Mientras por un lado el proyecto que buscaba prohibir los espectáculos con animales como corridas de toros, corralejas y peleas de gallos se cayó en el Congreso de la República; por otro avanzan con apoyo iniciativas que tienen el mismo propósito de proteger a los seres sintientes utilizados con fines económicos, como es el caso de los turísticos.
El proyecto es promovido por congresistas de la Costa Caribe. Es de autoría de la senadora Nadia Blel, del partido Conservador, y la encargada de la ponencia es la senadora de Cambio Radical, Ana María Castañeda. Poco después de radicarlo salió airoso del primer debate en la Comisión Sexta del Senado.
El proyecto tiene el objetivo de prohibir de manera definitiva y general el uso de animales para la atracción turística y medidas especiales de protección para aquellos seres que se encuentran en estado de vulnerabilidad. Uno de los ejemplos de Castañeda fue el caso de la ciudad Heroica.
“Los coches en Cartagena son una de las actividades favoritas de los turistas extranjeros, colombianos, que disfrutan un paseo viendo la hermosura de nuestro centro amurallado, de esa arquitectura que tiene la ciudad... se han confundido este tipo de prácticas bajo el amparo de culturales pero que no pueden permitir el maltrato”, sostuvo la congresista en su exposición del proyecto.
Según la senadora, esta práctica pone en riesgo la integridad de los animales y por lo tanto, debe evolucionar. Incluso expuso que en la Procuraduría existen registros de al menos 82 historias clínicas de caballos cocheros con diferentes crisis, cascos agrietados y temperaturas excesivas para ellos. Señaló que varios de ellos de raza criolla no resisten el peso de los carruajes, solo de los jinetes, pero aún así son utilizados en esa práctica.
Castañeda propuso que las personas que se dedican a los paseos en coche podrían buscar otras formas para brindar los recorridos sin animales. En ese sentido, señaló que “es necesario que se cumpla un plan adaptación laboral y de reconversión productiva que permita acoger a las familias que devengan su sustento de esta actividad, beneficiando a la industria al sustituir los animales por nuevas herramientas de trabajo y transporte, que sean más modernas y completas”.
La senadora señala que las familias que se sostienen por ese tipo de trabajos no deben sentirse preocupados por la iniciativa, pues se busca que la ley cree condiciones que amparen su sostenimiento económico a través de mesas de trabajo y audiencias públicas que permitirán conocer sus necesidades dentro de la iniciativa.
“Buscamos prohibir el uso de animales para la tracción de vehículos con fines turísticos. Ya en 2021 se prohibieron los vehículos de tracción animal en todo el territorio nacional dejando por fuera los que tenían fines turísticos”, aseguró Castañeda.
La ley establece que haya sanciones y multas superiores a 10 salarios mínimos legales vigentes para aquellos que continúen con las prácticas a partir de un año después de que entre en vigencia la norma. Los municipios y distritos serán los encargados de definir los mecanismos alternativos o sustitutos de los vehículos, basados en principios culturales, históricos y las necesidades de las personas que se dedican a esas labores.
Castañeda propone que sean vehículos eléctricos, regulados por el Ministerio de Transporte, que ya se han implementado en otras ciudades como Santo Domingo o en Petra, en Jordania, manteniendo los atractivos turísticos y las características de patrimonio.
La senadora Blel, autora de la iniciativa añadió que “Esta ley tiene un doble propósito: beneficiará a los animales quienes tendrán una ruta integral de atención integral, pero también dignificará la labor de los cocheros, brindándoles mejores garantías laborales”.