Luis Amaranto Perea habló recientemente de su paso por Junior de Barranquilla, club al que dirigió entre 2020 y 2021. El antioqueño, exjugador del Atlético de Madrid de España, no escatimó en elogios para el presidente de la institución Fuad Char Abdala cuando se le preguntó por sus impresiones sobre su paso por el conjunto tiburón.
En entrevista con el programa Primer Toque de Win Sports, El ex defensa central, quien hoy es el asistente técnico de Néstor Lorenzo en la selección Colombia, destacó que durante sus días de entrenador en el Júnior tuvo una relación “fantástica” y “casi perfecta” con el máximo accionista del club:
“Yo estoy eternamente agradecido. No sé cómo habrá sido la relación de don Fuad con los otros entrenadores, pero conmigo fue fantástica, nunca me impuso absolutamente nada, siempre hablamos de fútbol”
Sobre este último punto, Perea entró en detalle sobre los temas que se abordaron en esas reuniones con Fuad Char:
“Los jugadores que llegaron a Junior, nos sentábamos, hablábamos sobre ellos, yo le daba mi punto de vista. Muchos jugadores no llegaron porque en el análisis que hicimos entendíamos que no era conveniente. Hubo una relación casi perfecta. Con él hay que estar cada semana o cada 15 días, ir a su casa a hablar de fútbol y explicarle ciertas cosas. Lo que valoro de él es que nunca me impuso absolutamente nada”
A pesar de lo anterior, Perea señaló también que el banquillo del Júnior es muy exigente y que ejerce mucha presión sobre el entrenador, aludiendo concretamente a la hinchada tiburona. De igual manera, aseguró que hay un enorme potencial para que el club sea más grande e importante de lo que es:
“La afición es exigente, se manejan unos extremos con relación a la emoción, difíciles. Hay momentos en que tú consideras que el equipo ya está, que ha agarrado forma, y al siguiente partido parece que nunca hubieran jugado juntos. Muchas veces es muy complejo. A mí realmente me duele porque creo que Junior tiene todo ¡todo! Para ser uno de los clubes más importantes de nuestro medio”
Luego, y sin especificar si se refería a los jugadores o lo administrativo (o ambas), dejó en el aire que existen situaciones en el equipo que necesitan atenderse con la celeridad del caso para que el club pueda mejorar:
“Le hago mucha fuerza a Junior por el trato y respeto que me dieron. Independientemente de la situación del fútbol, la gente me respetó. Cuando salía en Barranquilla nunca hubo alguien que me insultara. Todo lo relaciono con lo netamente deportivo. Espero, lógicamente, que ‘Bolillo’ pueda estabilizarse. Lo que sí está claro es que entrenadores jóvenes o con mucha experiencia, no han podido. Hay muchos aspectos internos que yo creo se podrían revisar”
Junior y los entrenadores
La historia del Junior de Barranquilla y sus entrenadores a lo largo de la historia es muy peculiar en el fútbol colombiano. Una hinchada exigente y la ambición por ganarlo todo de la dirigencia de la familia Char tomó el mando en 1977 (año en que se hicieron con su primera estrella) ha derivado en que sea muy difícil para los entrenadores desarrollar un proceso perdurable en el tiempo. De ahí que fuese una norma que por cada director técnico que no funcionaba en el club, se alternaba con la llegada de Julio Comesaña o (hasta hace unos años) Miguel Ángel Zurdo López.
Uno de los afectados por esta dinámica fue Luis Amaranto Perea, quien tras un periodo donde dirigió el equipo C del Atlético de Madrid y luego al Itagüí Leones, tuvo su primera gran oportunidad en la dirección técnica tras la renuncia de Comesaña (de quien era su asistente técnico) en septiembre del 2020. En 67 partidos dirigidos cosechó 28 victorias, 21 empates y 18 derrotas, para un rendimiento del 52.24%.