En la ceremonia del aniversario 96 de la especialidad de Seguridad y Defensa de Bases Aéreas, se exaltó la responsabilidad social de la institución con la entrega de dos perros de asistencia a dos niñas con discapacidad físicas y sensoriales, con lo que se beneficia a toda la familia de las menores.
“Esta labor de la institución es una constante en el día a día”, así lo manifestó el Brigadier General Federico Bocanegra, Jefe de la Jefatura de Seguridad y Defensa de Bases Aéreas de la FAC: “a través de nuestras capacidades distintivas, como la de rescate de personal, nos insertamos en aquellos sitios donde necesitan de nuestro apoyo, bien sea para extraer personas por alguna catástrofe natural o por novedades de salud”.
En relación a la labor de rescate de personal, esta es complementada con binomios caninos, que están conformados por un guía y su perro, los cuales son entrenados en la Escuela de Instrucción Canino Militar (ESCAM) donde, entre otros, se adiestran para realizar búsqueda y rescate, detección de narcóticos, explosivos y divisas, la Escuela incluso tiene un programa denominado “Asistencia con perros”.
El programa busca formar caninos para necesidades específicas de apoyo a personas con discapacidades; gracias a un equipo interdisciplinario conformado por profesionales veterinarios, instructores, guías caninos, psicólogos, terapeutas ocupacionales, se diseña un entrenamiento personalizado con los perros de asistencia y con el nuevo usuario.
El rol de estos caninos es extraordinario: ayudan a alcanzar objetos, abrir puertas, prenden luces o brindan soporte en momentos de ansiedad; tienen capacidades para ayudar a superar limitaciones y barreras de su entorno, aportando confianza, autoestima, ánimo y felicidad. Las habilidades de los caninos están directamente ligadas al manejo del ejemplar, por lo cual el éxito de su acoplamiento depende del bienestar y cuidado del perro.
Este programa está bajo la dirección de Joan Sebastián Sánchez, capitán y director de la ESCAM, y Jhonatan Ariza, técnico de adiestramiento especializado, junto a instructores voluntarios del programa, como la neuropsicóloga Andrea Rodríguez y el terapeuta ocupacional Javier Rodríguez.
Los dos pastor belga malinois, de nombres Ultra y Web, cambiarán las vidas de Danna y Daniela, jóvenes que ahora desarrollarán un vínculo con los animales, gracias a la entrega oficial realizada por el Brigadier General Juan Guillermo Támara, comandante del Comando de Apoyo a la Fuerza. Estas familias recibieron a los caninos con una emoción y alegría, pues los animales de apoyo vienen cambiando sus vidas positivamente desde hace un mes, cuando iniciaron su proceso de adaptación.
La joven Danna Páez, que recibió a Ultra, fue diagnosticada con un trastorno del Espectro Autista. El perro fue entrenado para brindar independencia, apoyarla en momentos de ansiedad social, así como brindar apoyo permanente; el padre de Danna, el técnico subjefe Edilson Páez, Suboficial de la Fuerza Aérea Colombiana, comentó durante la jornada que “el impacto más profundo ha sido sobre Danna, quien ha empezado a ganar un poco más de vocabulario, ha articulado muchas más palabras y se ha compenetrado mucho más en el ambiente familiar”.
Por otra parte, Web fue delegado a Daniela Vargas, diagnosticada con Refsum Infantil y discapacidad múltiple, y se espera que el canino entrenado brinde independencia en varias tareas puntuales, como recobro de elementos, apertura de puertas, entre otras labores que harán de la vida de esta joven más cómoda.
Según Daniela, desde que el canino llegó a su vida siente que tiene un motivo para levantarse en la mañana, además mencionó que “siempre que me despierto prendo la luz y lo primero que veo es la nariz de este gordo encima de mi cama, como diciéndome ¡buenos días!, me ha traído mucha alegría, un amor incondicional que nunca antes había sentido”
La FAC ha entregado otros cuatro perros a personas con discapacidades, beneficiando a 6 familias en total, estos caninos de asistencia llegan a formar parte fundamental de la vida de sus usuarios acompañándolos permanentemente, desarrollan un vínculo tan fuerte con los animales que reducen las dificultades de socialización de personas con autismo, así como también, facilitan el día a día de aquellos con algunas discapacidades.