Qué está pasando con la guerra contra la coca en Colombia: cifras de erradicación siguen cayendo, pero hay buenas noticias

La erradicación manual de cultivos ilícitos ha tenido un impulso para el 2023, a pesar de que en el primer mes del año no se reportó ninguna hectárea, los datos continúan siendo menores a los registros de años pasados.

Para el primer trimestre del 2023, se erradicaron 2.765 hectáreas de hojas de coca, 15.224 menos, en otras palabras hubo una disminución del 85%, según datos entregados en el informe de Seguimiento a Indicadores de Seguridad y Resultados Operacionales del Ministerio de Defensa en Colombia.

En el capítulo ocho del documento se referencia que al hacer una revisión del mes a mes, se evidencia ese impulsa, porque en febrero del 2022 se erradicaron un total de 731 hectáreas, para el mes de marzo ascendió a 2.034, pero en marzo de 2022, las hectáreas erradicadas alcanzaron las 8.095.

Conviene destacar que, por mandato del Gobierno nacional, se ha disminuido la erradicación forzada porque se espera que los campesinos dueños de los cultivos hayan sido sustituidos por uno legal antes de proceder con operativos policiales.

En esta línea se ordenó a las Fuerzas Militares y a la Policía Nacional que incrementen la interdicción o incautación de la droga en las rutas a nivel nacional y de los insumos que se implementan en su producción.

Al revisar el rubro de la cocaína incautada se observa un aumento de marzo a febrero de este 2023. Hasta el momento desde la cartera de Justicia no se han entregado detalles de los nuevos lineamientos en la materia de erradicación y manejo de cultivos ilícitos.

La erradicación manual: esta consiste en la eliminación de cultivos ilícitos de una forma artesanal, usando la fuerza física de una persona o una herramienta denominada ‘palines’, esta planta se sujeta y se hala para que se desprenda de sus raíces. Este modelo tiene una efectividad del 100%, según información del Ministerio de Defensa.

Erradicación mecánica: para este se utiliza herbicida glifosato, es importante tener en cuenta las cantidades recomendadas: 10lt/Ha. Para el uso de este tipo los operarios deben recibir la capacitación necesaria. Esta medida se usa cuando la erradicación manual es imposible por el tamaño de la mata de coca.

• Ofrece un método alternativo a la aspersión aérea.
• Es posible acceder a zonas que por ley están protegidas contra la fumigación aérea.
• Se puede controlar la coca en zonas que no son detectadas por el radar o en zonas que por su tamaño no ameritan la fumigación aérea.
• Emplea a los desmovilizados en una forma positiva.
• Se genera empleo en favor de la comunidad campesina.
• Ofrece apoyo a las comunidades que por presión de los grupos al margen de la ley no pueden erradicar de forma voluntaria.

• Si bien el programa no es muy costoso, conseguir fondos para un programa nuevo siempre representa un reto.
• El transporte y/o desplazamiento de un grupo grande a zonas de complicado acceso por sus condiciones geográficas.
• Es necesario coordinar la infraestructura para proveer todos los recursos en áreas remotas del país.
• La seguridad de los erradicadores por cualquier amenaza de grupos armados ilegales o delincuentes, interesados en proteger los cultivos.
• La oposición por parte de los pobladores de la zona.

La Organización de Naciones Unidas informó que el 45% del total de las plantas de coca que se siembran en el territorio nacional se concentra en 10 municipios de los 1.222 que componen la geografía nacional.

Estos se encuentran en Tibú al norte de Santander, este ocupa el primer lugar con 22 mil hectáreas de la planta sembradas. Este pueblo se ubica en el Catatumbo, espacio donde el Gobierno nacional proporciona las asambleas de cocaleros y permite que continúe la siembra de planta de coca, entretanto se define un proyecto de sustitución de cultivos ilícitos en la nación.