El miércoles 19 de abril la empresa petrolera ExxonMobil anunció que cesará las operaciones que lleva a cabo en una operación conjunta con Sintana Energy en la región del Magdalena Medio.
La multinacional habría convenido que la extracción de petróleo y gas la asuma por completo la otra compañía asociada a partir del próximo miércoles 31 de mayo, bajo el argumento de que su salida se dará dentro de los términos del Acuerdo de Operación Conjunta (JOA por sus siglas en Inglés), informaron en el diario de economía Portafolio.
El retiro se conoció luego de que Patriot Energy Oil and Gas Inc., subsidiaria de Exxon, enviara a Sintana un aviso en el que le anunciaba su salida de Colombia en el bloque VMM-37, de 43.158 acres, que se ubica en la cuenca del Magdalena Medio, indicaron en el periódico La República.
“Estamos decepcionados de que nuestro socio VMM-37 durante más de una década, ExxonMobil, haya optado voluntariamente por retirarse tanto del JOA como del contrato. La gerencia ha contratado asesores legales y técnicos para que lo ayuden a abordar este inesperado cambio de hechos”, citaron en ese medio de comunicación de las declaraciones de Doug Manner, CEO de Sintana.
ExxonMobil estaría ahora a la espera de los permisos correspondientes del gobierno Nacional para retirarse del contrato que firmó con la Agencia Nacional de Hidrocarburos, agregaron.
Mientras que en El Heraldo señalaron que la petrolera se retirará también de las operaciones para el piloto de fracking denominado como Platero, que se ubica en la misma región y que se iba a realizar con fines investigativos.
Para este proyecto, que iba a ser el segundo bajo esta modalidad de explotación, muy criticada en el país, se iban a invertir 53 millones de dólares, que incluían la participación económica de las comunidades.
El entonces ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, indicó que con ese piloto fracturamiento hidráulico se buscaba tener evidencia científica para la posibilidad de adoptar esa controversial forma de extracción en el país.
“La experiencia de empresas como ExxonMobil y Ecopetrol será desplegada en proyectos con los más altos estándares técnicos, un diálogo abierto y participativo con las comunidades y la garantía de protección del medio ambiente”, aseguró Mesa en su momento.
No obstante, este piloto de fracking, junto con el Kalé, que era el más adelantado ya que contaba con la aprobación de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), y que se iban a llevar a cabo en Puerto Wilches (Santander) quedaron suspendidos en septiembre del año pasado, tras una petición de Ecopetrol a la Agencia Nacional de Hidrocarburos.
Por medio de un comunicado, la compañía explicó entonces que buscaba abrir un compás de espera mientras se determinaba el futuro de esos pilotos en Colombia: “De los dos contratos se derivan derechos y obligaciones legales para el contratista y lo que se pretende es continuar dándole un manejo adecuado al ejercicio de estos”.
El futuro de esta controversial forma de extracción parecería definitivamente sentenciado, ya que la actual administración del presidente, Gustavo Petro, ha manifestado su negativa de implementarla en el país.
“Buscamos el cierre del fracking. Creemos que ir a buscar los últimos remanentes de gas genera más perjuicio que beneficio, debemos acelerar una transición energética responsable, pero que también sea una oportunidad productiva para el país. Además, no va con la vocación de los territorios donde quieren hacer ese fracking”, dijo en septiembre la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.
Precisamente, el pasado martes 18 de abril en el Senado se aprobó el proyecto de ley que lo prohibiría junto con otras formas de explotación no convencionales en Colombia con 62 votos a favor y nueve en contra.
Su objetivo es cuidar los recursos hídricos del país, proteger a las especies y garantizar la salud de las comunidades, sin embargo, le quedan pendientes dos debates más en Legislativo para que sea una ley de la República.