Durante los últimos meses, se conoció que, en Bogotá, las ambulancias en medio de emergencias atendidas presentaron fallas eléctricas y los pacientes se vieron afectados a raíz de este problema, pues no recibieron la atención correspondida y pusieron en riesgo su vida.
Entre las deficiencias que reportaron este tipo de vehículos fue que las baterías de estos furgones no soportan el voltaje de los equipos –necesarios para salvar vidas– y por esta razón se descargan muy rápido. En muchas ocasiones, los automotores deben estar prendidos durante todo el día, para que no se apeguen; es así como cada mes y medio tienen que ser trasladadas a realizar mantenimiento.
Lo anterior, afecta la potencia de las ambulancias, pues el carro ni siquiera supera los 40 km/h, según algunos conductores.
Por otra parte, estos automotores también tienen problemas de suspensión y amortiguación, lo que genera inestabilidad del vehículo y, por ende, del paciente.
La revista Semana reveló que el personal que trabaja para las ambulancias cuando presentan alguna queja, los directivos en las subredes optan es por realizar novedades o amonestaciones en su trabajo.
“Los directivos de la subred siempre van a pasar el informe, la novedad, es al conductor y al médico de la tripulación, nunca van a salir a aceptar que el problema es del Distrito por la compra de estas ambulancias. Qué culpa puede tener el conductor o el personal médico de que el vehículo se apague, ninguna, pero para evitar estas novedades, el personal APH está optando es por quedarse callado, porque lo que está en riesgo es el trabajo de todos”, pronunció una fuente al medio mencionado.
Con corte a 3 de enero, la capital cuenta con 1,13 ambulancias por cada 10 mil habitantes. Es decir, cuenta con 891 de estos vehículos entre públicos y privados para la atención integral de las emergencias.
Vale recordar que, en el mes de enero del presente año la Procuraduría General de la Nación inició una indagación previa para esclarecer los hechos denunciados por la concejal, Diana Diago, sobre los vehículos que habrían sido adquiridos por la Alcaldía de Bogotá para prestar el servicio de ambulancia, sin cumplir con los estándares técnicos necesarios para atender una situación médica de urgencia.
El 13 de diciembre de 2022, la concejal del Centro Democrático, Diana Diago, denunció una presunta compra ilegal de 150 ambulancias por parte de la Secretaria de Salud de Bogotá. “Lo que realmente se compró fue furgones de carga”, anunció antes de que terminara 2022.
La compra de las ambulancias habría tenido un costo mayor a los 36 mil millones de pesos. Durante su discurso en el cabildo de Bogotá la concejal de derecha no dudo en decir:
“Estos vehículos no están diseñados para el transporte de pacientes, por ende, los usuarios se ven afectados gravemente por las condiciones del vehículo”.
Mientras hacía la denuncia, la política del Centro Democrático compartía unas fotos donde se evidenciaría que las ambulancias, realmente serían furgones de carga.
Para Diana Diago los furgones no cumplen con las normas básicas de comunicación entre la cabina del conductor y el compartimiento del paciente.
Frente a lo anterior, la concejal pronunció: “Es irresponsable que hayan comprado unos furgones y los hagan pasar por ambulancias. Los más afectados son los ciudadanos, ponen en riesgo no solo al paciente sino a la tripulación, ya que no son estables y tienen riesgo de volcamiento”.
Adicionalmente, la concejal señaló que de los 150 vehículos contratados solo se han entregado 105.
En otra de sus denuncias aseguró que, en detalles como el tema de baterías y la suspensión, delatan las adecuaciones de estos furgones, pues no cumplen con los estándares necesarios para brindar un servicio médico de urgencia.
La concejala del Centro Democrático también compartió algunas declaraciones de profesionales de la salud que se verían afectados por esta compra ilegal.