Cali está ardiendo. Las altas temperaturas sofocan a los caleños que se inventan formas para refrescarse. No todas loables, como la de un bromista que reportó un incendio, hizo movilizar dos máquinas extintoras, un carro tanque del Cuerpo de Bomberos y hasta una ambulancia hasta el barrio Mariano Ramos al oriente de la capital vallecaucana. Al llegar, las doce unidades de bomberos y las dos unidades de control de operaciones no encontraron ninguna emergencia que atender, ni fuego que extinguir, sino una piscina de plástico que querían que les llenaran.
El bromista, que quería que le llenaran una piscina de plástico que puso en la calle, llamó reportando que veía salir humo de una casa, ante el llamado de emergencia se movilizaron los bomberos, que no pudieron atenderla, pues no existía, pero tampoco complacieron al ciudadano, al que el chiste le podría salir caro, pues reportar falsas emergencias acarrea una multa de cerca de 600.000 pesos. Esto ocurrió el 4 de mayo.
Desde la secretaría de Gestión del Riesgo de Cali hicieron un llamado a la ciudadanía para no utilizar las líneas de emergencia para gastar bromas y recordó que estas conductas generan multas: “Hemos tenido en el día de hoy una desafortunada llamada de persona que utilizaron la línea de emergencia para que los bomberos acudieran a llenar una piscina. Recordemos que estos actos pueden generar una multa de medio salario mínimo tipo 4″.
Un vocero del Cuerpo de Bomberos de Cali le dijo a El País, que este tipo de llamadas afectan su labor y ponen en riesgo a la comunidad: “Por ejemplo, se pueden atender traslados para personas que tienen dificultad para respirar o son hipertensas, diabéticas y con problemas crónicos”, más cuando al 6 de mayo se han registrado una cuarta parte del total de llamadas de emergencia desde que comenzó 2023.
Y es que, según cifras de El País de Cali, desde enero se han atendido 2.072 emergencias —de estas, 969 fueron médicas—, y solo en los seis días de mayo ya van 487 notificaciones. Algunas de estas obedecen a las altas temperaturas que ha registrado la capital vallecaucana en los primeros días de mayo; una fuerte ola de calor que parece el preámbulo del fenómeno de El Niño que expertos advierten está en proceso de consolidación.
Cali y su ola de calor, ¿preámbulo al fenómeno de El Niño?
Sobre la ola de calor que vive Cali en los últimos días, Óscar Ramírez, director técnico de Gestión Ambiental de la CVC, le explicó a El País que el Valle del Cauca tiene normalmente dos épocas secas y dos húmedas, y que si bien se está viviendo la húmeda, por efectos del cambio climático el departamento ha experimentado todo lo contrario, altas temperaturas: “Actualmente, estamos en la primera temporada húmeda del año; sin embargo, se ha reflejado lo contrario; todo esto se encuentra relacionado con el cambio climático”.
Por su parte, Saúl Antonio Ramírez, técnico en Hidroclimatología de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), la ola de calor que vive la capital vallecaucana no está relacionada directamente con El Niño, sino con otras causas: “No se puede atribuir al fenómeno la persistencia de días secos durante esta temporada de lluvias, pues pueden ocurrir de forma natural”.
“Hay un fenómeno de El Niño en proceso de consolidación. Según las autoridades meteorológicas mundiales, hay una alta probabilidad de que se desarrolle un El Niño en el mes de julio, a comienzos del verano, en el hemisferio norte terrestre. Sin embargo, las anomalías de calentamiento de las aguas en el Océano Pacífico, que es su principal indicador, deben persistir durante tres meses para que el fenómeno sea declarado. Si se desarrolla, es posible que sea de características muy fuertes”.
De consolidarse El Niño, el experto prevé que en Valle del Cauca se puedan presentar afectaciones que podrían afectar la oferta natural de agua: “Habría una ostensible disminución de los promedios de precipitación y se convertiría en una seria amenaza por la disminución de la oferta natural del agua”.