Bogotá es rockera y eso lo demuestra el aguante de más de 12 horas de concierto que soportaron las más de 40 mil personas que se reunieron en torno a la llegada de cinco ‘monstruos’ del rock al escenario del estadio El Campín. Kiss se despidió con un último concierto por todo lo alto; mientras que Angra, Helloween, Deep Purple y Scorpions demostraron por qué a pesar de los años siguen siendo los grandes del género.
Fanáticos de las bandas empezaron a acampar días antes del sábado 15 de abril para tener las mejores posiciones entre el público que iba a estar en el suelo. Las puertas se abrieron a las 11:00 a. m., mientras a las afueras del Campín una mancha de personas en las que predominaba el color negro empezaba a ingresar.
Cervezas, camisetas, accesorios y hasta personas pintando las caras con el maquillaje de los famosos integrantes de Kiss eran la antesala a la entrada a un evento que prometía Rock and Roll All Nite. Muy puntual cada banda abordó al público bogotano y a aquellos que, con banderas de México, Panamá, Brasil y otros países demostraban el largo viaje que habían realizado para ver a estos íconos del rock.
Unos verdaderos “monstruos del rock”
A la 1:45 de la tarde del sábado la banda de metal progresivo Angra ocupó el escenario que empezaba a llenarse. Los brasileros llegaban al escenario en reemplazo de Saxon, banda que canceló su paso por Sudamérica luego de que el guitarrista Paul Quinn decidiera abandonar el grupo.
Aunque era el primer grupo y varias personas decidieron llegar a El Campín horas más tarde, para disfrutar tan solo de las últimas bandas, canciones como Carry On, Rebirth y Newborn Me encendieron a un público que desde tempranas horas empezó a saltar, cabecear y simular estar tocando la guitarra o la batería.
Una hora más tarde, con palabras de agradecimiento al público colombiano y a sus connacionales brasileros que viajaron para verlos en vivo, Angra se bajó del escenario y la escena empezó a transformarse en color naranja.
Una calabaza gigante en el centro del escenario, de la que salía la batería de Dani Löble y un telón negro que se alzaba sobre el escenario con la palabra Helloween emocionaron al público que esperaba a la banda alemana de power metal que, aunque se presentaron en Bogotá en septiembre de 2022, traían un nuevo show y una emocionante noticia, pues por primera vez llegaba al país con sus tres cantantes de la alineación original: Kai Hansen, Michael Kiske y Andi Deris.
El telón cayó y el septeto fue recibido por el público con algarabía y un montón de globos naranjas que los fans inflaron para emocionar a la agrupación. El power metal de la banda de Hamburgo con cuatro décadas de historia ya es conocido por los bogotanos, que los recibían por octava vez en la ciudad, siendo esta ocasión en la que se presentan ante más personas.
“Colombia siempre nos recibe muy bien, hemos estado aquí seis veces, creo”, expresó uno de los vocalistas y recibió la corrección del público, “¿han sido más? ¿ocho? No recuerdo, pero el año pasado estuvimos aquí al lado, en el Movistar Arena”. Helloween interpretó ante el público clásicas canciones como Perfect Gentleman, Best Time, I Want Out, entre otras.
A las 5:30 la banda británica de hard rock Deep Purple ocupó el escenario iniciando con uno de sus clásicos Highway Star, éxito de 1972. La agrupación que ha sido ícono del rock durante más de 50 años encendió a un público con las ya famosas notas altas de Ian Gillan (vocalista), los solos en guitarra y teclado y la energía que a pesar de los años demuestran sobre el escenario con otros grandes clásicos como Smoke on the Water o Perfect Strangers.
Sin duda, uno de esos solos de teclado que más movió cifras a los colombianos fue en el que Don Airey, quien reemplaza a John Lord (qepd), interpretó parte del Himno Nacional de Colombia en el instrumento.
Nuevamente un telón negro se alzó sobre el escenario, esta vez anunciando la llegada de los alemanes del heavy metal que nacieron en 1965, Scorpions. La agrupación hizo vibrar al Campín con la fuerza de sus canciones de su más reciente LP Rock Believer, publicado en el 2022.
