En el marco del inicio del tercer ciclo de conversaciones entre el Gobierno nacional y el ELN, y el pedido del presidente Petro de que retire a esa guerrilla del listado de grupos terroristas de la Unión Europea, se conoció que abril fue el mes en que más ocurrieron ataques con autoría de dicho grupo armado.
De acuerdo con un informe del Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto –Cerac–, durante ese mes hubo un incremento considerable de acciones armadas en Colombia por parte de la guerrilla que, en la mesa de La Habana, discute con el Estado la posibilidad de decretar un cese al fuego.
“Se registraron 21 acciones ofensivas atribuidas al ELN, frente a 18 registradas en marzo y siete combates, el mismo número que el mes anterior. En cinco de esos eventos violentos hubo víctimas: cuatro personas murieron, 22 resultaron heridas y cinco fueron secuestradas (todas ya liberadas)”, precisó el informe conocido en primera instancia por El Espectador. Dichos ataques fueron perpetrados en Antioquia, Norte de Santander, Valle del Cauca; Arauca, Nariño, Santander y Bogotá con un hecho presentado.
Sin embargo, las muertes en combates con incidencia de este actor armado ilegal bajaron, pues pasaron de 34 en marzo a 4 en abril; pero alertaron por un incremento de violencia durante los últimos meses en Yondó, municipio de Antioquia. El documento también mencionó 16 acciones armadas que, si bien no fueron autoría del ELN, sí ocurrieron en zona de alta incidencia de ese grupo.
Al respecto, señalaron los ataques cometidos con explosivos contra infraestructura petrolera en Norte de Santander, 12 de ellas con un saldo negativo de cinco personas muertas, 10 heridas, 48 más fueron desplazadas de manera forzada y cuatro fueron secuestradas. De estas, una ya fue liberada.
Por otra parte, se espera que en el informe de mayo del Cerac aparezcan acciones armadas como la registrada durante el jueves 4 de mayo cuando 43 niñas y niños permanecieron confinados en zona rural de Caldono, Cauca, por enfrentamientos entre el ELN y el frente Dagoberto Ramos de las disidencias de las extintas Farc. Una misión humanitaria en la que participó la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, el Consejo Regional Indígena del Cauca y la Personería Municipal de Caldono logró ponerlos a todos a salvo.
“Los buenos oficios de una misión humanitaria conjunta, de la que formamos parte con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, el Consejo Regional Indígena del Cauca y la Personería Municipal de Caldono, permitieron el regreso a sus casas, sanos y salvos, de 43 niñas y niños que estaban confinados en la escuela Los Robles y el resguardo Pioya, zona rural de Caldono”, confirmó Carlos Camargo, defensor del Pueblo.
El funcionario destacó que el trabajo articulado interinstitucional logró sacar del fuego cruzado a los menores de edad, consiguiendo así que 20 familias retornaran a sus hogares, pues habían sido desplazadas de sus viviendas hacia la vereda Los Robles, rumbo al colegio que lleva ese mismo nombre y que recibió 20 impactos de proyectiles.
“Les hago un llamado a los grupos armados ilegales a que dejen a la población civil por fuera de sus confrontaciones y hostilidades, pero de manera especial a que no afecten a los niños, niñas y adolescentes, quienes gozan de protección constitucional”, expresó el defensor del Pueblo.
Por su parte, comunidades y resguardos indígenas habían solicitado la intervención de organismos internacionales como la ONU y la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de Estados Americanos (MAPP/OEA). Vale indicar que esta zona tiene alta incidencia tanto del ELN como de grupos residuales de las antiguas Farc.