El rector de la Universidad Pedagógica, el profesor Alejandro Álvarez Gallego, denunció que la universidad se está cayendo a pedazos, hay hacinamiento, la institución está muy cerca a tener que declarar una emergencia, y lo que es aún más grave, no está preparada ni para un temblor ni para un sismo porque no cumplimos con las normas de sismo resistencia.
Eso implicaría unas obras profundas de reforzamiento estructural, “eso vale mucha plata y ni siquiera tenemos los recursos para hacer los mantenimientos mínimos y regulares que necesita cualquier edificación”.
No obstante, de acuerdo con el directivo, un plan maestro de infraestructura, contando la ampliación de la universidad, puede estar costando cerca de $250.000 millones a largo plazo.
“Efectivamente se está cayendo a pedazos. Estamos viviendo una situación crítica no solamente por la coyuntura del gobierno que, por supuesto, agrava todos nuestros problemas, sino que este es un fenómeno que viene de muchos años atrás, de financiamiento de la universidad pública. No nos están llegando los recursos suficientes para hacerle mantenimiento, mejoras y ampliación de la infraestructura de la universidad”, comenzó por denunciar el rector Álvarez Gallego este sábado 22 de abril a los micrófonos de Blu Radio.
Añadió que, adicional al deterioro, hay hacinamiento en la sede de la 72 porque el número de los estudiantes ha crecido, y la institución espera que siga creciendo tanto en las licenciaturas como en los posgrados.
“Están habitando un espacio que no tenemos posibilidades de adecuar porque son estructuras que suman muchos años de deterioro. Los cielos rasos, las cubiertas, las redes eléctricas, las redes hidráulicas, las tuberías están oxidadas y deterioradas y necesitan una intervención de fondo. El cansancio de los materiales es normal pero no hay presupuesto destinado y adecuado para poder hacer esos mantenimientos. Estamos sufriendo una situación crítica y estamos de verdad a punto de declarar una emergencia”, puntualizó al medio de comunicación ya referenciado.
Al respecto del hacinamiento, precisó, la universidad está pagando más de $3.600 millones de pesos al año en arriendos para mitigar el exceso de personas que ya no caben en la institución educativa.
La solicitud al Congreso de la República
Ante esta situación, el rector está haciendo un llamado al Congreso de la República, que en este momento está definiendo los recursos para la adición presupuestal que le deben presentar al Ministerio de Educación para poder invertir en las infraestructuras de la universidad.
“Otras universidades públicas pueden contar con algunos recursos extraordinarios que provienen de las entidades territoriales, las gobernaciones, los municipios, pero nosotros no tenemos sino la fuente de la nación y esta misma está amarrada porque la Ley 30 limita el porcentaje que le pueden entregar a las universidades anualmente para invertir en infraestructura. Necesitamos unos recursos extraordinarios que estamos esperando que el Congreso le entregue a la universidad”, advirtió a este respecto el rector, quien avizoró a decir que esta es una ley que debería reestructurarse, en tanto que dejó estrangulado el presupuesto de las universidades públicas.
El profesor Álvarez Gallego advirtió que la universidad hace cosas maravillosas, increíbles, con profesores excelentes (que desafortunadamente, también están en condiciones económicas difíciles por la falta de presupuesto), “pero hay que decir la verdad: estructuralmente estamos atravesando una crisis grave y la universidad se está cayendo a pedazos literalmente. Todos los vemos, como se caen pedazos de paredes, se profundizan las grietas, los pisos, hay escasez de baños... Hay estructuras que llevan 70 años sin ser intervenidas”.
Por último, el rector dijo que el Gobierno ha estado pendiente del tema, “por primera vez tenemos un oído”, pero debe acelerarse el tema.