“Reggaetón: una revolución latina”, la obra del argentino Pablito Wilson que busca cambiar su ‘mala fama’ se presentará en el Bime Bogotá 2023

El fenómeno del reguetón a nivel internacional se ha convertido, a pesar de sus detractores, en un hecho innegable. Su capacidad para convocar más y más público, de forjar más y más escenas alrededor de su sonido, lo ha convertido en una tendencia de un calibre tan solo comparable con el K-Pop tanto en la pasión que despierta en sus seguidores, como en el hecho de ser vehículos que responden al tradicional predominio de los países angloparlantes en el negocio de la música.

Como todo fenómeno, hay implicaciones sociales, culturales, ideológicas, de género, de sexualidad y hasta tecnológicas que intervienen en los niveles de penetración que alcanzó el reguetón desde sus orígenes en Puerto Rico o Panamá (quien lo hizo primero o no, aún es tema de discusión) hasta expandirse por toda América Latina y generar otros centros de poder entre los que se incluye Colombia.

Desde El General, pasando por Daddy Yankee, Don Omar, Wisin & Yandel, Dalmata, los exponentes colombianos como J Balvin, Maluma o Karol G, hasta llegar al fenómeno internacional que representó Despacito y su posterior eclosión a nivel mundial. En ese marco se desarrolla Reggaetón: una revolución latina (Liburuak), libro escrito por el periodista musical argentino Pablito Wilson.

Considerado como el primer libro en castellano que aborda esta historia, es la segunda edición del libro publicado en el 2019 bajo el título Reggaeton: Entre El General y Despacito. Tras publicarse en España en 2022 y cosechar reseñas favorables de la prensa de ese país, ahora tendrá su presentación en el Bime Bogotá 2023, cuando está por publicarse en las librerías de toda América Latina. El evento se realizará el miércoles 3 de mayo en el club Enter, Enter, Enter, Enter a partir de las 7:30 p. m., organizado por la editorial Liburuak.

Infobae Colombia habló con el autor sobre este libro, por qué no es una historia del reguetón propiamente dicha, su papel en la creación de un orgullo latino, el rol de la mujer en él y hasta lo que le ha dejado su creación al autor en términos profesionales y personales.

¿Por qué escribir una historia del reguetón?

Lo que yo hice no fue particularmente un libro de historia. Pero si me parecía importante escribir sobre el reguetón y, en cierta medida, hablar de todas las historias que ocurren allí, porque en este momento tiene una fuerza muy grande como música latina a nivel mundial. Tiene un impacto muy grande en los jóvenes, y no solo en América Latina. En ese orden de ideas, era un vehículo que servía para hablar de reguetón, pero no solo como género musical, sino de la realidad de las calles, cómo los jóvenes viven el sexo en la actualidad, del papel de la mujer… no porque yo sea un experto en el tema, sino porque habría sido triste hacer un libro de reguetón donde no se destacaran los logros de Karol G, Anitta, Ivy Queen o cualquiera de ellas.

La primera edición del libro se titulaba “Entre El General y Despacito”. ¿Ese rango de tiempo es el que aborda en esta historia, o es más amplio?

El libro es más o menos el mismo. La diferencia entre esa que fue la primera edición y esta actual, es que hubo una pandemia de por medio. Entonces eso hizo que se tuvieran que cambiar, sumar y actualizar cosas. Esta nueva edición tiene 120 páginas nuevas, tiene dos capítulos nuevos, y se siente como un nuevo libro. Una persona divinamente podría comprarlos ambos y sentir que vale la pena tener ambos. Sigue siendo la misma investigación, y quería darle este aire de novedad de cara al estreno en las librerías en España, pero tampoco pretendíamos engañar al lector.

El libro contiene una cantidad importante de paralelismos con otros fenómenos musicales. Algunos foráneos como el rock y el hip hop, otros más propios de América Latina como la salsa, el merengue o el bolero. ¿Por qué, en el caso particular del reguetón, contar esta historia requiere hacer esa clase de conexiones?

Creo que eso tiene que ver ya con una idea personal de creer que uno no puede entender un género musical analizándolo per se. Por ejemplo, si fuéramos a hablar de la salsa ¿viste? Yo creo que si vamos a hablar de su éxito, es importante hablar de otros productos pop, incluido Bad Bunny, para mostrar la diferencia a la hora de promocionar canciones. Entonces, una pregunta en el aire sería ¿cuántos views tendría La Macarena si hubiera salido hoy en día y fuera un tema de YouTube lanzado ahora, no un tema de hace muchos años que se trepó a YouTube’ Por ese tipo de cosas me parece muy interesante hacer este tipo de paralelos, especialmente porque muchos de estos artistas han explorado otros géneros musicales. Bad Bunny ha hecho bolero, ska, trap, dembow dominicano, salsa, reguetón naturalmente… Entonces me parece que si voy a hablar de la influencia del rock en la música de Bad Bunny, pues debo tener algunos referentes que me den una idea sobre cómo puede ser ese cambio en el sonido.

