Alias Gabino reapareció en La Habana: el excomandante del ELN tendrá un papel en las conversaciones con el Gobierno

El comandante dimitió luego de los diálogos que se adelantaron con esa guerrilla durante el gobierno de Juan Manuel Santos

Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino

La delegación de diálogos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) incorporó al excomandante de esa guerrilla, Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, para ser parte de la Mesa de Conversaciones durante el tercer ciclo que inició el 2 de mayo.

“El Comandante Nicolás Rodríguez se vincula a estos diálogos de paz y participa en este tercer ciclo como consejero del ELN, función que armonizará con los tratamientos de salud que le está proporcionando la República de Cuba”, informó la delegación de la organización insurgente.

Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino

Alias Gabino llegó a Cuba en julio de 2018 cuando el gobierno de Juan Manuel Santos, que adelantaba conversaciones con esa guerrilla, le concedió un permiso humanitario para que pudiera recibir tratamientos médicos por quebrantos de salud y para asistir al sepelio de la comandante Paula que había fallecido en la isla por enfermedad.

Posteriormente, el gobierno debió emitir el salvoconducto para que Gabino pudiera permanecer en La Habana sin problemas. El embajador José Luis Ponce lo solicitó al Gobierno nacional por medio de una comunicación oficial revelada por Semana.

Rodríguez Bautista fue uno de los líderes guerrilleros que quedaron varados en Cuba luego de que se rompiera la Mesa de Conversaciones, en el gobierno de Iván Duque, a causa del atentado terrorista kamikaze en la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander en el que murieron 22 estudiantes de la Policía.

Allí permaneció pese a la solicitud del anterior gobierno por pedirlo en extradición, sin dar cumplimiento a los protocolos que se habían establecido para adelantar las conversaciones. Finalmente, en 2021, alias Gabino informó que abandonaba sus funciones en la dirección nacional del ELN por sus quebrantos de salud.

Tras su renuncia, la posición de primer comandante de la guerrilla la asumió Antonio García, el segundo comandante fue Pablo Beltrán y el tercero Pablo Marín, quienes pasaron a ser parte del nuevo orden jerárquico insurgente y de la Dirección Nacional. Incluso trataron de desvincular de sus acciones a los que quedaron varados en Cuba.

Delegación de Diálogos del ELN

“Por razones de orden político-diplomático y de claridad ante la opinión nacional e internacional, así como ante los Países Garantes, se reafirma que los planes militares y las orientaciones de todas las operaciones militares estarán bajo responsabilidad del colectivo del Comando Central que está en el país y del Estado Mayor Nacional; en tal sentido se libera de toda responsabilidad a los Comandantes e integrantes de la Delegación de Diálogos que se encuentran en Cuba”, señalaron en el comunicado de entonces.

Alias Gabino quedó entonces en la posición de miembro representante “en función de trabajar por la solución política”, que había sido su papel desde el 2018.

Durante la instalación del tercer ciclo de diálogos, Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, reconoció el papel de La Habana para haber acogido nuevamente la Mesa de Conversaciones, pese a que su participación en el pasado le acarreó denuncias por supuesta protección del terrorismo al no desconocer los protocolos firmados para la seguridad de los negociadores.

“La determinación y sabiduría del Gobierno cubano, que defendió el cumplimiento de sus deberes como país Garante de este proceso de paz, que le acarreó represalias que es indispensable terminar y reparar el daño causado”, sostuvo el comandante guerrillero.

Rodríguez Bautista había asumido la comandancia del ELN tras la muerte del cura Pérez en 1998. Como jefe guerrillero se le atribuyen múltiples delitos asociados a la extorsión, secuestro, homicidio, desaparición forzada, entre otros, así como la masacre de Machuca, ocurrida el 18 de octubre de ese año, en el municipio de Segovia, cuando guerrilleros elenos atacaron el oleoducto Centrales de Colombia-Ocensa con explosivos y provocaron un incendio que causó la muerte a 84 personas.