Contrario a lo que indicó un informe que presentó la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) en los últimos días, según el cual el puente había sido revisado hace tres meses y no presentaba daños o indicios de su caída en los 70 metros que cubría el corredor, salió a la luz un nuevo estudio que puso en evidencia que, desde hacía siete años, se había advertido sobre su deterioro.
En efecto, en el año 2016 la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica inspeccionó el puente El Alambrado, que hasta hace unos días conectaba a los departamentos de Quindío con el Valle del Cauca, y que colapsó en el transcurso de esta semana (el miércoles 12 de abril), dejando a dos personas muertas.
Ese estudio, contratado por Invias y conocido en primicia por Blu Radio el sábado 15 de abril, dejaba claro que había problemas serios de infraestructura, entre los cuales este informe destacó problemas estructurales de superficie de rodadura deteriorada, baches, torones expuestos con indicios de corrosión y afectación del concreto por infiltración.
No obstante, ¿cuál fue la evaluación del puente en general hace ya siete años? Pues bien, aunque el informe hizo varias apreciaciones y revisó los componentes del puente individualmente, en la evaluación del conjunto de esta estructura, llamó especialmente la atención sobre la necesidad de revisar los torones, cable de acero constituido por un grupo de alambres dispuestos de manera helicoidal, y que desde hacía siete años ya mostraba señales de corrosión.
“Es indispensable realizar la revisión del estudio de capacidad de carga y el reforzamiento ya realizado a las armaduras del puente. Hay torones expuestos con indicios de corrosión que sirvieron para el reforzamiento de las armaduras. Es necesario verificar la efectividad del refuerzo, uniones (conexiones) y vida remanente a fatiga”, fue la evaluación general de este informe.
Las evaluaciones independientes
Ahora, dentro de los aspectos analizados también se revisaron las pilas, los apoyos, la losa, las vigas, los largueros, los diafragmas, los elementos de arco, los elementos de armadura, el cauce, las juntas de expansión y las aletas, los estribos y las barandas.
Por ejemplo, frente a la superficie del puente, dice el informe: “superficie de rodedura deteriorada. Algunos baches”; frente a las juntas de expansión, la recomendación es contundente:
“Se debe asegurar que sean impermeables y que no afecten con el tiempo la durabilidad por infiltración de los elementos aledaños (losa, estribo, etc.) Deben cumplir adecuadamente las funciones principales, que, además, de ser impermeable asumir estructuralmente las deformaciones verticales y horizontales entre las partes que une. Se necesita rediseñar y construir nueva o rehabilitar la existente para que cumpla adecuadamente sus funciones principales”, precisa el informe con fecha del 16 de noviembre de 2016.
Sobre los andenes, las barandas, los conos y las aletas, la recomendación del informe fueron de “mantenimiento menor”, pero con relación a los estribos la recomendación fue otra: “hay afectación del concreto por infiltración a través de las juntas que puede generar deterioro. Este componente con el tiempo”, y exactamente lo mismo advirtió con relación a las pilas.
Frente a los apoyos este informe estableció que “es necesario revisar los apoyos para carga vertical y sísmica, cumpliendo con la nueva norma de diseño”, y con relación a la losa, este estudio alertó sobre la presencia de manchas blancas y algunos problemas de infiltración. “Es procedente revisión del estudio de patología que fue acompañado con capacidad de carga”, puntualizó el informe que conoció el medio de comunicación antes referido.
Otra de las grandes recomendaciones las hizo con relación al item de Elementos de armadura: “es procedente la revisión del estudio de capacidad de carga y el reforzamiento ya realizado a las armaduras del puente. Hay torones expuestos con indicios de corrosión que sirvieron para el reforzamiento de las armaduras. Es necesario verificar la efectividad del refuerzo, uniones (conexiones) y vida remanente a fatiga”, indicó el documento contratado por el Invias para el puente El Alambrado (Río La Vieja).
Vale referir que, tras el colapso, la vía Armenia - La Paila quedó dividida a la altura del río ‘La Vieja’, entre los departamentos del Valle del Cauca y el Quindío.
“Por parte de la ANII, el equipo de interventoría y del concesionario se evalúan simultáneamente las causas que pudieron provocar este colapso. Es un puente de 1984, recibido en 2006 por parte del concesionario que ha tenido un mantenimiento recurrente, cuya última patología de hace tres meses no reportaba fallas o preocupaciones que generaran afectaciones importantes en su operación y en su capacidad” William Camargo, dijo hace dos días presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura.