Tras un reciente análisis por parte del Icfes y la Universidad de Chicago donde detallaron las brechas que existen entre hombres y mujeres en el campo del conocimiento de las matemáticas se detalló que el desfase comienza en los grados superiores de la secundaria.
La conclusión se originó después de analizar las pruebas realizadas por los estudiantes de la formación básica del país, entre el 2008 y 2020, añadiendo que el efecto es más notable es a partir del grado noveno.
Sin embargo, aunque la brecha no es tan evidente en los grados inferiores las matemáticas siguen siendo el “coco” para muchos niños, niñas y jóvenes colombianos, según lo señaló la Fundación Universitaria Konrad Lorenz.
“Porque algunas veces se les dificulta su aprendizaje o no encuentran el sentido de lo que les enseñan o están aprendiendo”, añadió la fundación.
Si bien, el área del conocimiento de las matemáticas es un tema que afecta a esa población, la fundación precisó que en los últimos años los campos relacionados con la inteligencia artificial, robótica, aplicaciones móviles y para la ciencia en general vienen en aumento en el campo laboral, por lo que las matemáticas se convierten en un factor fundamental para acceder a una de esas disciplinas.
Óscar Leonardo Pantano, doctor en Educación con énfasis en Educación Matemática y docente del programa de matemáticas de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, presentó algunas alternativas para propiciar que los niños, niñas y adolescentes disfruten y se sientan vinculados al proceso de enseñanza-aprendizaje:
- Enseñar matemáticas a partir de la lectura de libros interesantes y divertidos: como, por ejemplo, “El diablo de los números” de Hans M. Enzensberger, “Malditas matemáticas” de Carlo Frabetti, “Planilandia: una novela de muchas dimensiones”, el hombre que calculaba de Malba Tahan, entre otros.
“Sumergirse en el mundo de las matemáticas a través de aventuras inesperadas y sorprendentes, de retos o juegos matemáticos y de estrategias de cálculo mental y de resolución de situaciones que pueden implementar en su proceso de formación para complementar su aprendizaje y por qué no para hacer los cálculos más rápido y de una manera más divertida”, detalló Pantano.
El docente señaló que un buen ejemplo de esa metodología se puede detallar en el libro “El hombre que calculaba”, ese reto solicita formar cualquier número, 0, 1, 2, … usando solamente cuatro 4 y las operaciones de suma, resta, multiplicación y división, por ejemplo: “el cero se forma a través de 44 – 44, cuatro cuatros, ¿cómo obtendrías el número 2?”.
- Enseñar matemáticas mediada por la utilización de recursos didácticos: como las “Torres de Hanoi”, “los Pentominós”, “los Bloques base diez”, “el Geoplano, Tangrams”, “el salto de la rana”, entre otros.
De acuerdo con el doctor, esos recursos, como el Tangram y los Pentominós, contribuye a representar algunos conceptos geométricos; pero, además, con las Torres de Hanoi, “se podrían trabajar objetos matemáticos como la potenciación y las sucesiones, puesto que el reto en este caso consiste en determinar el total de veces que se deben mover todos los discos para ubicarlos en una varilla distinta a la que se encuentran dispuestos todos inicialmente”.
- Enseñar matemáticas mediada por el uso de software o aplicaciones: como “GeoGebra”, “Wolfram Alpha”, “Maple”, entre otros; con el fin de modelar objetos en tercera dimensión que no son tan fáciles de representar y manipular a lápiz y papel y que pueden girarse, agrandarse y alterarse con más facilidad en esos software y aplicaciones.
- Enseñar matemáticas desde la resolución de problemas: con el propósito de que se tome conciencia gradualmente de que las matemáticas son útiles para comprender y modelar algunas situaciones del mundo real y que no solamente se trata de aplicar algoritmos una y otra vez de manera memorística y repetitiva.
En esta línea metodológica Pantano expone que: “Un problema muy interesante y que se encuentra en el libro Pensar Matemáticamente de John Mason, Leone Burton y Kaye Stacy es el siguiente: Una cabra está atada con una cuerda de 6 metros a la esquina exterior de un establo de 4 metros por 5 metros situado en un campo cubierto de hierba. ¿Qué superficie de hierba puede pastar la cabra?”.
Pantano agregó que ese problema como muchos otros pone en evidencia que las matemáticas posibilitan interpretar y dar solución a situaciones de la cotidianidad. A su vez, el doctor enfatiza que es conveniente proponer situaciones problema que permitan tomar decisiones y hacer implicaciones de la solución encontrada en el contexto de la situación problema.
Empero, el doctor agregó que existe otra alternativa, considerada por él como la “más importante”. Esa alternativa consiste en enseñar matemáticas “con amor, con pasión”, disfrutando realmente el proceso de enseñanza, interactuando con los niños, niñas y adolescentes, en una búsqueda en común en la que no solo el aprendizaje trata de saberes sino también de seres que se transforman y se reconocen en las prácticas matemáticas que llevan a cabo.