Voluntario de la Defensa Civil fue encontrado sin vida luego de ser arrastrado por el río Mayo en Nariño

A unos 50 kilómetros de donde fue arrastrado por la quebrada Vateros, unidades de búsqueda encontraron el cuerpo sin vida de Javier Orlando Cerón Meneses, voluntario de la Defensa Civil que en la madrugada del domingo 23 de abril, atendía una llamada de emergencia, por cuenta de las lluvias, en el municipio de San Pablo (norte del departamento de Nariño).

Más de 200 personas, entre ellas, integrantes de la Policía, la Defensa Civil, comunidades vecinas, militares y miembros del cuerpo de bomberos estuvieron buscando a Javier durante 10 horas. Sin embargo, poco pudieron hacer una vez salió a flote en el corregimiento del Ejido (Policarpa), según dijo en entrevista para Blu Radio Daniel Chávez, director de la Defensa Civil en Nariño.

Desde que se enlistó como voluntario hace tres años, Javier era bien conocido entre sus compañeros por ser amable y diligente, siempre listo para ayudar en situaciones de emergencia, al norte del departamento.

Por lo que, desde la Defensa Civil, lamentaron su trágico deceso: “Los integrantes de la Defensa Civil Colombiana, con profunda tristeza, expresamos nuestros sentimientos de consideración y solidaridad con los familiares, amigos e integrantes de la Fuerza Naranja en el departamento de Nariño”.

Sus restos fueron trasladados, nuevamente, a San Pablo, en donde familiares, amigos y compañeros honraran su memoria, en una ceremonia fúnebre.

Mientras adelantaba acciones humanitarias en San Pablo, luego de una noche lluviosa que generó que el río Mayo se saliera de su cauce y destruyera cinco viviendas, inhabilitara las vías cercanas y afectara los cultivos, Javier quedó atrapado por las aguas.

Y, una vez en el afluente, fue arrastrado por la corriente hacía el noroccidente del departamento, a unas cuatro horas de distancia de donde sus compañeros lo vieron por última vez.

En la noche del sábado (22 de abril) y la madrugada del domingo (23) se registró un fuerte aguacero al norte del departamento que duró alrededor de cinco horas.

De ahí que, en la mañana del 23 se registraran deslizamientos de tierra y desbordamientos de quebrada en 13 municipios, en los que, servicios de rescate estuvieron atendiendo emergencias en vías, viviendas y cultivos.

En el casco urbano de San Pablo, por ejemplo, el desbordamiento de las quebradas La Brisa y Vateros, obligaron a evacuar algunas familias.

De otor lado, en los municipios de Los Ángeles, Balcones de Mayo y Samanes se reportaron problemas con el acueducto.

Mientras que, La Cruz, San Gerardo (municipios) y las veredas El Salado, El Churus, La Ciénega, La Dantas y El Paramito quedaron incomunicadas por la pérdida de bancada, según el medio citado.

Siendo, posiblemente, el caso de San Gerardo el más preocupante; ya que, tras la caída del puente vehicular a la altura de El Mochingoy, las autoridades no han podido atender a las familias que perdieron su casa o están a punto de perderla; a pesar de que, a mediados del 2022, solicitaron que se construyera un muro de contención entre la zona habitada y el río que acabó con la vida del voluntario Cerón.

Aún se podrían presentar algunas precipitaciones durante el primer semestre del año; sin embargo, se espera que El Niño llegue durante el tercer trimestre de 2023. Así lo habría dado a conocer Johanna Herrera, oficial de Bosque y Cambio Climático de WWF, en una entrevista para agencia EFE.

Según dijo, la probabilidad de incendios forestales es baja en el primer semestre del año, pero se espera que El Niño irrumpa con fuerza a partir de julio y se prolongue por el resto del año, afectando, con mayor fuerza las regiones Caribe y Pacífico, donde se anticipan condiciones de sequía.