La propuesta de los presidentes de los clubes afiliados a la Dimayor de volver a poner las mallas en los estadios ha generado diversas opiniones en pro y en contra de la medida. Para muchos serían retroceder a los años antes de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA en 2011, cuando por orden del ente rector del fútbol mundial, los estadios que albergaran la competencia debían retirar los mallados en las tribunas.

La reciente ola de violencia en los estadios, en donde hinchas han invadido el terreno de juego para agredir a los jugadores, mientras que otras hinchadas han tenido violentos enfrentamientos con la Policía, llevó a que desde la Dimayor se propusiera regresar el paisaje al de años atrás donde la cancha se delimitaba con mallas para que los furibundos aficionados no intentaran ingresar.

Dentro del comunicado publicado por la institución reguladora del Fútbol Profesional Colombiano, se exigió la implementación de las vallas bajo los términos que abarcan la Ley 1270 de 2009 en la que se establecen los protocolos para la Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol:

Así era como lucían los estadios antes del 2011, cuando muchos tuvieron significativas remodelaciones que permitieron el retiro de los mallados y nuevas capacidad que permitieran el disputar la Copa del Mundo juvenil.

El escenario deportivo más importante de Santiago de Cali, antes de la remodelación que inicio en 2009, llegó a tener una capacidad de hasta 60.000 espectadores. Este fue uno de los estadios donde más veces se demostró que las mallas no eran impedimento para que los violentos se apoderarán del espectáculo. Las barras del Deportivo Cali y América de Cali en más de una ocasión obligaron a suspender los encuentros.

El actual alcalde de la ciudad, que lideró la remodelación años atrás, Jorge Iván Ospina, demostró en diálogo con El Alargue de Caracol Radio estar en desacuerdo con la recomendación, “La malla es enjaular al hincha. Eso es una muestra de que no se pudo acabar con los responsables que quieren acabar el fútbol. Nuestra sociedad está pasando por una indisciplina colectiva, qué hay que evitar. Hay que aprovechar las nuevas tecnologías para evitar la entrada a los estadios”.

El estadio de la capital de la República fue otro que por largo tiempo tuvo el alambrado como adorno de las tribunas en el estadio donde ofician de local Independiente Santa Fe y Millonarios FC. Su actual capacidad es de 36.000 personas, aunque en algún momento fue muy superior al de las principales ciudades, siendo incluso sede de equipos como Atlético Nacional en la Copa Libertadores.

El secretario de Gobierno, Felipe Jiménez Ángel, también recriminó la recomendación realizada por la Dimayor, “en el Campín las tribunas laterales tienen un aislamiento que genera seguridad. En la tribuna oriental no lo hay, gestores y logística brindan seguridad. No estamos de acuerdo que haya que poner vallas para generar seguridad. Las vallas no promueven la convivencia en el fútbol”.

La remodelación del estadio de la ciudad de Ibagué, el Manuel Murillo Toro, que permitió retirar las mallas que dividen las tribunas del campo de juego, recién fue en 2015, luego de que este escenario no hubiese sido utilizado para la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA. Fue entonces cuando se invirtieron 13 mil millones en el campo de juego, tribunas y camerinos para adaptarse a las medidas determinadas por el ente rector del fútbol mundial.

El estadio donde ofician como locales Independiente Medellín y Atlético Nacional fue otro de los que en 2011 con motivo de la Copa Mundial de la FIFA vio como las mallas pasaban al olvido. La ciudad de Medellín ha sido ejemplo de convivencia al impulsar el desarrollo del Clásico Paisa con la presencia de ambas hinchadas sin hechos que lamentar al interior del mismo, más allá de algunos conatos de bronca protagonizados por intolerantes.

El alcalde, Daniel Quintero fue tajante al decir que ellos no están dispuestos en volver a instalar mallas alrededor del campo de juego, “Poner vallas en el estadio es incrementar el riesgo de estampida. Medellín no acogerá la mala recomendación de la Dimayor. Si por seguridad el partido no se puede jugar, simplemente no se juega”.

El único estadio en Colombia, de los que se utilizan en la primera división del campeonato colombiano, que tiene mallas alrededor del campo de juego, es el estadio Metropolitano de Techo. Esta es habitualmente la sede de La Equidad en sus partidos de local y sus graderías suelen ser completadas en aforo cuando los equipos históricos del FPC visitan la ciudad de Bogotá para medirse a los Aseguradores.