A tres días de que se retomen los diálogos entre los negociadores de paz del gobierno Nacional y la guerrilla del ELN, se conoció que una de las periodistas de mayor trayectoria del país, María Jimena Duzán, se va del equipo de negociación.
Así lo confirmaron en el medio digital La Silla Vacía, donde recordaron que esta semana se llevará a cabo una nueva ronda de negociación, en esta ocasión en La Habana (Cuba). No obstante, aún no se conoce las razones de la salida Duzán, que en noviembre del año pasado se sumaba al proceso como parte de la ciudadanía.
“Voy a ir a la mesa de negociación no como parte del gobierno sino en representación de la sociedad civil”, citaron de sus declaraciones en noviembre de 2022 en el periódico El Tiempo.
En el diario bogotano indicaron que la participación de la periodista se hacía como una invitación del gobierno Nacional, para incrementar la participación femenina en los diálogos en los que en ese momento se anunciaba que también estarían la abogada Nigeria Rentería y la pastora presbiteriana, Adelaida Jiménez, y la presentadora y excandidata al Congreso Mabel Lara.
Precisamente, sobre esta última, en La Silla Vacía indicaron que también se fue del equipo negociador, al parecer, porque es posible que se lance por la alcaldía de Cali.
La salida de las comunicadoras ocurrió en un momento crítico del proceso con el grupo subversivo, ya que el 31 de marzo el grupo subversivo perpetró un ataque contra base del corregimiento de Guamalito del municipio de El Carmen (Norte de Santander) en el que murieron 10 uniformados, ocho de ellos jóvenes soldados que prestaban su servicio militar obligatorio.
Desde entonces, por parte de esa estructura insurgente solo han manifestado hostilidad en contra del gobierno Nacional, pese a la insistencia de continuar con el diálogo.
El jefe subversivo alias Antonio García ha protagonizado todos estos episodios, donde el primero fue cuando justificó en su cuenta de Twitter que el mencionado ataque contra los miembros de la Fuerza Pública era legítimo, ya que los operativos en su contra no habían cesado.
Incluso hizo señalamientos amenazantes en contra de las periodistas María Alejandra Villamizar y Vicky Dávila, que finalmente le costó el cierre de su perfil en esa red social.
La hostilidad más reciente fue que negó que en ese grupo al margen de la ley no engrosaban sus filas, bajo intimidaciones, con niñas, niños y adolescentes.
“Hemos hecho claridad que el ELN no hace reclutamientos. Las personas se vinculan voluntariamente. No vinculamos menores de edad a nuestras filas combatientes (sic)”, señaló en la misiva.
Esa polémica se avivó más, luego de que uno de los integrantes de la mesa de negociación por parte del gobierno Nacional con ese grupo ilegal, el excombatiente del M-19 Otty Patiño, sostuviera que desconocía si en esa guerrilla perpetraba esa práctica que atenta contra el Derecho Internacional Humanitario.
“De pronto es así, ¿no? (¿Qué reclutan) forzosamente? La verdad no sé”, respondió de forma escueta cuando en una declaración con periodistas le reguntaron sobre las declaraciones del jefe subversivo.
Su afirmación la hizo en reacción a las afirmaciones del gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, quien alertó por las denuncias de presuntos planes para secuestrar a 12 menores de edad.
El señalamiento a esa estructura subversiva fue respaldado por Juan Guillermo Muriel Agudelo, un líder social en Yarumal que trabaja por la defensa de los Derechos Humanos del municipio de Yarumal, quien sostuvo que bajo la promesa de darles dinero, estaban llevando menores a las filas del ELN.
Mientras que en la alcaldía de esa población antioqueña afirmaron que tenían información de que una menor de 17 años ingresó, con otras tres jóvenes, al grupo guerrillero, pero ella fue devuelta con su familia al manifestarlo a la guerrilla.