Este es el cuestionario que la familia de la panameña muerta en Bogotá hizo llegar a la Cancillería indagando sobre la investigación

Jorge Sarmiento, hermano de la víctima, presentó un documento ante el Ministerio de Relaciones Exteriores en el que se formulan varias preguntas sobre la forma en que se adelantó la investigación de los hechos

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Los familiares de Lisbeth Sarmiento albergan dudas sobre las circunstancias de su muerte y los procedimientos de repatriación del cadaver, por lo que hicieron llegar un cuestionario al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre estos temas (Archivo)
Los familiares de Lisbeth Sarmiento albergan dudas sobre las circunstancias de su muerte y los procedimientos de repatriación del cadaver, por lo que hicieron llegar un cuestionario al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre estos temas (Archivo)

Desde que el 8 de mayo se encontró el cuerpo sin vida de Lisbeth Sarmiento en el cuarto del hotel Sonesta al norte de Bogotá, las versiones sobre lo que hubo detrás de su fallecimiento no tardaron en aparecer. En medios de comunicación y en redes sociales, el tema de los hechos que rodean la muerte de la mujer de 42 años se ha mantenido latente.

Sin embargo, su familia y en particular su hermano mayor, Jorge Sarmiento, ha puesto en duda estas versiones, por lo que este, en calidad de representante, envió una comunicación al Ministerio de Relaciones Exteriores con la que busca “acercar nuestras consultas a través de la Embajada o autoridades consulares en Colombia, para que las autoridades Colombianas respondan las interrogantes que mantenemos hasta el momento y que no han podido ser respondidas”.

Infobae obtuvo acceso al documento que Jorge Sarmiento remitió al licenciado Jorge Corrales, director encargado de la división de Políticas Exteriores de la Cancillería. Se trata de un cuestionario con 16 preguntas que buscan esclarecer interrogantes que han quedado frente a los hechos.

Algunas de las cuestiones que se plantean en el documento incluyen hora de muerte, los testigos, la presunta persona que colaboró con las autoridades para dar las versiones iniciales de lo ocurrido con Lisbeth, mientras que otras son graves denuncias frente al trabajo de las autoridades colombianas en este proceso.

En ese sentido, se señala que no se informó a las autoridades panameñas oportunamente cuando se identificó a Lisbeth el 8 de mayo, que la necropsia tardará tres meses en entregarse (sin conocerse los motivos), o que el certificado de defunción que le llegó a la familia Sarmiento no tenía los respectivos sellos.

Varias de las preguntas giran alrededor de Laura Gallardo, la jefe de Lisbeth y quien, de acuerdo con lo que Roberto le reveló a Infobae, abandonó el país con algunas de las pertenencias de la mujer, incluido su pasaporte, lo que ha dificultado la repatriación del cuerpo. Adicionalmente, una de las preguntas vincula a la Fiscalía General de la Nación, sobre el motivo por el que en su informe (adjunto a esta comunicación) remiten las causas de muerte al certificado de defunción cuando éste, asegura, no resuelve las dudas de la familia sobre lo que pasó con Lisbeth.

Este es el documento que Rodrigo Sarmiento hizo llegar a la Cancillería para conocer a fondo los procesos de las autoridades en lo relacionado con la muerte de su hermana, Lisbeth Sarmiento (Archivo)
Este es el documento que Rodrigo Sarmiento hizo llegar a la Cancillería para conocer a fondo los procesos de las autoridades en lo relacionado con la muerte de su hermana, Lisbeth Sarmiento (Archivo)
Este es el documento que Rodrigo Sarmiento hizo llegar a la Cancillería para conocer a fondo los procesos de las autoridades en lo relacionado con la muerte de su hermana, Lisbeth Sarmiento (Archivo)
Este es el documento que Rodrigo Sarmiento hizo llegar a la Cancillería para conocer a fondo los procesos de las autoridades en lo relacionado con la muerte de su hermana, Lisbeth Sarmiento (Archivo)

Las dudas de la familia Sarmiento sobre el trabajo de la justicia colombiana

Varios medios de comunicación afirmaron que Lisbeth arribó a Colombia el sábado 6 de mayo desde Panamá, que fue el llamado de una presunta amiga lo que alertó a los trabajadores del hotel sobre el estado de la ciudadana panameña a las 9:00 a. m., y que la mujer habría salido a departir a una zona de compras, bares y restaurantes de Bogotá en la noche del domingo.

Todos estos detalles fueron desmentidos por Roberto Sarmiento, hermano de la victima y que, como representante de la familia le reveló a Infobae que habían dudas sobre el trabajo de la Fiscalía General de la Nación en este caso, particularmente en lo que se refiere a los presuntos testigos del hecho:

“Primero, si varios medios informaron que había una mujer colaborando con las autoridades, ¿Quién es esa mujer?, ¿Dónde está? ¿Qué información ha aportado? Si es que realmente existe. Segundo, ahora están investigando un posible hombre que estuvo con ella. Para decir que investigan a un posible hombre, alguien tuvo que haber suministrado esa información. ¿Quién la suministró, los empleados del hotel? Porque la única persona que estaba con ella era la jefe y está en Panamá (...) Con eso podemos desmentir toda la información errada que han publicado”

Dentro de los puntos que Roberto Sarmiento destacó como “irregulares” por parte de la justicia colombiana en el proceso de levantamiento del cadáver, está el hecho de que Laura Gallardo, la jefe de Lisbeth, recibiera autorización para abandonar Colombia con algunas de las pertenencias de la fallecida y dejar a un abogado a cargo del caso.

A esto se suman las dificultades para tramitar la repatriación del cuerpo de Lisbeth, debido a que dentro de los elementos que tomó Gallardo de la habitación donde murió la mujer, se encontraría el pasaporte de la ciudadana panameña.

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