Se enfiestaron en un juzgado de Bogotá más de 500 personas, varias de ellas menores de edad

Durante el primer fin de semana de mayo (sábado 6 y domingo 7) el Comando Nocturno de la Secretaría de Seguridad y la Policía Metropolitana de Bogotá detuvieron una fiesta en el interior de un juzgado, de la que participaban 500 personas; de las cuales, al menos 200 eran menores de edad.

El lugar, ubicado en el barrio María Paz de la localidad de Kennedy, resulta ser el juzgado de conocimiento 69 y, a la par, un lugar de esparcimiento para adultos mayores que, como era de esperarse, no se encontraban en las instalaciones para el momento de la pachanga.

Sin embargo, el ruido y las luces atrajeron a las autoridades que, en su interior, encontraron no solo a menores de edad, sino también la venta de licor e, incluso, bebidas adulteradas.

“En una sola noche nuestro Comando Nocturno: Desactivó una fiesta con menores de edad, venta de licor y sobrecupo. Capturó a 13 personas. Incautó 100 botellas de licor adulterado y 41 armas blancas. Recuperó 1 vehículo y 1 moto ¡Aumentamos los operativos y los resultados!”, se lee en el balance de la Secretaría de Seguridad.

Otros detalles del operativo fueron entregados en un video denuncia en el que se ve en el lugar del incidente al secretario de Seguridad, Óscar Gómez Heredia: “En María Paz encontramos un inmueble en donde funciona un juzgado de conocimiento y un salón Comunal. Se está llevando a cabo una fiesta con al menos 500 personas y, al parecer, 200 menores. Estaban consumiendo licor. Esto no puede pasar. Debemos cuidar a nuestros niños y vamos a aplicar las sanciones que correspondan”.

Quien se mostró implacable frente a la venta y consumo de licor en menores: “La integridad de nuestros niños, niñas y adolescentes es una prioridad. Allí desalojamos el inmueble y estamos aplicando todas las sanciones que correspondan. Con la vida de los niños no se juega”, según referencia Blu Radio.

Agentes de la Policía y funcionarios de la Secretaría del Interior de Bucaramanga (Norte de Santander), descubrieron una fiesta de la que participaban más de 100 menores de edad, que, para el momento del operativo, consumían licor, sustancias estupefacientes y portaban consigo un arma.

De acuerdo con la información entregada por la Policía Nacional, los cien menores se encontraban en un salón comunal al interior de un conjunto residencial del barrio Provenza al sur de Bucaramanga.

La fiesta estaba disfrazada de celebración de 15 años y fue descubierta gracias a varias publicaciones que hicieron los mismos adolescentes en sus redes sociales. Lo que, irónicamente, condujo a los uniformados hasta el sitio.

Cuando los agentes de Policía llegaron al salón comunal, encontraron que los menores tenían en su poder más de 10 botellas de licor y estupefacientes. E, incluso, llegaron a decomisar armas blancas y un arma traumática.

“Es así que la Policía Nacional procede a hacer el restablecimiento de derechos de la mayoría de estos menores de edad y procede a incautar más de 10 botellas de licor y algunos estupefacientes; de igual manera, se encontró un arma traumática y algunas armas corto punzantes”.

Según el capitán Andrés Pérez, los menores que se encontraban en la fiesta tenían un alto grado de alicoramiento, por lo que tuvieron que ser trasladados y dejados a disposición de varias comisarías de familia.

Y agregó: “El mensaje a todos los padres de familia: ejercer un control absoluto sobre sus hijos, ya que la mayoría de padres de familia que llegaron a este lugar no sabían o no tenían conocimiento de la actividad que venían desarrollando sus hijos aquí”.