Algo clave del título es cuando se refiere a “una” revolución latina. Es decir, no es la única en la historia. Ahora bien, ¿es la única en curso en estos momentos?

No, para nada. Revoluciones latinas han habido muchas. Puedo decir que el reguetón es una revolución latina, pero en realidad lo que es una revolución latina a mayor escala son todos los avances que están teniendo los latinos en un país como Estados Unidos. Lograr que el país sea cada vez más consciente de su importancia, de por qué son más fuertes, de que haya cada vez más latinos en el Gobierno como senadores, que ahora venga esta nueva generación de latinos nacidos en Estados Unidos pero con ascendencia latinoamericana. Entonces, “revoluciones latinas” hay muchas.

Sí me parece que muchas cosas que están pasando ahora con los latinos en Estados Unidos fueron impulsadas por productos culturales que aumentaron esta mirada sobre la gente latina, y el reguetón fue fundamental allí para hacer que los latinos se sintieran orgullosos de su herencia, y para poder contagiar ese orgullo.

Realizó varios viajes para entrevistar a varios de los exponentes del reguetón. ¿Qué le dejó como enseñanza no solo para el libro, sino en su experiencia particular?

Me dejó la experiencia, valga la redundancia. Uno se esfuerza por ser mejor escritor, investigador, que trate más seriamente los contenidos y las personas que están conectados con ellos. Yo siento que con este libro realmente aprendí a escribir, y esta nueva edición es mi libro ideal, y es el primer libro que considero que no le sobra ni le falta nada. Estoy alcanzando un nivel más allá de si es grande o no en la escritura, si es acorde a lo que quiero contar y a cómo llegar a la mayor cantidad de gente posible.

¿Qué vieron las mujeres particularmente en el reguetón para asimilarlo como una forma de liberación?

Creo que estábamos acostumbrados a una sociedad tan hipersexualizada pero donde la mujer no tenía la primera voz, o una de las primeras voces. Si vos ves el porno, está pensado para los hombres salvo alguna excepción. Los contenidos eróticos muchas veces están pensados en lo que excita al hombre, y también se ve en lo que le está permitido al hombre decir en las canciones y lo que se le permite a una mujer. Ahora está pasando mucho con canciones que, en la búsqueda del clickbait, se está poniendo el foco en lo que dicen las letras para hacer noticias a partir de eso. Aunque eso también pasa con hombres, la respuesta de la sociedad cuando salen estas noticias es mucho más fuerte contra las mujeres, como pudimos ver en la tiraera de Shakira.

Entonces como que muchas mujeres lo entendieron como un vehículo. Hay algunas mujeres feministas que no están de acuerdo, y eso suscita un debate muy interesante en el que no creo ser la persona más adecuada para opinar, pero sí me parece que es chévere que estas cosas se debatan. Y sobre todo, que se debatan principalmente entre mujeres, porque hay temas donde los hombres no nos tendríamos que meter, y si lo hacemos debería ser con cautela porque no es nuestro plano. Las cosas que involucran a la mujer, o como se relaciona con la música o si deben tener hijos o no, nosotros tendríamos que opinar lo menos posible porque no es nuestra realidad.

Desde su punto de vista, ¿qué le ha permitido al reguetón ser tan perdurable en la industria musical?

Ha sabido reinventarse. Vos por ejemplo ves que está primero lo que los puristas llaman el “reguetón de la mata”, después empieza a cambiar y se vuelve más electro, que ahí Wisin y Yandel aprovecharon mucho esa faceta. Después se van de plano a lo electro, ya no es tan reguetón y hacen música urbana con una estructura. Pero en ese sentido hay una cosa muy importante de entender y es que la música pop en los últimos 15 años estuvo en gran parte definida por algo que se llama el bombatón. Es un género electrónico donde confluyen muchas vertientes pero que no habría existido si no fuera por el reguetón y la electrónica. Cuando vos vas a escuchar mucha de la música en día, y especialmente de lo que denominan Electronic Dance Music (EDM), tiene influencia del bombatón y especialmente en el drop, o el clímax de la canción. Entonces a la larga, incluso cuando no identificamos ese ritmo característico en cada tema, el reguetón siempre ha estado presente. Después se va al reggae, otros vuelven a las raíces y otros siguen probando con la electrónica…

La música es cíclica, va y viene, y si ha permanecido por tantos años es precisamente por eso, porque lo ha entendido. Entonces, así como las músicas van y vienen, el reguetón para ser la música que siempre está, se pegó a fusionar con estas músicas que van y vienen y que tienen momentos donde unas están más vigentes que otras.