas de mujeres emplazadas en 20 columnas, el monumento más grande del país es el más vandalizado en la ciudad de Bogotá. Este monumento se erigió en 1948 para conmemorar la novena Conferencia Panámericana, izando las banderas de 21 países que la componían en ese momento.

En un primero momento, el 2019 los estandartes llevaban casi 70 años sin ondear, hasta que la Alcaldía de Enrique Peñalosa le invirtió $2.300 millones destinados en dos fases para la recuperación integral del conjunto escultórico del artista Alonso Neira Martínez.

La escultura de Bolívar del artista italiano Pietro Tenerani fue una de las primeras obras escultóricas que en homenaje a Simón Bolívar se instalaron en un espacio urbano de Latinoamérica y fue la primera escultura de corte republicano que se instaló en el espacio público de Bogotá.

La escultura fue instalada en reemplazo de la fuente del Mono de la Pila que se encontraba en la plaza desde 1584 (como parte del acueducto de la ciudad colonial), en 1846 en la Plaza Mayor de la capital. Ducha plaza, hasta aquel entonces, se denominaba Plaza de la Constitución y a raíz de la presencia del libertador cambió el nombre a Plaza de Bolívar. Por todo lo que representa, es víctima permanente de maltratos y abusos y su espada ha sido central en el gobierno de Gustavo Petro.

El Monumento a los Héroes Ignotos forma parte de un conjunto de monumentos conmemorativos que fueron realizados para la celebración del primer centenario de la Independencia. Es un homenaje a los soldados desconocidos que conformaron los ejércitos y lucharon en las batallas que lideraron generales como Bolívar, Santander, Ricaurte, entre otros.

El monumento fue inaugurado el 31 de julio de 1910 e instalado en la parte más alta y oriental del Parque de la Independencia, en donde estaría ubicado hasta 1960 cuando fue trasladado a uno de los separadores de la Avenida de las Américas y, finalmente, fue reinaugurado el 28 de julio de 1974 en la calle 63 con carrera 50.

De autoría de Edgar Negret, esta escultura en láminas de acero ensamblado, atornillado y pintado, fue elaborada en el año 2000 y alrededor de ella se materializó la renovación de la plaza histórica de San Victorino, mediante la inclusión de una escultura moderna. Esta obra se caracteriza por permitir un alto nivel de proximidad con el espectador, y precisamente por eso se ha convertido en un basurero a cielo abierto. Antes, no obstante, la gente se sentaba permanentemente a su alrededor y los niños se subían a ella para deslizarse en sus láminas inclinadas.

Con grafitis como “Almirante papilla”, la estatua del Almirante, que se encuentra en la Avenida 22 con calle 37 (Parkway), en el barrio La Soledad, históricamente ha sido víctima de rayones. En el 2014, le cercenaron el brazo izquierdo con el que sostiene el timón de un barco, símbolo de la lucha que realizó en el mar Caribe y el río Magdalena por la Independencia de Colombia.

En febrero de este año los vándalos le removieron su brazo derecho, la parte inferior de la casaca militar y un segmento del timonel, y por lo mismo el IDPC realizó los trámites de denuncia ante la Fiscalía General de la Nación.

En la Plazuela de Las Aguas (carrera 3a con calle 18), se encuentra una escultura de Policarpa Salavarrieta realizada por Dionisio Cortés. Fue instalada en 1910 con motivo del primer centenario de la Independencia. Esta es un monumento que suele ser vandalizado por grupos de feministas.

En un último acto vandálico del que fue víctima, en marzo de 2023, la Facultad de Artes de la Universidad de Los Andes, que la tiene bajo su cuidado, advirtió que el peor daño lo ocasionó la ignorancia de un alumno de la misma universidad, quien intentó quitarle la pintura que le habían puesto otros y terminó deformando sus volúmenes.

La escultura José de San Martín, del autor Louis Joseph Daumas, fue elaborada en 1941 y es víctima de constantes acosos por lo que representa. Habiendo sido el libertador de tres naciones, Argentina, Chile y Perú, él estuvo al servicio del ejército español durante 22 años, período en el que consolidó su formación profesional en estrategias y operaciones de guerra que trascendieron la instrucción teórica para pasar al ejercicio real en el sangriento campo de batalla.

El monumento a Francisco de Paula Santander, ubicado en la carrera 7, entre calles 15 y 16 del parque Santander ha sido restaurado completamente en varias jornadas de embellecimiento, pero es constantemente vandalizado. Aun así, la estatua capitalina tuvo mejor suerte que su homóloga en la ciudad de Popayán, la cual, en mayo de 2021 en pleno paro nacional, fue derribada, mutilada y pintada de rojo.

Hay que recordar que Santander fue el primer presidente de la República de la Nueva Granada (actual Colombia) entre 1832 y 1837. Construyó el primer sistema de educación pública de Colombia al impulsar la creación de escuelas y universidades, según consta en su biografía oficial.

Sía, la diosa del agua, esa desconocida mujer que desde 1948 ocupa el separador central de la avenida de las Américas con carrera 72, es víctima constante de vándalos que han atacado su cuerpo tallado en piedra.

En el año 1938, la artista María Teresa Zerda creó esta obra como homenaje a la diosa chibcha Sia, para la Conferencia Panamericana de ese año. La escultura es una figura femenina desnuda, que se asemeja a la diosa Bachué.