En la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes se aprobó, con 10 votos a favor frente a ocho en contra, el informe de la ponencia de la reforma a la salud. Así las cosas la reforma sigue viva, pues si bien no significa que se haya superado el primer debate, los partidos tradicionales le dieron un nuevo aire al proyecto a la espera de que Ministerio de Salud, a los ponentes y al Gobierno nacional para lograr un consenso y aprobarla. En la votación, varios representantes conservadores se abstuvieron de votar, mientras que desde el liberalismo, la única en votar afirmativamente fue la representante María Eugenia Lopera.
Desde el oficialismo, el representante del Pacto Histórico y coordinador ponente de la reforma, Alejandro Mondragón, celebró esta victoria y el apoyo de la congresista liberal:
“La coalición del Gobierno ha tratado de integrar lo mejor del pensamiento liberal, que hoy se manifiesta de manera valiente aquí con nuestra compañera Lopera, a pesar de las presiones incluso a última hora”, dijo el representante Mondragón.
El representante del partido Liberal, Germán Rozo, luego de la votación, advirtió que “aquí lo que se ha aprobado es el informe de ponencia, no se ha aprobado la reforma, no cantemos victorias manifestando que quienes votamos en contra de una ponencia no estamos de acuerdo o sí, en una reforma”.
Luego de la votación, se radicaron dos constancias en la mesa directiva de la Comisión Séptima. Una de estas es de la representante Katherine Miranda, que hizo presencia en el debate, dejó una constancia sobre los vicios que tendría el trámite del proyecto de reforma a la salud. La otra es del representante Forero.
La representante Miranda advirtió: “dejo constancia (de) que el trámite legislativo de este proyecto de ley tiene serios vicios”. Las razones que expuso la representante son: primero, que se discutieron y votaron impedimentos cuando los miembros de la comisión se encontraron recusados en la primera sesión del primer debate el 18 de abril.
La segunda razón, de la que dejó constancia la representante Miranda, tiene que ver con que la ministra Carolina Corcho ha tenido injerencia en el trámite legislativo, lo que a juicio de la representante, “viola la división de poderes”, sustentándose en el artículo 113 de la Constitución que prevé esta división de los poderes estatales.
También advirtió que según la ley quinta, que rige el funcionamiento del Legislativo, la exposición del informe de ponencia es solo responsabilidad del coordinador ponente y “no contempla colaboración alguna entre el Legislativo y el Ejecutivo”. Para la representante Miranda, las declaraciones de la ministra Corcho, en medios de comunicación, “han tenido injerencia en la ponencia mayoritaria y la enmienda radicada sobre esta”. Esto, a su juicio, “esto es un grande atentado contra la democracia y separación de poderes, lo cual puede generar vicios de procedimiento por violar la Constitución y el reglamento del Congreso de la República”.
La constancia del representante Forero tiene que ver con las garantías a la oposición. El representante advirtió que se les han dado menos tiempos que al oficialismo y no se ha atendido a las propuestas de la oposición.
La representante Carolina Arbeláez que propuso, luego de conocerse el resultado de la votación del informe de ponencia, que la votación del articulado, cuando comience, se dé artículo por artículo. Esta proposición fue votada y negada con 8 votos a favor contra 10 votos en contra. Al rechazarse la proposición, el representante Forero, dijo que esto demuestra que lo que se quiere es “pupitrear” la reforma e insistió en que se dé garantías para la oposición.
Congresistas conservadores y de la U dijeron que no votarían el informe de la ponencia ni la reforma
Antes de que se diera paso a la votación del informe de la ponencia, varios representantes decidieron abstenerse de votar y anunciaron que se retirarían del recinto. Entre estos está el representante conservador Gerardo Yepes —uno de los que firmó la ponencia que se radicó en el Congreso— que advirtió que se abstiene de votar, argumentando que por coherencia debe retirarse, pues no puede votar negativamente una ponencia que firmó, luego de que su partido ordenara a los congresistas azules no apoyar la reforma.
“Uno tiene que tener coherencia con lo que piensa, dice y hace, hoy el partido ha manifestado que no apoya a la reforma, es una manifestación tomada en bancada. Entonces, presidente, yo he tomado la determinación de no participar de esta votación. Si voto positivo, iré en contra de las determinaciones del partido. Por eso, me retiro de este recinto para ser coherente con mi pensamiento, lo hago de cara al país. Soy respetuoso de las decisiones del Partido Conservador”, dijo.
Decisión a la que se sumó el representante José Quevedo, también del Partido Conservador, y el representante Camilo Ávila de la U.