Después de un trabajo investigativo de cinco meses, comandos especiales de la Dijín lograron la captura de seis integrante de estructura criminal La Cordillera, dentro de los cuales hay 3 presuntos cabecillas.
Durante siete diligencias de allanamiento y registro en la ciudad de Pereira, municipios de Dos Quebradas y la Virginia (Risaralda), y Cartago (Valle del Cauca). Se hizo la incautación de 2 armas de fuego tipo pistola 9mm.
Entre los nombres que revelaron las autoridades se resaltan: José Hoyos, alias ‘Tata’ o ‘Tatareto’ presunto cabecilla de narcotráfico, Iván Guerrero, alias ‘Muelas’, supuesto cabecilla de zona, Emilio López, presunto jefe financiero y tres integrantes más, quienes son requeridos por los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico de estupefacientes.
De acuerdo con información de la Policía entre el material probatorio, “alias ‘Tata’ sería el presunto responsable de la compra y manejo de estupefacientes en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, para posteriormente comercializarlos y distribuirlos en Risaralda y Caldas, zona de influencia criminal de este Grupo Delincuencial Organizado, así mismo, se realizaban coordinaciones logísticas para el envío de estupefacientes hacia Centro América, Europa y Estados Unidos”, informó.
Además, las autoridades afirmaron que los capturados fueron presentados ante Juez constitucional, quien dio legalidad a los procedimientos de allanamiento y captura. También resaltaron que dos de los capturados aceptaron cargos y los otros cuatro continuaran en el proceso judicial. Fueron cobijados con medida de aseguramiento en centro carcelario.
“Es importante resaltar que hace aproximadamente 10 años, esta estructura multicrimen no era afectada en su componente estructural, por eso, con este resultado es un aporte sustancial e importante para recuperar la seguridad humana y tranquilidad de la ciudad de Pereira y ciudades cercanas, afectadas en su actuar criminal”, concluyó la Policía.
De ollas de microtráfico a oficina de ‘Macaco’: la historia de La Cordillera
La Cordillera, una banda fundada hace más de una década, ha tomado posición considerable en los últimos meses, por su actuar delictivo respecto a amenazas y asesinatos selectivos. Se le atribuye el homicidio de Lucas Villa, un joven manifestante asesinado a tiros en el puente que une a Pereira y Dosquebradas, principal zona de influencia del grupo delincuencial. Ahora, una amenaza de esa organización habría impedido la visita de Gustavo Petro y Francia Márquez al Eje Cafetero, durante la actual campaña presidencial, porque tendría un plan para atentar contra ellos.
Aunque por momentos se ha considerado extinta o débil, lo cierto es que la banda conocida como La Cordillera ha pasado por varias reorganizaciones, disputas internas y de control territorial con otros grupos, pero ha resurgido para seguir causando terror en el oriente del país.
Una de las radiografías más completas de este grupo criminal se encuentra en el artículo de investigación La liminalidad de las ‘ollas’: relaciones entre la ilegalidad y la legalidad en el mercado de drogas ilícitas de la ciudad de Pereira, de la socióloga y magíster Luisa Fernanda Marulanda, publicado en la revista Virajes de la Universidad de Caldas en 2013.
Allí se describe que de las alianzas criminales del Cartel del Norte del Valle con alias ‘El Viejo’ en Pereira, surgió una banda que controló el microtráfico en la ciudad, que se estableció en una olla conocida como La Cordillera. Luego llegaron a la capital de Risaralda, los hermanos Néstor William, Carlos Alberto y Mario Andrés Herrera Arrubla, quienes lideraban El Cartucho en Bogotá bajo el mando de Miguel Arroyave y el Frente Capital de las AUC, pero que fueron desplazados por la intervención del alcalde Enrique Peñalosa a ese sector.
Para entonces Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, nacido en Marsella, Risaralda, ya había ascendido con su propia estructura armada que luego se convirtió en el Bloque Central Bolívar en alianza con las AUC. Fue hasta la desmovilización paramilitar, que trató de controlar los negocios del narcotráfico que iba a dejar la estructura.
Se fusionó con sus contactos del Norte del Valle y se propuso dominar los negocios y el tráfico de drogas en el occidente del país, en especial tras heredar las estructuras de alias Rasguño. Según Marulanda, en el 2005, cuando se desmovilizó Macaco, sus hombres emprendieron una violenta guerra en Pereira que la convirtió en una de las ciudades más peligrosas del continente y del mundo.