En la tarde del martes (18 de abril), cuatro conductores de tractomula fueron secuestrados, con todo y vehículo, en el sector conocido como ‘Campo dos’, de Tibú (Norte de Santander), por hombres armados que llevaban consigo brazaletes del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Tan pronto como dicha información llegó a manos de las Fuerzas Armadas, la brigada 30 inició operaciones de búsqueda y rastreo en la zona, logrando dar con una de las tractomulas, que había sido abandonada entre el batallón del Ejército y la sede de una empresa de seguridad.
Ambos lugares fueron desalojados hace unos días, luego de que personas ajenas a la compañía y a la institución entraran a la fuerza.
Aunque, en el caso de los cuatro conductores, de acuerdo con la versión preliminar que manejan las autoridades, se cree que habría ocurrido, a manera de represalia, luego de que se negarán a pagar una extorsión, para continuar con su viaje.
A diferencia del hurto a un camión, que habría ocurrido horas antes, en la misma zona, con la única intención de quedarse con la carga: 65 cilindros que, al igual que los otros 150 que fueron robados en el Catatumbo el 2 de abril, podrían ser utilizados para entorpecer las acciones militares.
“Estos cilindros una vez se les saca el gas, son utilizados como ramplas para atentar contra la fuerza pública como ocurrió hace pocas semanas tras el asesinato de 10 soldados”, comentó, entonces, una fuente de las Fuerzas Armadas, que prefirió mantener su identidad en secreto, para la W.
La urgencia de un cese al fuego entre el Gobierno Nacional y el ELN no da espera: ONU
Durante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el jueves 13 de abril, el jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, hizo un llamado al Gobierno nacional y al Ejército Liberación Nacional (ELN) para que acuerden de forma pronta un cese bilateral al fuego.
“Espero que en el próximo ciclo de conversaciones el gobierno y ELN lleguen a resultados adicionales sobre reducción de violencia y participación de sociedad en la construcción de paz. Es urgente que las partes avancen en la negociación sobre el cese al fuego bilateral”, expresó el representante de las Naciones Unidas, desde Nueva York.
Para la ONU la consolidación de la paz en Colombia depende tanto de la implementación integral del Acuerdo Final de Paz, alcanzado en 2016 con las extintas Farc, como de la capacidad del Estado para detener las manifestaciones de violencia que continúan presentándose en el país.
Sobre la búsqueda de la paz Massieu, también se refirió a que: “Dadas las realidades sobre el terreno, los esfuerzos del Gobierno nacional para implementar el Acuerdo de Paz y promover el diálogo con los grupos armados ilegales son de vital importancia para frenar la violencia y consolidar la paz”.
Ante dicha solicitud, se pronunció el ELN. A través de su cuenta de Twitter, el grupo insurgente insistió en que mantiene su voluntad para “trabajar y alcanzar un cese bilateral del fuego”.
Además, durante el Consejo de Seguridad, la Misión de Verificación de la ONU presentó algunos datos de su informe sobre la implementación del Acuerdo de Paz. En el apartado de reincorporación, por ejemplo, el texto detalló que 10.577 de los más de 13.000 excombatientes acreditados continúan con su proceso de volver a la vida civil, en más de 600 municipios de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación.
De ahí que, al cierre de su intervención, Massieu hiciera un llamado a los grupos armados ilegales para que no continúen ejerciendo la violencia en los territorios.
“Luego de seis décadas de conflicto, no es con más derramamiento de sangre entre colombianos como se crea un ambiente propicio para la paz. Insto a todos los actores armados ilegales a no desaprovechar oportunidad que supone la audaz apuesta de búsqueda de la paz por vía del diálogo”, enfatizó.