En cuestión de semanas, el cantante venezolano Chyno Miranda –exintegrante de la agrupación Chyno y Nacho– pasó de los escenarios a una cama de hospital, y de ahí a una silla de ruedas en la que aún hoy permanece sentado.
Sin embargo, a pesar de varios meses internado en clínicas de reposo y hospitales, Jesús Alberto Miranda parece estarse recuperando de manera satisfactoria, al punto en el que, recientemente, se le vio cantando junto a su excompañero de agrupación y otros amigos ‘Me voy enamorando’, otro de los éxitos del dúo, disuelto en 2017.
Su drama, que, incluso, incluye una denuncia por secuestro en un centro médico de Venezuela, inició en el 2020, cuando se contagió de Covid-19. Los médicos intentaron controlar el virus, pero, terminó despertando otras enfermedades en el cantante.
A Chyno lo diagnosticaron con neruopatía periférica, como consecuencia del daño a los nervios exteriores de su cerebro y medula espinal. Y a su vez, esto ocasionó una encefalitis, o inflamación del cerebro, que lo llevó a tener problemas del habla y la movilidad.
En declaraciones para otros medios la Clínica Mayo, explicó que esta enfermedad se manifiesta en forma de “debilidad, entumecimiento y dolor, generalmente en las manos y los pies”.
Lo que tiene sentido; ya que, en diciembre del 2020, el cantante admitió que, tras contagiarse, empezó “a sentir molestias en los dedos de los pies, luego un hormigueo y luego empecé a sentir entumecimiento y dolores fuertes en mis piernas”.
Y ya a finales del 2021, en un boletín sobre su estado de salud, se leía “Nos ha tocado vivir unas semanas de mucha preocupación e inquietud. En los primeros meses del año, Jesús empezó con unas breves, pero intensas molestias en sus manos y piernas que se fueron intensificando, experimentando mucho dolor, calambres, sensibilidad y entumecimiento. Los dolores primero lo forzaron a dejar drásticamente su vida activa de ejercicios, sus actividades cotidianas hasta un punto en que no pudo caminar más. Con mucha discreción mantuvimos en privado su condición por respeto a su privacidad y por el agudo dolor que estaba padeciendo”.
Sin embargo, lo peor aún estaba por suceder: un juez venezolano ordenó el traslado del centro de rehabilitación en el que se hospedaba Chyno, luego de que su novia, Astrid Torrealba, acudiera al estratega de medios y marketing político Irrael Gómez, en búsqueda de ayuda.
“La jueza a cargo de la querella interpuesta por la novia del cantante, llegó con una orden judicial diciendo que por desacato y por las supuestas malas condiciones en la que, según ellos, era atendido Miranda, se lo llevarían de la clínica para hacerle una evaluación en otro lugar sobre las condiciones físicas y mentales en las que se encontraba”, se leía en ‘El Diario’.
Fue entonces cuando se dio luz verde a la intervención de la Policía para sacar a Chyno Miranda del lugar, hasta donde llegó su prima y apoderada Yarubay Pérez, para evitar su traslado, aun cuando él mismo quería irse.
Y con toda la razón, pues, según reveló la investigación, en el cuarto en el que se encontraba internado Chyno Miranda pudieron evidenciar la existencia de medicamentos vencidos, un objeto contundente que estaba forrado en tela e, incluso, una camisa de fuerza improvisada y varias cuerdas para atar al artista en caso de “necesitarlo”.
Sobre lo cual, una vez salió del centro ‘Tía Panchita’, comentó en sus redes sociales: “Estoy bien, más fuerte que nunca. Estoy en una clínica en la Alta Florida, mejor que nunca, muy bien atendido. Donde Panchita era horrible, una mier*** Gracias a todos por su cariño y por su apoyo”.