Van dos casos de hombres que aparecen muertos con letreros que los señalan de violadores

El primer caso se reportó la semana pasada en el departamento de Magdalena, y el más reciente en Medellín. Hay preocupación entre las autoridades de que se trate de casos de justicia por mano propia

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(Foto: Archivo)
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Entre las autoridades hay nuevamente preocupación por los casos de justicia por mano propia, luego de que se reportara el hallazgo de dos hombres cuyos cuerpos sin vida llevaban puestos letreros en que los responsabilizaban de haber perpetrado abusos sexuales, el más reciente se registró el viernes 5 de mayo en Medellín (Antioquia).

El cadáver fue encontrado hacia el mediodía en el barrio Fuente Clara, noroccidente de la capital antioqueña, en inmediaciones del kilómetro 64 de la Nueva Vía al Mar, que corresponde a la jurisdicción de Robledo, informaron en el periódico Q’Hubo de esa ciudad.

Agregaron que investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía se encargaron del levantamiento del hombre cuya edad se estima entre los 25 y 30 años, y que estaba indocumentado, aunque a su lado había un letrero que decía: “Muerte jajaja, por violo. Los niños no se tocan (sic)”.

Reseñaron que el cuerpo sin vida fue trasladado a la sede de Medellín del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para que puedan identificarlo.

Entre tanto en la emisora Blu Radio indicaron que de acuerdo con las características del crimen, la hipótesis más fuerte es que se trataría de un caso de justicia por mano propia, algo que tiene en alerta a las autoridades, ya que recordaron que dos semanas atrás hubo un intento de linchamiento de un hombre al que responsabilizaron de abusar sexualmente a una niña de 8 años en el barrio Pedregal.

Por fortuna para el señalado, las autoridades llegaron a tiempo hasta ese sector de la ciudad y lo sacaron escoltado de la vivienda en que se encontraba, ya que una turba enfurecida lo esperaba para lincharlo.

El otro caso ocurrió el pasado viernes 28 de abril en el municipio de Ariguaní, en el centro del departamento de Magdalena, donde la víctima fue un hombre de 32 años de edad, que las autoridades identificaron como Rafael Enrique Barrios Torres, indicaron en el periódico El Tiempo.

El cadáver evidenciaba varios impactos de bala en la cabeza y en el abdomen le dejaron un letrero con el que lo responsabilizaban de cometer un abuso sexual y que decía: “Violado hp (sic)”.

Por este crimen hubo consternación, ya que era conocido por muchos integrantes de la comunidad del municipio vecino de El Difícil, destacaron en el diario bogotano.

En ese momento los investigadores comenzaron a indagar por las actividades que desempeñaba Barrios Torres y poder establecer una hipótesis sobre su homicidio.

Para esos días, pero en el municipio de Soacha (Cundinamarca), al suroccidente de Bogotá, casi ocurre una asonada en un jardín infantil, luego de que un hombre de 66 años fuera señalado de abusar sexualmente de un niño de 4 años de edad.

En esa ocasión madre del pequeño contó en el medio de comunicación municipal Prensa CVe que se trataba del padre de una de las docentes de esa institución el que cometió los vejámenes.

“El día jueves el niño nos refirió que había sido abusado por el papá de la profesora acá en este jardín (...) Mi hijo dice que ese señor lo persiguió por todo el lugar y lo atrapó en la piscina de pelotas (...) Lo único que le pido es que se haga justicia porque no han emitido una orden de captura”, contó en medio del llanto la mujer.

Tras la denuncia, dos días después del conato de la asonada, el miércoles 26 de abril, el adulto mayor señalado del vejamen fue capturado por miembros del CTI, y una vez fue judicializado, le imputaron el delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años.

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