A días de cumplirse un año del magnicidio del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, mientras departía de su luna de miel en la isla colombiana de Barú, un juez cartagenero decidió otorgar prisión contra los hermanos Pérez Hoyos que, días atrás, habían confesado ser los artífices del crimen ocurrido el 10 de mayo del 2022.
Serán 25 años y seis meses el tiempo que Emilio y Andrés Felipe deberán pasar tras las rejas, por los delitos que la Fiscalía General de la Nación les había imputado con anterioridad: homicidio agravado y tráfico y porte de armas.
Los hoy condenados, de acuerdo con el escrito de acusación, fueron los responsables de pagarle $1.500 millones a Francisco Luis Correa para acabar con la vida de uno de los funcionarios antimafia más conocidos en América Latina a mediados del año pasado.
Esa millonaria suma de dinero, que fue entregada en partes en las ciudades colombianas de Medellín y Cartagena, sirvieron para que Correa planeara y posteriormente ejecutara uno de los asesinatos más sonados de la historia reciente en Colombia y todo el continente.
“La investigación demostró que los dos sentenciados sostuvieron varias reuniones con otros involucrados en el homicidio para proveerlos de insumos y ultimar detalles”, aseveró la Fiscalía de Colombia, en un comunicado emitido tras conocerse la condena contra los hermanos Pérez Hoyos.
Los “cerebros” detrás del crimen, que hacen parte de una estructura criminal que delinque trasnacionalmente y es coordinada desde Paraguay, fueron hallados coautores de ese hecho y por eso, el juez de conocimiento de la capital de Bolívar determinó esa medida carcelaria.
De acuerdo con el ente acusador nacional, todo el material probatorio que se reunió desde el día del crimen sirvió para esclarecer los hechos que hoy, por fin, deja tras las rejas a los coautores de este hecho que no solo dejó a una recién casada sin su pareja, y a un hijo que estaba por nacer sin papá, sino que también acabó con la vida de uno de los alfiles más poderosos contra la criminalidad en la nación de la que era oriundo.
La Fiscalía colombiana, además, aseguró que para el crimen los hermanos “utilizaron una camioneta gris, la cual fue encontrada durante los procedimientos de captura realizados por investigadores del CTI y de la Policía Nacional, en enero” del 2023.
El ente imputador, dirigido por el fiscal general Francisco Barbosa, también advirtió que el proceso entrará en una nueva fase en la que está pendiente, entre otras cosas, determinar la posible pena a la que se enfrentará Margaret Chacón, esposa de Andrés Felipe Pérez Hoyos, quien también habría participado en la planeación del magnicidio. Por ahora, la mujer está en audiencias de acusación para determinar sus eventuales correctivos.
Los hoy condenados habían sido capturados a finales del 2022 en Rionegro (Antioquia) y en Bogotá, la capital de Colombia. Durante su declaración, los hermanos Pérez Hoyos se disculparon ante la viuda de Pecci, la periodista Claudia Aguilera, (que estaba embarazada cuando mataron a su marido) y la familia del fiscal paraguayo por los daños perpetrados contra ellos.
“Yo sé que fue un error muy grande y no tengo palabras para expresar mis disculpas a la familia Pecci, más a su señora en su estado de embarazo. Estoy muy arrepentido y les quiero ofrecer disculpas”, aseguró Andrés Felipe Pérez ante la Fiscalía.
Por su parte Ramón Emilio dijo, mientras aceptaba cargos para acceder a una rebaja de hasta el 50 % de la condena, que aprovechaba la presencia de los familiares de Pecci para disculparse: “Aprovechando aquí la situación hombre, quiero pedirle perdón a la familia del doctor Pecci... me ha dolido mucho la situación, de corazón les pido que me perdonen, a todos los de la sala, a la señora del señor Pecci y a la familia”, declaró el sujeto.