El tercer ciclo de diálogos entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) inició con una polémica por cuenta de una declaraciones de Otty Patiño, representante del Estado, al asegurar desconocer sobre el reclutamiento de menores por parte de esa guerrilla. Ahora, desde Cuba, explicó su afirmación y reconoció que ese delito es contemplado por la delegación.
Aunque considera que hubo críticas exageradas a sus palabras, el contexto de su respuesta implicaba otras connotaciones. “Fue una controversia entre ‘Antonio García’ y Aníbal Gaviria, y sobre esa controversia nunca debí meterme; era una controversia, yo diría personal entre ellos dos, no debí meterme nunca, porque desde luego nosotros como delegación le hemos planteado al ELN la necesidad de la desvinculación de menores de sus filas”, sostuvo Patiño a Colprensa.
Alias Antonio García, primer comandante del ELN, le había respondido al gobernador de Antioquia a través de redes sociales ante una alerta que elevó Gaviria sobre el posible reclutamiento de 12 menores en Yarumal. El líder insurgente aseguró que no reclutaban menores y que las personas se vinculaban “voluntariamente” a la organización.
Al ser consultado sobre esa afirmación, Patiño señaló que no tenía conocimiento del reclutamiento de manera forzada en el ELN, lo que ponía en duda la condición de víctima de niños, niñas y adolescentes en contextos de guerra, como lo contemplan las normas nacionales. Por esa razón, el jefe de la delegación se retractó.
“Somos plenamente conscientes de que, según las normas internacionales, cualquier menor que esté en filas se estima que es un reclutamiento forzado, así fácticamente no lo sea, pero se estima que mantener en filas a menores no solamente obedece a una situación forzada, sino también es un delito que viola los principios del DIH frente a los cuales ellos dicen honrar”, sostuvo en entrevista al medio citado.
El 2 de mayo se dio inicio al tercer ciclo de diálogos entre la guerrilla y el Gobierno que tendrá como sede La Habana, Cuba. Allí tendrán como objetivo la discusión de la participación de la sociedad y el cese al fuego bilateral, sobre los que esperan alcanzar acuerdos al terminar las conversaciones.
Sobre estos, Patiño señaló a Colprensa que ya pusieron sus cartas sobre la mesa en respecto a los criterios de cada parte sobre ambos temas. Con ese paso, deberán evaluar las coincidencias y los puntos en los que hay diferencias para trabajar en resolver las inquietudes.
Patiño espera que el cese al fuego sea “nacional con anclaje territorial”, preliminar y no definitivo, “que en la medida que se pueda y si se van dando las condiciones también se va profundizando”, explicó. A medida que se implementan las acciones graduales, se podrá profundizar hasta que sea irreversible, es el objetivo del Gobierno.
El jefe de la delegación considera que la participación de la sociedad, que es uno de los puntos prioritarios para la insurgencia, va de la mano del desescalamiento del conflicto para que a medida que se reduce la hostilidad, se aumente la participación política.
“En la medida en que se vayan trabajando esos temas de una manera civilizada, no armada, en conversaciones, en espacios donde se trabaje con ellos y con otros grandes sectores de la opinión pública y de las fuerzas nacionales, en esa medida se va construyendo todo el tema de participación. Lo que llamaría la politización del ELN, o la repolitización del ELN y la desmilitarización del ELN, con expresiones cada vez más civiles, con menos importancia el tema de las armas”, explicó Patiño.
Estos trabajos irán de la mano de los alivios humanitarios que esperan continuar en implementación como una acción de las partes. Sobre estos tres puntos se espera alcanzar acuerdos que deberán empezar a implementarse para llegar a una posible terminación del conflicto.