Yacopí, al norte del departamento de Cundinamarca, se ha convertido en blanco de amenazas por cuenta de grupos de disidentes de las Farc y, más recientemente, de hombres armados que llegaron al municipio, montados en camionetas de la Unidad Nacional de Protección (UNP), a reclamar tierras que figuran a nombre de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Así lo habría dado a conocer el gobernador, Nicolás García, en medio de una entrevista concedida a Blu Radio, en la que insistió en que no debe bajarse la guardia, sobre todo después del anuncio de las disidencias al mando de Iván Márquez, según el cual fue refundado el frente 53 que, en la década de los 90s, se hizo bien conocido por las mal llamadas ‘pescas milagrosas’, en los departamentos del Meta y Cundinamarca.
“Policía y Ejército me dijeron que no existías estas alertas, y yo casi que me peleo con el defensor diciéndole que no las generara (…) unos meses después tuve que retractarme y la Policía y el Ejército reconocerme que sí había una alerta”, comentó.
Y, acto seguido, señaló que las autoridades ya se encuentran al tanto: “La gente de la zona comenzó a hablarnos y ya el Ejército está haciendo su trabajo de inteligencia. Sobre el tema del predio del que hablan, es un predio de la SAE”.
A esta amenaza; sin embargo, se suma la del regreso del frente 53, que la Segunda Marquetalia dio a conocer el 16 abril, con lo cual, el Gobierno se prepara regresar a aquellos días en los que eran reportados inconvenientes de guerra en el corredor del páramo de Sumapaz:
“Refundar el Frente 53 de la Segunda Marquetalia, nos deja ver que todavía tienen un enfoque anacrónico propio de las FARC de los 90´s, que intenta presionar a Cundinamarca y en especial a Bogotá, disputarse los corredores de movilidad como el páramo de Sumapaz para tener una salida al llano y crear esa estrategia de guerra que manejaron las FARC en la época de la seguridad democrática” indicó Nestor Rosanía, director del Centro de Estudios de Seguridad y Paz, según referencia Caracol radio.
Al respecto, el gobernador García precisó que, si bien “hoy no hay presencia ni indicios de presencia guerrillera, sí tenemos unas alertas por parte de la Defensoría del Pueblo”. Y, bajo la misma línea, añadió: “Vamos a trabajar sobre la información de las alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo”.
Hizo un llamado a no quedarse de brazos cruzados y, en la medida de lo posible, ir a su encuentro “”no seamos negacionistas, no esperemos a que lleguen porque ya están al lado (Meta) (…) Hemos pedido al Ejército que vayamos a ese corredor e instalemos puntos”.
Y es que, si bien el comunicado detalla que su regreso a Cundinamarca responde a “un gran sentimiento de lucha para construir la paz con justicia social, democracia verdadera y so-berania patria”, en un momento en el que dicen ser “la guerrilla de la paz, de la defensa del medio ambiente, el territorio, los intereses de los desposeidos”
García sospecha que puede tratarse de una estrategia, sobre la que, aun así, “debemos tener un especial cuidado sobre este corredor del Sumapaz”.
Sobre todo, después de hacer manifiestas sus intenciones de sumar esfuerzos con el ELN en la lucha armada contra el Gobierno colombiano: “Continuaremos buscando coordinar esfuerzos con la guerrilla del ELN y todos aquellos compañeros que no han plegado sus banderas de patria para todos. La fuerza del pueblo está en la unidad. Ahí está la potencia transformadora. Seamos un solo puño en alto en la búsqueda de la felicidad del pueblo”.