Recientemente, la Fiscalía General de la Nación informó de la captura de Álvaro Steven Rojas Cubillos por el homicidio de Flamingo Forigua Linares, un conductor del Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá (SITP); un juez de control de garantía impuso medida de aseguramiento en un centro de detención intramural.
La primera versión de lo sucedido –según las autoridades– señalan que Forigua Linares fue a reclamarle a Rojas Cubillos por el cobro de un arrendamiento, y este último reaccionó agresivamente dándole golpes con un objeto contundente en la cabeza y otras partes del cuerpo como la espalda, lo que originó la muerte del conductor del SITP.
Una vez con el cadáver de la víctima, Rojas Cubillos intentó ocultar el cuerpo en el patio de la vivienda arrendada por Forigua Linares, donde tiempo después fue descubierto por las autoridades.
Luego de la captura de Rojas Cubillos, la Fiscalía General de la Nación le imputó el delito de homicidio agravado, pero el acusado no aceptó los cargos.
El hecho
Un fuerte olor, un terreno removido y una actitud sospechosa fueron las pistas que condujeron al hallazgo de un macabro crimen en la capital colombiana. El cuerpo de un hombre de 58 años enterrado en el suelo de un parqueadero correspondería al de un conductor del SITP que llevaba más de dos días desaparecido.
El hecho se presentó en la carrera 75C con calle 76A del barrio Caracolí, de la localidad de Ciudad Bolívar en el sur de Bogotá. Allí se encontraba la familia de Flamingo Forigua Linares, el conductor desaparecido, intentando ingresar a una vivienda que aparentemente era propiedad suya y tenía arrendada. Habían recibido una llamada por un mal olor que salía del interior.
La Policía llegó al lugar cuando la situación había escalado a un conflicto. La familia aseguraba que dentro de esa casa sin nomenclatura se encontraba su familiar reportado como desaparecido desde el 5 de mayo, pero la persona que se encontraba en la casa no les permitía ingresar a buscarlo.
Ante la actitud del sujeto, las sospechas se incrementaron y decidieron forzar la entrada apoyados por una multitud de vecinos que acudió al lugar. Cuando lograron entrar la sorpresa fue mayor porque dio paso a una macabra escena de crimen.
En el parqueadero de la casa el piso estaba removido, por lo que decidieron escarbar. A poca profundidad hallaron el cuerpo semienterrado de Forigua Linares. Según contó un testigo a CityNoticias, el cadáver había sido cubierto con cemento en una parte, el cual ya estaba seco, lo que dificultó sacarlo y fue necesaria la intervención de las autoridades de criminalista.
Sin embargo, la escena fue completamente alterada por la acción de los familiares y la comunidad para lograr sacar al occiso de la fosa en la que lo habían tratado de ocultar. Se cree que la muerte se habría producido por un impacto contundente en la cabeza desde el mismo día en que desapareció.
Dentro de la vivienda se encontraba un hombre de 32 años, quien fue hallado por las autoridades escondido en una de las habitaciones. Según el reporte policial, este sería el inquilino de la vivienda de Forigua Linares.
Esta persona fue capturada como sospechoso del crimen al ser el único cercano a la escena, y puesto a disposición de las autoridades. Para sacarlo de la vivienda fue necesario protegerlo y utilizar una salida trasera debido a que la comunidad, que había acudido al llamado de los familiares, por poco lo lincha.
Justamente la familia de Forigua Linares señaló que la última vez que habían visto al conductor del SITP había sido en su vivienda. Señalaban que en la noche del 5 de mayo, según las cámaras, él entró por el garaje para guardar el carro, pero no se le vio salir por la misma puerta. Se creía que podría haber utilizado la otra entrada.
“En este momento se adelantan las investigaciones judiciales con el fin de aclarar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las que ocurrieron los hechos”, señaló el coronel Eiver Alonso Moreno, comandante operativo de Seguridad Ciudadana de la Policía Metropolitana de Bogotá sobre el crimen.