No son pocas las generaciones de colombianos que han tenido contacto con Guillermo Memo Orozco. Desde sus días participando del recordado programa radial El Zoológico de la Mañana, el presentador bogotano se consolidó en la televisión gracias a proyectos como El Último Grito en el que compartió protagonismo con el humorista Jeringa, y sobre todo con el programa El fenómeno del niño, con el que se hizo un rostro conocido para el público infantil. Esta reputación la ha cultivado a conciencia a lo largo de su carrera, y se vería ratificada con su rol como presentador en Sábados felices, concretamente del espacio infantil del programa, Sábados felicitos.
Sin embargo, durante los últimos años el presentador y su familia han lidiado con graves dificultades económicas desde su desvinculación de este último programa en el 2021, en medio de la pandemia de Covid-19. En su momento Orozco señaló en una entrevista con Lo Se Todo del Canal Uno que, debido a que se quedó sin empleo y no podía realizar sus presentaciones en vivo por la emergencia sanitaria. En un momento donde muchas personas intentaron realizar emprendimientos para responder a la compleja situación económica, él junto con su esposa idearon un proyecto de venta de camisetas, a su vez que intentó conectarse con el público infantil mediante la creación de un podcast para niños.
Sin embargo, y aunque el propio Memo manifestó que esperaba superar estas dificultades económicas, todo parece indicar que la situación siguió mal desde entonces. Transcurridos dos años desde este testimonio, Memo habló nuevamente con el programa de farándula y dio detalles de lo que ha pasado con él y su familia en los últimos años, contando que hubo un punto en el que tuvo que asumir que había quebrado.
Para empezar, el presentador se mostró franco sobre la compleja realidad de los personajes que trabajan en medios como la televisión, de quienes se da por descontado que viven con comodidades pero que no es así, al punto que señaló que no es más que un mito, puesto que solo en el primer mundo se puede vivir de la televisión:
“Todo el mundo lo ve a uno y supone que ese trabaja en televisión y es millonario. ¿Cuál millonario?, uno no tiene plata”
Memo explicó que en ese momento todavía tenía chances de sobrellevar la crisis gracias a otros negocios, ahora dice que las cosas siguieron mal y tocó fondo:
“Perdimos mucha plata en los arriendos, el agua y la luz no paraban. Y se quebró uno, es de los momentos en los que uno dice: Estoy quebrado”
Incluso, en el que fue el punto más complejo del relato, confesó el punto al que llegaron en su casa, para no pasar hambre:
“Había unas galletas que se mohosearon, no había más para comer y tocó comer galleta que estaba, un poco, mohoseada y verde”
Memo contó que, actualmente, la situación se ha enderezado un poco gracias a un proyecto de venta de muebles que le ha permitido pagar sus deudas poco a poco. Sin embargo, aseguró que los bancos no dejan de ser insistentes:
“Muchísimas personas tenemos el problema del dinero, de la comida, de las deudas; eso no lo entienden los bancos. Llaman para saber ‘por qué no ha pagado las deudas’; porque no he tenido”
El presentador también se sinceró sobre la gran lección que le dejó la pandemia de “no poner todos los huevos en la misma canasta”, en referencia a que dependió demasiado tiempo de una sola actividad.