A pesar de la rudeza y fuerza de su música, los clásicos de Scorpions no faltaron sobre el escenario y les dieron a los más de 40 mil asistentes que llenaron el estadio bogotano uno de los momentos más emotivos de la noche, cuando miles de luces de celulares y voces se unieron en torno a Wind of Change, mientras en las pantallas el mensaje por la paz en Ucrania fue claro.
Tampoco faltaron No One Like You y Rock You Like A Hurricane, aunque en esta, que fue la última canción del show, la banda enfrentó unas fallas en el sonido (con un volumen que bajaba y subía sin control) que disgustaron al público.
10 horas de Monster of Rock habían pasado y todavía quedaban las dos del último show de Kiss; sin embargo, en el espacio entre bandas los miles de asistentes aprovechaban para ir por comida o al baño, pues la cerveza empezaba a tener efecto en las vejigas y, como ya es común, las eternas filas para los baños y los malos olores hacen que la experiencia no sea de agrado para todos.
Kiss dio su último concierto en Bogotá
“Este es nuestro último show en Bogotá, pero siempre se siente bien estar aquí, tienen que invitarme a volver”, fueron unas de las palabras de Paul Stanley que más emocionaron al público colombiano que en medio del disfrute no se perdía ningún detalle de la última vez que Kiss pisaría un escenario en el país. El español de Gene Simmons con palabras como “carajo”, “excelente” o “por favor” tampoco pasó desapercibido, generando algarabía entre el público.
Como ya se sabe, el espectáculo de Kiss es de otro nivel. Las luces, el fuego, la pirotecnia, los atuendos y el vuelo del vocalista nuevamente impactaron al público del Monsters of Rock. Gene Simmons (bajo), Paul Stanley (voz), Tommy Thayer (guitarra) y Eric Singer (batería) bajaron desde lo alto del escenario, mientras sonaba Detroit Rock City.
Aunque la canción elegida para abrir es emocionante y con un gran ritmo, cabe recordar que tiene una triste historia, pues nació a mediados de la década de los 70, luego de que la banda rock diera un concierto en Detroit y se enterara que a las afueras del estadio se dio un accidente de tránsito que acabó con la vida de un joven fan que iba a verlos.
“No hablo bien el español, pero comprendo tus sentimientos, Bogotá”, señaló The Starchild (Paul Stanley) en un español bastante claro a su llegada al escenario con la fecha que hace parte de su gira de despedida End of the road, la cual los trajo en mayo de 2022 al Movistar Arena, pero que Colombia tuvo la fortuna de disfrutar por segunda ocasión.
La nostalgia se apoderó del escenario, en medio de un espectáculo lleno de fuego y hasta sangre, puesto que, mientras Kiss daba su show en las pantallas se veían sus mismos pasos de baile y presentaciones, pero en las décadas de los 80 y 90.
No faltaron importantes partes del show esperadas por los Army (fanáticos de la agrupación). Por su puesto que el guitarrista Tommy Thayer The Spaceman simuló disparar a las naves especiales con pirotecnia desde su guitarra; Paul Stanley The Starchild voló sobre el público y cantó dos canciones desde la parte de arriba de las torres del escenario y Eric Singer The Catman desde una batería elevada impactó con su talento.
Así mismo, el gran Gene Simmons The Demon no dejó a sus fanáticos sin sus momentos especiales del espectáculo como el momento en el que escupe fuego por la boca y su famoso ‘ritual de sangre’ en el que El Demonio regurgita sangre y se retuerce, mientras recibe aplausos por los miles de asistentes. También fue especial la batalla de riffs entre Stanley y Thayer.
War Machine, Heaven’s on Fire y I Love it Loud hicieron parte de un espectáculo que no contó con problemas o pausas, como fue el caso del inmediatamente anterior en Manos, Brasil, donde la temperatura de más de 36° hizo que el bajista Gene Simmons se desvaneciera sobre el escenario. En Bogotá, durante su cuarto show en el país, a los artistas no se les vio muy afectados por la altura.
I Was Made For Lovin’ You, Beth y Rock and Roll All Nite fueron las canciones de cierre de un especial evento que cuando anticipaba llegar a su final sacó lágrimas a varios de los fanáticos que en ese momento caían en cuenta de que esta sería la última vez que verían a estos ‘monstruos del rock’ juntos en el escenario.