Aunque el suicidio en los pueblos indígenas es una práctica poco común, el Consejo Territorial Indígena presentó unas cifras que prendieron las alarmas de las instituciones. De acuerdo con la autoridad, en 2023, 15 indígenas de Chocó se han suicidado. Las víctimas corresponden a cuatro hombres y 11 mujeres, entre los 12 y los 28 años de edad.
“Pudimos identificar dos factores fundamentales, uno de esos es el conflicto armado, y el otro es la crisis humanitaria que está afrontando el departamento del Chocó. A esto se le suma el miedo en el que vive la población”, señaló Ilsa Banuví Caizamo en entrevista con W Radio, y quien es la coordinadora de jóvenes del Consejo Territorial Indígena del Chocó.
Sobre esta situación se pronunció la Defensoría del Pueblo que destacó que esta problemática de salud mental; “se relaciona directamente con las afectaciones causadas por el conflicto armado, cuyos principales actores al margen de la ley son el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia-Clan del Golfo”.
Según explicó la entidad del Ministerio Público, las formas de suicidio de las personas indígenas fueron por ahorcamiento y envenenamiento.
Los casos se reportaron en seis municipios del departamento: Bojayá (2 mujeres se suicidaron), Alto Baudó (1 mujer), Quibdó (3 mujeres y 2 hombres), Bahía Solano (1 mujer), Bagadó (3 mujeres y 1 hombre) y Lloró (2 hombres).
Los factores que pueden tener relación con estos casos derivados del conflicto son las rupturas culturales, la violencia generalizada, el acoso e instrumentalización de menores de edad para la guerra, la violencia sexual, el confinamiento y desplazamiento recurrentes y el control ejercido por los grupos armados ilegales a los territorios y a la población.
Para hacerle frente a esta situación, Carlos Camargo, defensor del pueblo, le pidió al Ministerio de Salud y a la Secretaría de Salud de Chocó que establezcan programas de atención y se movilicen hasta los territorios afectados.
“Sabemos de las afugias de las que son víctimas estas comunidades, a las que se tienen que enfrentar a diario, pero la vida tiene sentido, vale la pena vivirla, y el Estado está en la obligación de proteger sus derechos a la vida, a la libertad y a la seguridad”, enfatizó el funcionario.
La investigación Narrativas sobre la conducta suicida en pueblos indígenas colombianos, que comprende la conducta suicida que ha afectado a los pueblos indígenas de Colombia, durante el periodo 1993 a 2013, concluyó que:
“La conducta suicida en los pueblos indígenas del país debe comprenderse y abordarse como el emergente de procesos estructurales destructivos de los modos de vida propios, que aseguran el buen vivir individual y colectivo de los pobladores originarios, y se ven coartados por la irrupción violenta de la sociedad en sus territorios”.
Antes de terminar su intervención, Carlos Camargo apuntó que es de suma importancia actuar cuanto antes y que las instituciones competentes deben aplicar el enfoque diferencial en esta problemática de salud mental.
“Que es causada por los efectos de las hostilidades a quienes están en medio del conflicto. Se requiere una atención inmediata que esté en consonancia con las prácticas tradicionales de armonización que solicitan las comunidades afectadas”, concluyó el defensor del pueblo.
La Defensoría del Pueblo ha podido evidenciar cómo la violencia contra comunidades étnicas y sus liderazgos ha cobrado relevancia, también ha venido emitiendo Alertas Tempranas para las poblaciones donde tuvieron lugar los suicidios, las cuales están vigentes: 016 del 2021 fue emitida para el municipio de Bojayá, 034 del 2022 para Alto Baudó, 041 del 2019 para Quibdó, 017 del 2022 para Bahía Solano, 013 del 2023 para Bagadó y 049 del 2022 para Lloró.