En toda una novela se convirtió el caso del joven colombiano José Antonio Potes, cuya familia aseguró en el informativo de televisión Noticias Uno que había sido encarcelado en El Salvador al ser señalado de pertenecer a una pandilla, luego de que viajara a ese país en busca de mejores oportunidades y por su admiración a su presidente, Nayib Bukele.
Para este caso la polémica continuó, ya que después de que se conociera el caso de su privación de la libertad, él mismo publicó un video, que reveló la revista Semana, en el que sostuvo que no fue capturado por formar parte de una mara, sino por un lío migratorio.
“En estos momentos estoy acá en las calles libre”, indicó el joven al inicio de la grabación con la que se desmentiría la versión de su madre y la de su compañera sentimental, que desde el municipio de Ríofrío, en el departamento del Valle del Cauca, aseguraron al mencionado noticiero que lo habían acusado de pertenecer a la Mara 18 colombiana por lo que lo encarcelaron y dejaron incomunicado.
Seguido, explicó que sí tuvo un lío legal con las autoridades del país centroamericano, pero que se trató de un asunto migratorio.
“Fue algún malentendido por algo que estaba en la cárcel por temas de pandillas, pero nunca estuve (por eso), sino por (asuntos) de migración, porque estaba sin permiso de trabajo y estaba laborando, y estuve detenido. Veo que los medios difundieron algo que no era”, reiteró.
No obstante, cuando se conoció del caso, miembros del gobierno de Bukele acudieron a la cárcel en la que se encontraba Potes para dejarlo en libertad, siempre y cuando grabara un video con el se retractara de lo que dijeron sus familiares en Colombia y dejara claro que solo se trató de un malentendido, indicaron fuentes de Noticias Uno en El Salvador.
Esa información la habría confirmado en ese noticiero la misma Cancillería, donde, además, mencionaron que hasta le compraron ropa. Incluso en el informativo obtuvieron documentos de esa entidad estatal donde se daba cuenta de que el admirador del presidente salvadoreño había sido capturado en una redada militar y policial bajo la sospecha de que era un pandillero.
“El pasado 21 de enero, en horas de la tarde, dos colombianos fueron detenidos en la colonia Las Margaritas, del municipio de Soypango (San Salvador) (...) en el marco del Régimen de Excepción actualmente vigente en el país”, citaron de la información que les proporcionó la Cancillería.
Mientras que en otra comunicación que les proporcionó el consulado colombiano en El Salvador, que data de febrero de este año, el gobierno de ese país les confirmó que privaron de la libertad a Potes.
“(La) detención del señor José Antonio Potes Cáez. Actualmente está recluido en el Centro Penal de Admisiones de Ilopango, bajo el delito de ‘agrupaciones ilícitas’ en el marco del Régimen de Excepción actualmente vigente en el país”, destacaron de la respuesta de la entidad diplomática.
También refirieron que el colombiano fan de Bukele estaría en la cárcel por seis meses, los cuales podrían prorrogarse si la Fiscalía salvadoreña lo requiriera.
En ese noticiero entrevistaron a Eliana Potes Cáez quien sostuvo que las autoridades de El Salvador no le permitían comunicarse con su hijo, a quien encarcelaron porque, al parecer, asumieron que era un pandillero por el tatuaje que tiene en el pectoral izquierdo.
“No me lo dejan ver por ese régimen que hay allá (...) Un solo tatuaje tiene y es en el pecho. Es el nombre de mi mamá, la fecha en que ella nació y (falleció)”, dijo.
Mientras que Claudia Marcela García, la compañera sentimental del joven en Colombia, con la que, además, tuvo un hijo que ahora tiene cuatro años de edad, afirmó que en la última comunicación que tuvo con Potes, él le había dicho que lo detuvieron al ser acusado de pandillero.
“Está capturado porque pertenece a la Mara 18 colombiana, ¿dónde aquí hay (un grupo de esos)?”, cuestionó la mujer en la entrevista.
Por su parte, Semana consultó con la hermana del joven, Karol Potes, quien reiteró que su familiar viajó a El Salvador porque era un fan de su presidente, Nayib Bukele, a quien admiraba por su mano dura contra el crimen organizado, pero también porque tenía un amigo que se había logrado acomodar en ese país.
Sin embargo, en la revista sostuvo la misma versión de su cuñada, que a José Antonio Potes lo detuvieron por presuntamente pertenecer a la Mara 18.