Existen muchas clases de besos, están los que delatan y los que ocultan, a veces son señal de despedida y otras de reencuentro. Están los besos célebres, como el que Julieta dio a Romeo, con el que se selló un amor eterno; pero también los infames, como el de Judas a Jesús.
Son pocas las historias que no los involucran, porque mientras se retrate el amor deben ser protagonistas. Incluso, la ciencia se ha encargado de estudiarlos, creando una rama exclusiva para este propósito, la filematología.
Los especialistas en este campo se han encargado de explicar como la oxitocina, dopamina y serotonina (unas cuantas de las sustancias liberadas cuando se besa) invaden el cerebro de los enamorados.
Según los filematólogos, para dar un beso se deben activar 36 músculos de la cara. En consecuencia, cada uno puede llegar significar un gasto de 12 calorías (siempre y cuando estén bien dados). Explican que hay otros beneficios, se favorece el apego, se fortalece el sistema inmune y la presión sanguina se reactiva mientras el sistema cardiovascular libera óxido nítrico.
Para conocer los tipos de besos preferidos por los colombianos, la plataforma Gleeden realizó una encuesta entre sus usuarios en el país. Esta es una aplicación, dirigida a personas casadas o en una relación que buscan tener una relación extraconyugal y entre las preguntas hechas se encuentran ¿cuál es su favorito? y ¿en que contexto lo usa? Estos son los resultados:
El primer puesto es ocupado por un clásico, el beso francés, también conocido como beso con lengua. Los colombianos lo usan para “avanzar en un encuentro íntimo”, por lo que se trataría de la puerta de entrada para la intimidad.
En el segundo lugar está el “andeneado”, que sucede cuando los amantes se acercan más de lo previsto. Aunque se caracteriza por ser un movimiento sutil, es de los favoritos entre los amantes colombianos, así como parte fundamental del coqueteo.
Los besos en el cuello están en el tercer puesto. Entre los comentarios hechos por las colombianas al responder las preguntas afirman que “enseñar el cuello es una invitación al coqueteo, que va más allá de un simple beso en las comisuras de los labios, si no que es un llamado para dar el siguiente paso y dejar volar la imaginación en la intimidad”.
A veces los besos no son suficientes, por eso morder fue la cuarta respuesta más votada. Para muchos se trata de un elemento básico en los juegos eróticos y el momento de la seducción. “Un ‘beso-mordisco’ es muy común entre los colombianos cuando la están en su máximo clímax, morder suave, pero a la vez con determinación es considerado por los colombianos como un gesto sensual y lleno de erotismo” señalaron desde la plataforma.
El quinto puesto es el beso negro, desde ese portal explicaron que si bien es el menos frecuente, esta práctica sexual gana practicantes en el país. Lo cual se debería a que poco a poco se superan los tabúes, de forma que tanto hombres como mujeres se animan más a experimentarlos con sus amantes.
“Es cierto que, aunque los colombianos siguen siendo muy cerrados para hablar de forma espontánea sobre su sexualidad, tal como lo sugieren estudios recientes hechos por Gleeden, el erotismo y la pasión siguen siendo centrales en los encuentros íntimos de las parejas en el país”, explicaron desde esa página.