Después de una tensión al interior del Polo Democrático Alternativo, partido político que a última hora propuso a otro candidato distinto al concejal Carlos Carrillo para la Alcaldía de Bogotá (por estatutos si solo hay un candidato se apoya y si hay más de uno se vota), el viernes 15 de abril el Comité Ejecutivo Distrital del Polo avaló la candidatura del concejal de oposición al gobierno de Claudia López para sucederla en el cargo, con 17 de 21 votos.
Constituyéndose como el primer candidato de izquierda avalado por un partido, aunque tiene en su contra que muchas personas le han cuestionado que no es naturalmente propositivo, y que una cosa es hacer oposición y otra gobernar, Carlos Carrillo lleva varios años preparándose para el cargo, conoce Bogotá, está consolidando un programa de gobierno desde las bases y está estructurando dos planes distritales de desarrollo: uno bajo el presupuesto de que cuente con una mayoría parlamentaria en el Concejo, y otro en el que ese no sea el caso.
Hoy, con la intención de ser el candidato del Pacto Histórico (de haber consulta sería el 4 de junio), habló con Infobae Colombia sobre Bogotá, sobre Claudia López, sobre los otros candidatos a la Alcaldía y sobre lo que sería su gobierno de ganar las elecciones.
“Mi propósito es que el Pacto Histórico gane la Alcaldía de Bogotá, y que la gane conmigo a la cabeza. Si no estoy a la cabeza de ese proyecto no importa. Considero que en este momento soy la mejor opción para ser la locomotora de ese proyecto, pero eso no implica que no pueda ser un vagón cualquiera”, advirtió a este medio de comunicación Carrillo.
Infobae: A usted le han cuestionado que es muy criticón y muy poco propositivo, “a Carlos Carrillo no le gusta nada”. ¿Qué decirles?
Carlos Carrillo: Esa es una crítica bastante leve y trivial. Quien define la política pública es quien encabeza al ejecutivo. El momento de hacer las propuestas es ésta y su uno está en la oposición está en la oposición y es absolutamente válido dedicarse a hacer control político. Eso no debería ser cuestionado. En campaña mostraremos la capacidad de proponer y en gobierno la capacidad de ejecutar. No hay que tenerle miedo a cambiar de roles.
Balance gestión Claudia López
Infobae: ¿Cuál es su balance, en este punto, de la Administración Distrital de Claudia López?
Carlos Carrillo: Si yo tuviera que calificarla le pondría uno, por asistencia. ¿Por qué? Porque si bien ha habido algunas políticas sociales que yo considero que están bien enfocadas (aunque eso no quiere decir que estén correctamente ejecutadas), como el caso de las Manzanas del Cuidado, que apunta a algo que yo creo que es muy loable, como combatir la feminización de la pobreza, en líneas generales su legado y las consecuencias de su Administración, son aún peores que las de las dos administraciones de Enrique Peñalosa.
En cuanto a su modelo de ciudad, al pisoteo de las instituciones democráticas, y a su complicidad con las viejas prácticas de la política en el manejo de sus relaciones con el Concejo de Bogotá. En algunos años puede que lo que quede de esta Alcaldía sea la presidencia de Claudia López, pero para Bogotá el saldo de las políticas públicas instauradas estos cuatro años es absolutamente rojo. Y yo creo que es muy probable que ella sea presidenta de este país.
Infobae: En ese orden de ideas, si dejó un saldo en rojo, ¿Cuáles diría que son los aspectos en los que más se rajó?
Carlos Carrillo: Primero pondría su manejo del Concejo. Hace mucho tiempo no había un alcalde o alcaldesa que tuviera la capacidad y el músculo político de ponerle tatequieto a la repartida de burocracia en el Distrito. Ella, sin lugar a duda, habría podido gobernar como en su momento lo hizo Antanas Mockus, sin ceder a los chantajes del Concejo y eso es muy importante.
Esas viejas prácticas políticas son la puerta de entrada a la corrupción y a la mayoría de los males y ella tenía la capacidad política de no ceder, pero lo que prefirió fue construir una bancada de gobierno absolutamente aplastante. Y ella decía ser diferente.
En segundo lugar, sin duda alguna, está el tema de la movilidad. Claudia López ha sido aún peor que Enrique Peñalosa y lo digo categóricamente. Yo entré a la política tratando de revocarlo y ella es peor. Hoy es claro que, si hubiera ganado Carlos Fernando Galán o incluso Miguel Uribe Turbay, no habría habido ninguna diferencia en el enfoque de movilidad de la Administración de Bogotá.
Incluso yo creo que Galán habría podido tomar unas decisiones más independientes, pero Claudia parece empeñada en consumar a rajatabla el proyecto de movilidad de su mentor y quien la trajo a la política, y ahí está el Metro de Bogotá (va a dejar más troncales que Peñalosa), frente al cual todos conocen mi postura, y el fatídico Corredor Verde por la Carrera Séptima, que de verdad es un engendro que va a destruir la calle más emblemática de la ciudad.
Y menciono una tercera: el Plan de Ordenamiento Territorial. Claudia López lo decretó en un acto no solo de autoritarismo, el 30 de diciembre, sino de extrema irresponsabilidad. Ella decretó un texto mediocre, incompleto, mal hecho y lleno de errores, y en lugar de volverlo a traer al Concejo (tenía dos años y las mayorías aseguradas), lo que hace es decretarlo. Enorme irresponsabilidad. Es inaceptable y tendrá unas consecuencias enormes para el futuro de Bogotá si no hay una vía jurídica que lo frene.
