Durante la entrega de mando de la Dirección de la Policía Nacional, en cabeza del mayor general William Salamanca, el presidente Gustavo Petro señaló la necesidad de que se fortalezca la confianza entre la fuerza pública y la población civil. La ceremonia fue celebrada en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, el 9 de mayo.
Durante su discurso reiteró que la sociedad actual atraviesa una <<crisis civilizatoria>>, consecuencia de la crisis climática, condición bajo la que recibió el Estado, así como el marco de referencia a sus primeros meses de gobierno. Otro de sus centros de atención fue la crisis inflacionaria sobre el precio de los alimentos.
Según el mandatario, ambos elementos determinan una “crisis permanente” que es afrontada por su gobierno. Situación que se vería agravada por la amenaza del Fenómeno del Niño, por lo que pidió al general Salamanca prepararse para ese escenario social.
“Esas crisis no son predecibles y hacen que los gobiernos tengan que estar atentos, que tengan que estar bajo una concepción de emergencia permanente, de emergencia, emergencia”, afirmó Petro.
Una advertencia que también habría hecho a sus ministros durante la última reunión de gabinete a los que les pidió “audacia” para enfrentar los cambios sociales que, en su concepto, reclama el país. Reveló que uno de los principales problemas a los que se enfrenta su gobierno es salir de la rutina que impone la administración del Estado.
Aseguró que a esto se refería cuando habla de ruptura, pues durante los últimos ocho meses lo han “malinterpretado” permanentemente. Según sus declaraciones, es necesario cambiar las lógicas de gasto del erario público, de lo contrario se verán avocados a no cumplir con las metas fijadas por su gobierno.
“No es una ruptura con la ley ni la Constitución, sino nuestros procederes rutinarios, nuestra manera permanente: igual, similar, de todos los días afrontar los problemas”, explicó Petro.
También aseguró que la relación con la Policía y la ciudadanía ha mejorado, con un “crecimiento de la confiabilidad” desde que su gobierno entró a la administración. Un resultado destacado, teniendo en cuenta que durante los últimos años se han vivido “malos manejos de la protesta social”.
El presidente aseguró que si existe una fuerte relación entre la sociedad y la institucionalidad, se podrá avanzar en la construcción de la “base de la nación”, por lo que los esfuerzos deben centrarse en los trabajos conjuntos.
“Si hay desconfianza entre el pueblo y la fuerza pública, la democracia se acaba y la paz ni la soñamos”, dijo al reiterar que “se ha avanzado en la confianza, eso hace que la Policía tenga que hacer un mayor esfuerzo en la tarea, el compromiso con las ciudadanías más débiles” afirmó el mandatario.
Pidió que para el final de su mandato, en 2026, su gobierno pueda entregar a su sucesor una fuerza pública a la que sea imposible reprochar o criticar nada, lo que incluye un respecto absoluto de los derechos humanos, “ahí tendremos de verdad, verdad una nación”, resaltó.
Gustavo Petro aprovechó la presencia de la cúpula militar y del ministro de Defensa, Iván Velásquez, para referirse a la política de seguridad que será presentada por su gobierno. Afirmó que esta girará en torno a la dignidad de los patrulleros y soldados en armas de la nación.
“Si esa persona tiene una vida digna es muy difícil que la institución no quiera una vida digna para el resto de la sociedad; es una escuelita micro en cada persona que nos rodea, que educa mucho más, tener una vida digna que lleva en su relación con la sociedad a cuidarla, incluso con amor”, finalizó.