Información brindada por La Silla Vacía da cuenta de que la Cancillería de Colombia envió invitaciones a la cumbre internacional en cabeza del presidente Gustavo Petro a tan solo una semana de realizarse el evento. No obstante, desde el mes de marzo existe un documento en el que se detalla la agenda a tratar y los países invitados.
Según el medio anteriormente citado los equipos del embajador en Washington Luis Guillermo Murillo y Laura Sanabria, quien es jefa de gabinete de Petro, enviaron el escrito a Leyva, pero este habría tomado la decisión de no hacer uso del mismo; por ello se deduce una disputa entre los funcionarios.
Respecto a la agenda del evento se sabe que, desde septiembre del 2022, Murillo ha liderado un plan para que se dé continuidad a los diálogos entre los bandos venezolanos (gobierno-oposición), y el gobierno de los EE. UU., en México. Respecto a este plan se ideó la conferencia que se realizará en la capital del país el 25 de abril en presencia de varios líderes políticos del mundo y con la finalidad de tratar la política en el país vecino.
Cabe mencionar que entre una de las mayores críticas que se ha hecho por parte del gobierno venezolano se relaciona a las sanciones que Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sobre el régimen de Nicolás Maduro. Se espera que durante la jornada se genera una ruta en beneficio del cronograma electoral en Venezuela.
Parece que el canciller Álvaro Leyva estuvo al margen de la situación en un primer momento, porque Murillo era el delegado desde Presidencia para este tema, según comentó una fuente de la Cancillería ante La Silla Vacía. Ante este medio se comentó que Leyva habría presuntamente obstaculizado la conferencia por no querer ser opacado durante el proceso.
Ante esta versión Álvaro Leyva se refirió ante el medio referenciado y comentó que esta aseveración era ‘ridícula’, ya que según el líder de la Cancillería ‘lo que hay es un equipo’, ya que si no fuera de esta manera no se habría logrado todo lo que ahora se evidencia y solicitó no sembrar ‘cizaña’.
Pero al momento de que la Cancillería integrara el plan se vio desorden; ejemplo de ello fue la demora a la hora de entregar las invitaciones, la gestión del Ministerio de Relaciones Exteriores y algunos problemas con el gobierno de México, razones por las que se pensaba en un posible aplazamiento de la jornada.
Pese a esto la delegación mexicana ya confirmó que asistirá a la conferencia, pero no ha mencionado el nivel de su participación, y si le delegación está en cabeza de Marcelo Ebrard, canciller de la nación.
Por su parte la relación con la oposición venezolana también se vio afectada, porque en un primer momento se tenía contacto únicamente con el embajador Murillo, quien se consolidó en el aliado para concretar algunos de los temas a discusión puestos sobre la mesa.
La contienda entre el canciller y el embajador habrían quedado en evidencia por las visiones que cada uno tiene respecto al mismo tema, según comentó una fuente de la oposición venezolana que solicitó no dar a conocer su identidad: “La relación entre Leyva y Murillo es mala y está llena de saboteo’'.
Con la llegada del líder de la oposición Juan Guaidó, la Cancillería salió al paso y desmintió que este hiciera parte del grupo de invitados o que fuera a participar de la cumbre, reunión que tendrá representación por parte del gobierno venezolano y sus contendientes políticos.
Ahora con la llegada de representantes de 19 países se sabrá si es real o no la tensión entre Leyva y Murillo porque los dos harán parte del grupo de asistentes de la cumbre de Venezuela.