Propuestas
Infobae: ¿Cuál va a ser la apuesta central de su agenda programática, su eslogan, “esto es lo que Carrillo promete”?
Carlos Carrillo: Hay un compromiso macro fundamental con los ciudadanos: no mentirles. Nosotros estamos trabajando en darle forma a dos Planes Distritales de Desarrollo diferentes. Uno, en donde conseguimos las mayorías legítimas del Concejo de Bogotá; y otro en donde no las conseguimos.
Si las fuerzas progresistas no obtienen las mayorías, yo no estoy dispuesto a hacer ningún tipo de transacción burocrática, es decir que si el 29 de octubre el Pacto no consigue, digamos cualquier cosa, 20 concejales, sino que consigue 14, no habrá coalición de gobierno. No la habrá.
En ese contexto, mi gobierno se dedicará a administrar de la mejor manera los recursos públicos, a no dejar que nadie lo saquee y a solucionar los pequeños problemas de la gente común y corriente.
Pero si conseguimos las mayorías y hay una consonancia con el Gobierno nacional, que la hay por obvias razones, podremos hacer unas obras enormes de transformación. Así que la promesa fundamental es no hacer falsas promesas y en esta campaña todo está medido para no generar falsas expectativas. Aquí las propuestas son realizables pero trazadas por una línea política.
Infobae: ¿Y tres grandes temas que con o sin mayorías en el Concejo vaya a apuntarle en calidad de alcalde?
Carlos Carrillo: Está la reconstrucción de confianza en las instituciones. Sin eso las demás difícilmente van a funcionar. Ahí tiene que entrar un reafianzamiento del sentimiento de pertenencia de la ciudad, el civismo y una cantidad de valores que se han perdido. Está, en un segundo aspecto, el derecho a la vivienda digna y por supuesto está el tema de la movilidad, una de las grandes preocupaciones que tienen los ciudadanos.
Estos serían tres ejes que menciono a grandes rasgos, pero mi programa de gobierno tiene una premisa fundamental: complejizar los problemas. Que los problemas no estén divididos por sectores, dado que todo está conectado. Bogotá es un organismo de altísima complejidad y los sistemas complejos no se pueden subdividir. Aquí hay que hacer una aproximación holística porque los problemas son trasversales.
No vamos a dividir el programa de Gobierno en seguridad, educación, movilidad, no. Vamos a buscar propuestas alrededor de ámbitos que están traslapados. Será un reto transmitir esta visión, la gente no lee los programas, pero es posible. Y lo es porque estamos construyendo el programa desde las bases. Esto no es un diagnóstico de un tecnócrata desde un escritorio.
Comicios en Bogotá
Infobae: ¿Qué opina de que haya segunda vuelta en las elecciones?
Carlos Carrillo: El mecanismo de segunda vuelta está pensado para derrotar a la izquierda o más, a un candidato antisistema. No obstante, esta candidatura busca generar un fenómeno de opinión suficientemente fuerte para lograr derrotar al bloque de poder que está buscando un refugió en Bogotá al Gobierno nacional. En la capital tiene que ganar el progresismo.
Infobae: ¿Cómo ve a los demás precandidatos y candidatos a la Alcaldía de Bogotá?
Carlos Carrillo: A ver, yo creo que Juan Daniel Oviedo es la versión 2023 de Enrique Peñalosa modelo 2015. Bogotá es estructuralmente antiuribista y en ese orden de ideas ningún candidato con la chapa de la mano firme y el corazón grande puede ganar, ni siquiera competir. Arrancaría con la campaña muerta. Por eso el uribismo se inventa candidatos que son gallos tapados. Oviedo viene de una de las alas más duras del Centro Democrático. Es el niño de los ojos de María del Rosario Guerra y es un hombre de derechas.
Diego Molano yo veo que es un candidato con la enorme dificultad de haber sido ministro de Defensa de uno de los peores gobiernos en la historia del país. Aun así tiene un papel claro: el de alinear el voto uribista línea dura. Oviedo va más descafeinado.
Rodrigo Lara es un candidato con talante liberal, creo que es un candidato serio, formado y con capacidad para construir alianzas amplias. Desde la alcaldía de Peñalosa hemos coincidido en rechazar las enormes inversiones en Transmilenio.
Sobre Hollman Morris yo creo que su aspiración es válida, pero hay realidades en la política. Él es un candidato que, si bien puede generar entusiasmo en algunos sectores duros del petrismo, también genera un enorme rechazo en otros sectores que son mayoritarios. Lo respeto y respeto su aspiración. Si decide participar dentro del Pacto competiremos y nos mediremos en las urnas. Hay que ver qué propone.
Infobae: ¿Cómo vería una eventual candidatura de Gustavo Bolívar?
Carlos Carrillo: Yo creo que él es un hombre bien intencionado, creo que su admiración y respeto por el presidente es legítimo, creo que valora la amistad de Gustavo Petro y es una persona que se ha resistido a hacer acuerdos con los sectores más controversiales del santismo, con Roy Barreras, etc., y eso se lo reconozco. Ahora, yo no sé si su aspiración realmente se va a dar. Él tiene una altísima aceptación en el petrismo, pero también ha heredado unos odios enormes.