Carlos Mahecha, el médico ‘jet set’, que está siendo procesado por una corte de Florida por una estafa inmobiliaria que supera los 50 millones de dólares, solo duró cinco días en la cárcel luego de ser extraditado a Estados Unidos, pues un juez le otorgó la libertad bajo fianza por solicitud de sus abogados, Daniel Peñarredonda y Silvia Piñera.
El argumento utilizado por su defensa para que se le otorgara este beneficio fue que debía estar bajo el cuidado de su familia mientras afronta el juicio, por padecer de párkinson en progreso y tener 69 años, según conoció el periódico El Tiempo. Además, se comprobó que no posee los 50 millones de dólares de la estafa que se le acusa.
Por estos argumentos, la corte fijo para él una fianza de 3 millones de dólares, de los cuales su familia pagó el 10%, 300.000 dólares, y que fueron tramitados por sus abogados de forma inmediata.
Carlos Mahecha es requerido por una corte de Florida por una estafa inmobiliaria relacionado con el proyecto Quarzo Boutique Hotel en Bal Harbour, en Miami. El día de su llegada la Corte se presentaron más de 150 inversionistas que habrían sido estafados por Mahecha, sin embargo, el 9 de mayo se conoció que el tribunal de la Florida estableció una fianza y aceptó el pago de la misma, por lo que el hombre quedó en libertad.
De acuerdo con información de El Tiempo, la solicitud de fianza la elevó el quipo jurídico de Mahecha en Estados Unidos con apoyo de sus abogados en Colombia. El litigante Daniel Peñarredonda advirtió que:
“Ante la pregunta de la juez a la Fiscalía de si existían pruebas de que el señor Mahecha tuviera en su poder el dinero de la estafa la respuesta fue que no la tenían”, según lo citan en El Tiempo.
Mahecha fue capturado en febrero de 2021 en Bogotá, atendiendo una circular roja de la Interpol. En la circular se podía leer que el médico y empresario estuvo asociado con otras personas, Juan Arcila entre estas, para “estafar inversores, utilizando declaraciones falsas para solicitar inversiones en bienes inmuebles, supuestamente, a fin de convertirlos en bloques de apartamentos”.
Entre los inversionistas a los que Mahecha y Arcila ofrecieron el proyecto de un hotel de cinco estrellas en una de las zonas más exclusivas de Miami, figuran, según información de W Radio, excongresistas, empresarios y personalidades de clase alta de la sociedad bogotana.
Los inversionistas empezaron a notar que el proyecto no era tan rentable como se les había prometido (una rentabilidad anual del 18%) y al no recibir una retribución económica equivalente o justa respecto al dinero que habían puesto para el mega proyecto que pensaba construirse, empezaron a preocuparse y denunciaron a Mahecha y a Arcila, que no reembolsaban el dinero a los inversores en las fechas de vencimiento fijadas, no efectuaban pagos de intereses semestrales previstos, ni cumplían las condiciones impuestas previamente en los pagarés.
La captura de Mahecha ocurrió después de la de su socio, Juan Arcila, que aceptó cargos y fue condenado en 2020 a pagar una condena de cuatro años de cárcel en Miami por una Corte del Distrito Sur de la Florida, por ser cómplice en “una conspiración para cometer fraude”. La familia de Mahecha, su esposa, Anastasia Casas, y sus hijos, Camilo y Felipe Mahecha Casas, también se declararon responsables de los hechos que se remontan a 2007, cuando Mahecha y Arcila sacaron al mercado el lujoso proyecto inmobiliario.
“Nosotros no entendemos cómo nos acusan de una estafa o cómo me acusan de una estafa, siendo que era el mayor perjudicado. Yo era de los mayores inversionistas, los que más metimos capital, incluso arriesgando nuestro patrimonio”, dijo Mahecha en 2022 a El Tiempo.
De acuerdo con lo que logró determinar la Corte de Quiebras del Distrito Sur de la Florida, el dinero de los inversionistas que entraba al proyecto de Mahecha y Arcila se habría destinado a pagar cuentas pendientes y gastos personales de los Mahecha; también determinó que cuando entraba dinero de nuevos inversores, los socios procedían a pagarle a otras personas que ya habían puesto dinero en otros proyectos de la familia. Siendo este modelo muy parecido al de una pirámide, en el que a los nuevos inversores se les ocultaba el estado real del proyecto.