Expertos señalan que la reforma laboral desmotiva y no genera incentivos para generar nuevos empleos

Aunque está pendiente todavía de cuatro debates en el Congreso de la República, el proyecto de reforma laboral del Gobierno de Gustavo Petro traerá diversos retos que afectarán la relación empresa-empleados en el país. Así lo detallan análisis de abogados expertos en este asunto.

Según estos, el Gobierno nacional presentó el proyecto de reforma laboral bajo objetivos nobles, como la supuesta estabilidad laboral; sin embargo, esto lo logra atacando el sector empresarial, que genera, según el Dane (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), más del 96% de los empleos en el país, 76% de este porcentaje en cabeza de las pequeñas y medianas empresas (Pymes).

La abogada tributarista Sara Valbuena, directora legal de Ventus Consultores, explicó a Infobae Colombia que el Gobierno implementó medidas que incrementan de forma desafortunada el costo de la operación de los empresarios, de acuerdo con los cálculos de agremiaciones, hasta un 20% más del costo actual.

Según ella, con esta iniciativa el Gobierno no ataca el problema real en Colombia, que es el desempleo del 50% de colombianos o migrantes, sino que ataca a los empleadores que generan con esfuerzos empleos formales en el país, y aún peor, la reforma es agresiva con los empresarios medios o chicos.

Anotó que al limitar figuras como la contratación vía prestación de servicios, la cual será implementada solo para trabajos especializados, obligará a las empresas grandes a contratar o comprar productos y servicios de forma directa, lo cual hará que desaparezca en la cadena comercial a las empresas tipo pymes, lo que hará más fuerte al que ya es fuerte y más débil al más débil.

Agregó que a esto se le suma la vigente reforma tributaria, la cual ataca igualmente al mismo sector y genera el sinsabor de que el Gobierno busca todo menos apostar al sector económico privado del país.

Durante una sesión de Webinar, el abogado de la Universidad de los Andes Sebastián Béndiksen, managing partner de BéndiksenLaw, expuso seis aspectos en que la reforma laboral afectará a las empresas. Estos concuerdan en mayoría con lo dicho por la abogada Sara Valbuena.

El primero es mayores costos laborales. Sebastián Béndiksen confirmó que para las empresas será más costoso prácticamente todo, ya que todos los recargos suben y todas las indemnizaciones suben. Además, el contrato de aprendizaje sube en cuanto a la cifra que tienen que pagar las compañías.

Adicionalmente, se ampliará la licencia de paternidad, lo que afectará también los costos. A su vez, el pago del recargo nocturno para las compañías empezará para horarios laborales desde las 6:00 p.m, (actualmente este recargo se paga desde las 9:00 p.m.) por lo que las compañías tendrán que asumir un sobrecosto adicional en las operaciones. De igual forma, se limitarían las jornadas laborales y el tiempo que puede un servidor trabajar.

También viene con la reforma una obligación para las compañías de ajustar los salarios que están por debajo de los dos salarios mínimos con el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

La reforma busca generar una mayor estabilidad a los trabajadores y para ello estaría limitando la forma de contratar de las compañías.

En este mismo sentido, el experto aduce que la reforma limitará mucho más a las empresas a la hora de despedir a sus empleados. De acuerdo con Béndiksen, si las empresas despiden de forma arbitraria o discriminatoriamente los empleados ellos tendrán derecho a pedir el reintegro.

Con la reforma también será mucho más difícil tener contratistas o tener empresas de servicios temporales. Así las cosas, una vez terminada la prestación del servicio temporal, que puede durar máximo un año, no se podrá prorrogar ni contratar con una empresa de servicios temporales diferente.

Otro aspecto que afectará a las empresas con la reforma laboral es que cuando las compañías tercericen los servicios será más fácil que, de cara a un pleito jurídico, la empresa termine siendo declarada como el verdadero empleador, pese a la tercerización.

De acuerdo con el abogado, tras la reforma las empresas también tendrán muchos problemas para contratar empleados temporales y la relación laboral será cada vez más difícil de eludir.

“Con esta reforma las empresas como Rappi tendría que convertir a sus rappitenderos en trabajadores y ellos dejarían de ser contratistas independientes. Hay todo un título en la reforma orientado a reglamentar cómo operan las empresas de aplicaciones digitales”, manifestó.

Todas las empresas deberán revisar los contratos vigentes y sus reglamentaciones internas. Esto, porque el debido proceso para despedir a alguien de la compañía cambiaría y asuntos como la inclusión y el derecho a la huelga deberán ser incluidos en las políticas Internas.

En este mismo sentido vienen reformas donde se considerará violencia en el lugar de trabajo a casi cualquier cosa y, adicionalmente, las empresas se verán obligadas a otorgar jornadas flexibles en ciertos casos. Todos estos son temas que no están en la actualidad en los reglamentos de la mayoría de las compañías y que tendrán que quedar allí.

En el caso de la formalización de las empresas la reforma contiene todo un capítulo de legalización de plataformas digitales, trabajo agropecuario, formalización de empleo para migrantes, para deportistas profesionales y para trabajadores de labores domésticas.

El fortalecimiento de las agremiaciones de trabajadores y los sindicatos se facilitará mucho para los empleados. “Con la reforma será mucho más fácil hacer sindicatos y será más fácil irse a huelga. Adicionalmente, habrá menos oportunidad para las compañías para declarar las huelgas como ilegales. En este mismo sentido las repercusiones para quienes hacen huelga de forma ilegal serán menores”, expresó.

Finalmente, el abogado destacó que la reforma tiene un despropósito al no obligar al sector público a cumplir con los aspectos que propone.

Como conclusión el abogado también resaltó el valor de la reforma para garantizar el derecho al trabajo. Sin embargo, Béndiksen ve una problemática en el hecho de que el Gobierno descargue esta responsabilidad en las empresas y que no proponga ningún tipo de apoyo para una transición.

“La reforma tiene aspectos interesantes para el trabajador en términos de formalización porque hay mucho empleo informal en Colombia. Entonces, por ese lado está bien buscar la protección de los trabajadores, vincularlos a todos formalmente por contrato, pero está el problema que toda la carga de la reforma recae precisamente en las empresas y no se está creando ninguna especie de subsidio para apoyar con la formalización y entonces nos dejan la carga a las empresas y para las pymes, sobretodo, será una carga enorme”, expresó el abogado Sebastián Béndiksen.