Chibiriquete significa en lengua karijuna “cerro donde se dibuja”, con este nombre se conoce uno de los más importantes parques naturales del país, pero desde ahora también nombrara al segundo satélite colombiano que orbita la tierra. La elección del nombre no está relacionada con el significado, sino con su misión, pues el satélite, ahora en la órbita terrestre, permitirá que las autoridades colombianas hagan seguimiento a la deforestación en las selvas del país.
Con esta herramienta en el espacio, la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) espera apoyar las tareas de lucha contra la minería ilegal, monitorear los gases de efecto invernadero y los lugares desde los que se emiten. La creación de Chibiriquete tomó más de dos años, en el proceso intervinieron tanto la Fuerza Aérea Colombiana, como el Ministerio de Defensa, el de Ciencias y Ecopetrol. Por parte del sector privado se encuentra la empresa danesa GomSpace, la canadience TOTH y Space X, que fue la encargada de poner el satélite en la estratosfera.
Inicialmente, Chibiriquete debía integrar la bóveda celeste en febrero, pero debido a imprevistos, esta fecha fue reprogramada al 14 de abril, fecha para la cual se tenía previsto ponerlo en órbita, pero debido a las condiciones climáticas, una vez más se pospuso el lanzamiento. Pero, como la tercera es la vencida, en la mañana del 15 de abril conquistó el cielo.
No viajo solo, en la misión Transporter-7, como la denomina la empresa Space-X, se encontraban 51 “cargas útiles”, como otros satélites o vehículos de transferencia orbital. La misión fue completamente exitosa, ya que después de cinco minutos del despegue, el satélite fue ubicado y el “cohete” Falcon-9, encargado del transporte, regreso al punto estimado.
Chibiriquete relevará de sus funciones a FACSAT-1, el cual fue lanzado al espacio por la FAC en el 2018 desde el centro espacial de la India, pues la vida útil de este era de cinco años y se espera que en 2030 caiga de nuevo en el planeta. Previamente, se encontraba Libertad I, el primer satélite artificial colombiano, que fue enviado al espacio en el 2008.
Se debe resaltar que en la construcción de FACSAT-2 Chiribiquete, nombre completo del artefacto, las mujeres científicas tuvieron un rol protagónico, pues la coronel Sonia Rincón Urbina fue una de las encargadas de supervisar el proyecto.
A pesar de este logro, Colombia está muy lejos en la carrera espacial. En esta competición que inicio en la década de 1960 (durante la carrera armamentística de la Guerra Fría), el líder indiscutible son los Estados Unidos, pues cuentan con más de 1.800 satélites en el Espacio. Seguido por China con más 400, Rusia con más de 150 y el resto de países suman 887.
La gran mayoría (94%) de las naves espaciales lanzadas en 2020 fueron satélites pequeños, satélites que pesan menos de 1.320 libras (600 kilogramos). La mayoría de estos satélites se utilizan para observar la Tierra o para comunicaciones e Internet. Con el objetivo de llevar Internet a áreas desatendidas del mundo, dos empresas privadas, Starlink by SpaceX y OneWeb, lanzaron juntas casi 1.000 smallsats solo en 2020. Cada uno de ellos planea lanzar más de 40.000 satélites en los próximos años para crear lo que se denominan “megaconstelaciones” en órbita terrestre baja.
Por su parte, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), estima que a principios de 2021 había alrededor de 10.000 satélites activos en órbita alrededor de la Tierra. Además, de los muchos satélites que ya no están activos y que orbitan como basura espacial.