La ministra Susana Muhammad manifestó varias críticas tras la autorización para construir 20 hectáreas de la reserva Thomas Van der Hammen. Aseguró que no ha habido socialización y solicitó una audiencia pública para revisar la licencia para determinar si cumple con la protección ambiental.
“Solicitamos que se revisara y se le diera a conocer al consejo directivo de la CAR el método constructivo de la vía que va a atravesar la reserva Thomas Van der Hammen con un ancho de 12 carriles, por la mitad de la reserva. El artículo 21 del plan de manejo ambiental es claro que el método constructivo debe ser alternativo precisamente para que no se bloquee los flujos ecológicos para los que fue constituido la reserva que es la conexión de los cerros orientales con el río Bogotá”, sostuvo la funcionaria.
La alcaldesa Claudia López sostuvo que la reserva se va a proteger debido a que es parte de la estructura ecológica principal, por lo que no se va a cementar o urbanizar. Según dijo, la consolidarán para que sea la mayor área de conservación de la ciudad y redujo la sustracción a cuatro vías de la que solo se aprobó la primera para la avenida Boyacá.
La ministra de Ambiente, en cambio, señaló que no quedaron satisfechos con las respuestas de la corporación, por lo que solicitaron una audiencia pública para aclarar varios puntos. “También solicité una comisión para que se escuchara los terceros intervinientes y no se tomara la decisión ayer, simplemente se escuchara, se tomara en cuenta sus observaciones y se pudieran incluir, sin embargo esto fue negado por el Consejo Directivo. En este momento estamos solicitando audiencia pública ambiental sobre la licencia ambiental”, confirmó Muhammad.
La alcaldesa tampoco está de acuerdo con esas críticas porque señala que el proceso se inició desde 2021 con soportes técnicos, la socialización y participación. López señaló que esta solicitud coincidía con la de la alcaldía de Gustavo Petro para sustraer únicamente cuatro vías y no 12 como proponía la administración de Peñalosa.
“Es posible que apelemos. La razón por la que nos oponemos es porque no había suficiente participación de los terceros intervinientes, uno, es un derecho fundamental y estamos bajo el acuerdo de Escazú; y dos porque no fue contundente si realmente no conocían los consejeros la obra a fondo. La única persona que conoce esos estudios es la Secretaria de Ambiente”, agregó la ministra Muhammad.
López incluso le agradeció a la CAR el trabajo de socialización de los fundamentos técnicos de la decisión, aunque la ministra dice desconocer al detalle los planes para la construcción de las vías Boyacá, Suba-Cota, Arrayanes y Corpas, así como los acuerdos con las comunidades.
La ministra de Ambiente explicó que revisarán que la licencia ambiental cumpla con todos los requisitos para el cumplimiento del plan de manejo que tiene la reserva, así como que no afecte los flujos ecológicos que tiene como función ese espacio de conservación.
“Vamos a ver cómo reaccionan las veedurías frente a la no participación en el proceso de sustracción”, señaló la ministra y agregó: “Fue triste que después de 9 años de que la reserva tiene un plan de manejo ambiental todavía la corporación se refiera a la reserva como unos predios de poco valor ecológico. Eso significa que en nueve años no han hecho el trabajo de restauración ecológica y por tanto no está cumpliendo su valor ambiental que es recuperar la conexión biológica, hidráulica de la diversidad ambiental entre los cerros y el río Bogotá”.
Aseguró que si se cumplen con los requisitos y los proyectos de infraestructura que atravesarán la reserva no interrumpen los flujos de vida, no se opondrán. Pero acusó a la CAR de negar el derecho de realizar un diagnóstico de alternativas que, según Muhammad, habría permitido conocer otras formas de conectividad de movilidad sin afectar ese territorio.