La semana pasada se dio a conocer un caso de robo de una casa en el sector de Guaymaral, de acuerdo con lo señalado el hecho se dio en la madrugada y quedó registrado en las cámaras de seguridad, donde se ve como el crimen es ejecutado por cerca de nueve hombres que llegaron hasta el lugar en camionetas de gama alta. En esto, además, a las víctimas les sorprendió de sobre manera que los hombres iban con armas de fuego y armas cortopunzantes, además, iban vestidos de camuflado, pasamontañas y botas militares, es decir, tenían más aspecto de mercenario que de un ladrón promedio.
Tras dar a conocer esta situación, otras personas de la zona y que también fueron robadas por esta banda o estructura criminal, denunciaron al diario nacional de El Tiempo, que la situación es más complicada de lo que parece, pues la situación se ha convertido en un hecho repetitivo y pese al esfuerzo por denunciar, las pruebas y hacerle seguimiento el resultado siempre es el mismo: a las familias les dicen que no los cogen en flagrancia, quedan libres a las 48 horas de ser capturados a pesar de tener antecedentes por hurto a residencias y otros delitos o en las situaciones donde más prosperan las denuncias los sujetos son enviados a casa por cárcel.
La situación es vieja, pues todo comenzó en el 2017, incluso, las investigaciones muestran que se trataría de sujetos que formaron una banda llamada “Zeta” y que sus crímenes estaban siendo ejecutados en varios municipios de Cundinamarca: Chía, Cajicá, Cota, Madrid, La Calera, entre otros.
“Los investigadores nos han dicho que son los mismos y que es posible que algunos hayan hecho parte de la Policía, la Fiscalía o las Fuerzas Militares. Están de lejos muy entrenados para ser delincuentes comunes”, contó Diego, una de las víctimas de la banda que no dio su identidad completa por temas de seguridad, al medio colombiano.
La situación parece que ha ido escalando, ya que al comienzo se metían a las viviendas cuando se encontraban solas, pero una vez se dieron cuenta de que al intimidad y cohesionar a las víctimas podrían obtener más dinero y objetos de valor comenzaron a usar la fuerza contra los dueños de las residencias.
Por ahora las autoridades se encuentran analizando las pruebas, ya que consideran que no serían crímenes perpetrados por una estructura, sino que se podrían hablar de varias con modus operandi similares: los ladrones, recolectar información, en algunos casos presuntamente se darían por medio de los vigilantes de las viviendas y las empleadas de servicio, luego de saber horas de ingreso a las viviendas, objetos de valor, ubicación y hasta información personas de las víctimas ingresan y proceden a amordazar a quienes estuvieran allí, amenazarlos para finalmente hurtar a las personas que se encuentran en la casa o vivienda y llevarse la mayor cantidad de objetos de valor o dinero si tiene guardado en el hogar.
“En algunos casos han sido hurtos violentos. Estamos, por ahora, en el análisis de fotogramas. En este momento no podemos asegurar que en todos los casos recientes estemos hablando de la misma banda”, señaló un investigar del CTI a El Tiempo.
Además, hay que mencionar que en algunos casos los que están a cargo son la seccional Bogotá y otros por la de Cundinamarca y pese a las similitudes de los casos, las partes no se han reunido para hacer una sola investigación. Por ahora las víctimas, que son varias, están a la espera de que desde los entes responsables tomen las medidas necesarias para detener estas estructuras criminales.