La semana pasada la directora de la Dijín, brigadier general Olga Sánchez Salazar, dio a conocer que tras un operativo de varios meses se logró la desarticulación de una red de trata de personas y explotación sexual que operaba en Cartagena. Sin embargo, esto fue una coincidencia, ya que antes de lograr dar fin a esta estructura, el primero acercamiento se dio por las múltiples denuncias de turistas que tras visitar la Ciudad Amurallada y tomar algunos cocteles, eran drogas y despojados de sus pertenencias.
“Se determinó que esta estructura criminal generaba control territorial delictivo en la Torre del Reloj de Cartagena, donde mujeres y personas con orientación sexual e identidad de género diversa eran sometidas a ejercer la prostitución, pagando el 60% por cliente a la estructura, vender sustancias estupefacientes y escopolaminar a clientes (extranjeros) para ser objeto de hurto por otros miembros de la estructura; así, en el proceso investigativo se logran identificar 8 víctimas de las cuales 2 son mujeres transgénero”, especificó la Policía Nacional.
De acuerdo con la información a la que pudo acceder El Tiempo, en noviembre del año pasado la embajada de Estados Unidos en Bogotá ya tenía más de diez quejas de atracos a sus ciudadanos en la ciudad de Cartagena, donde la modalidad usada era la misma, por lo que se acercaron a las autoridades colombianas para comenzar una investigación en forma y evitar que este tipo de crímenes empañen a visita de sus ciudadanos en el país.
Tras esto, la Dijin de la Policía comenzó la investigación y a recolectar algunas pruebas y pistas que los llevaría a una red criminal que no solo estaba especializada en el robo a turistas, sino que se encargaba de reclutar mujeres, incluso, menores de edad para prostituirlas y explotarlas sexualmente en un establecimiento que tenía fachada de un bar promedio. Además, que según los registros tenían en su lista más de treinta denuncias.
El día que se procedió a dar captura a los criminales en el proceso encontraron 11 personas que hacían parte de la estructura, entre los capturados se encontraban una influenciadora identificada como Maura Llega, quien habría sido ficha clave en el proceso de reclutar a las víctimas, unas mellizas que era las encargadas de robar a los turistas, identificadas como Greimary Andrea y Greisy Andreína Torres González, de 21 años, de nacionalidad venezolana, Jesús Aníbal Romero Infante, también venezolano y que y usaba una fachada de guía turístico que le servía para identificar los turistas que podrían ser robados o que podrían ser “clientes” de prostitución.
También fue capturado César Berrío, quien llevaba a los turistas a los establecimientos correspondientes dependiendo del perfil, y finalmente un hombre conocido por su alias de Plus, que sería quien dirigía toda la estructura y a quien no se le conoce aún su identidad real, este último fue capturado un día después de la redada, ya que al darse cuenta de que habrían sido identificados por las autoridades intento huir.
Pero lo que ayudo a que las autoridades pudiera desmantelar el grupo criminal fueron las pistas de los turistas, especialmente los estadounidenses, que señalaban los mismos patrones, como lo mencionó el diario colombiano: las personas que los abordaban eran dos mujeres idénticas, todo comenzaba en la Torre del Reloj, usualmente les ofrecían bebidas alcohólicas como cocteles y posteriormente perdían la razón y cuando le levantaban no tenían ni siquiera sus papeles.
Finalmente, uno de los resultados más aplaudidos, además de que ya la red no podrá atacar a más extranjeros y turistas, es que, al menos 20 mujeres fueron liberadas de la esclavitud sexual y hoy se encuentran tratando de recuperar su vida con ayuda de las autoridades y proceso de acompañamiento tanto físico como psicológico.