Sigue el exterminio de los líderes sociales en Colombia, un flagelo que no cesa pese a la política de Paz Total del presidente de la República, Gustavo Francisco Petro, donde ascendió a 53 la escabrosa cifra de asesinatos de estas personas que representan a sus comunidades o trabajan por la defensa de los Derechos Humanos en el país.
La víctima más reciente fue la lideresa comunitaria Sorelsi Johana Echavarría Cañas, quien el pasado lunes 17 de abril fue ultimada con arma blanca cuando se movilizaba en un vehículo por el sector de la Finca La Mesa, en Medellín (Antioquia), informaron en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
“La Policía señaló que el conductor la habría agredido a ella y a una mujer que la acompañaba. Posteriormente este hombre huyó en una motocicleta”, refirieron del caso.
Agregaron en la ONG que la mujer de 41 años de edad se había destacado en su comunidad por su trabajo en el Barrio Popular N°. 2 donde se desempeñaba como madre comunitaria, así como por su apoyo a otras labores sociales.
En el periódico El Tiempo detallaron que el señalado asesino fue el conductor de un automotor de servicio de transporte irregular que opera en la zona en que ocurrió el crimen.
Mientras que en el diario regional El Colombiano detallaron que la otra mujer, de 56 años de edad, que fue herida en medio del asesinato de la lideresa social, está fuera de peligro.
Abril ha tenido una dura racha de 15 homicidios de líderes sociales, más si se tiene en cuenta que el promedio de crímenes en contra de estas personas era de 13 asesinatos en 2022, cuando se hizo la transición del gobierno de Iván Duque al de Gustavo Petro.
Previo a este crimen se habían confirmado los asesinatos de Jairo Zuleta y José Isaías Quiguanás. En el primer caso, Zuleta fue ultimado en la noche del lunes 17 de abril por un grupo de hombres armados que le dispararon cuando llegaron hasta su finca, que se ubica en la vereda Morro Azul del municipio de Nariño, en el sur del departamento de Antioquia, señalaron en Indepaz.
En esa comunidad antioqueña el líder social se había destacado por su trabajo como ganadero y comerciante. Además, fue directivo de la Colonia de Nariño en Medellín y en la actualidad apoyaba las labores de la Junta de Acción Comunal (JAC) de la vereda en que fue ultimado.
El otro líder social asesinado fue José Isaías Quiguanás, a quien ultimaron hombres armados en zona rural del municipio de Corinto, en el norte del departamento del Cauca, hacia las 2 de la mañana del martes 18 de abril, en la vía que conecta con la zona de El Palo, detallaron en Indepaz.
“Era reconocido como sabedor ancestral o médico tradicional del pueblo nasa en la vereda Soto, territorio de Tacueyó en el departamento del Cauca. Sobre este hecho, la comunidad advierte que la pérdida de su saber pone en riesgo la pervivencia física y cultural del pueblo nasa (de esa zona del departamento)”, recogieron en la ONG.
Pese a que la violencia contra los líderes sociales persiste, en el primer trimestre de 2023 los asesinatos de estas personas descendieron en un 29 % de acuerdo con las cifras de Indepaz, ya que entre enero y marzo del año pasado la escabrosa cifra era de 51 homicidios, mientras que en el mismo periodo, pero del año en curso, eran 36.