Danilo Rueda, Alto comisionado para la Paz, se reunió el miércoles 12 de abril con varios exjefes paramilitares que han manifestado su interés para hacer parte de la política de ‘paz total’ del presidente Gustavo Petro
El encuentro se desarrolló en privado al norte de Bogotá, durante la jornada asistieron Rodrigo Pérez Alzate alias Julián Bolívar, Fredy Rendón Herrera alias el alemán, y Edward Cobos Téllez conocido como Diego Vecino. También participaron desde la virtualidad Salvatore Mancuso y Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco.
En la reunión los exjefes paramilitares manifestaron a Rueda su voluntad para hacer parte de la ‘paz total’ pero estos pidieron que se revisara todo lo que ha pasado con el proceso de Justicia y Paz al considerar que el Estado les ha incumplido lo que se pactó. Porque según ellos, uno de los principales factores es que no se ha conocido toda la verdad de lo ocurrido y las víctimas tienen derecho a conocerla.
El Alto Comisionado escuchó cada una de las solicitudes de los exparamilitares y ahora tienen a cargo la tarea de informar al presidente Gustavo Petro la posición de los asistentes de la primera reunión privada.
Cabe mencionar que los exjefes paramilitares que se reunieron con el funcionario del Gobierno nacional, hacen parte del grupo que envío una carta al presidente Gustavo Petro en que se pidió una audiencia pública para revisar el proceso de Justicia y Paz.
En un escrito que se dio a conocer por Revista Semana el 29 de marzo y que fue firmada por los exjefes paramilitares Salvatore Mancuso, Hernán Giraldo se mencionó: ‘’Nos dirigimos a usted de manera respetuosa, para manifestar nuestra preocupación por sus consideraciones sobre la Ley 975 de 2005 o de justicia y paz, y los desarrollos de nuestro proceso de paz en términos de desmovilización de combatientes, verdad, justicia y reparación para las víctimas”.
En el escrito se refiere que más de 16 excombatientes de las Autodefensas Unidas de Colombia advierten que es la primera vez, después de la negociación de Santa Fé de Ralito, que vuelven a coincidir de manera unitaria en una comunicación dirigida al Gobierno nacional.
Una semana previa al envío de la carta por parte de los exparamilitares, el presidente Gustavo Petro, determinó convocarlos para que le cuenten la verdad a la nación sobre el proceso de indemnización de las víctimas, la ubicación de bienes y a decir toda la verdad para un real proceso de reconciliación en el país.
Es necesario resaltar que en un evento de reparación a las víctimas de los paramilitares que se desarrolló en Barrancabermeja, Santander, el jefe de Estado arremetió contra la ley de justicia y paz al señalarla de promover la impunidad, indicó que volvió políticos a los narcotraficantes.
Según el mandatario Justicia y Paz fue una ley de impunidad para los narcotraficantes, ‘’allí no había un fiscal que criticar, allí los congresistas pupitrearon la ley, no bastó que algunos disidentes liberales o los de izquierda hablaran en contra; por ahí no era el camino”, sostuvo ante la opinión pública.
Por otra parte, en medio de un evento de la conmemoración del Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas que se desarrolló el 10 de abril, el presidente Petro respondió a la solicitud que en los últimos días le habían hecho Salvatore Mancuso y otros exjefes paramilitares para tener un encuentro para hablar de la ‘paz total’ y de la llamada ley de Justicia y Paz, norma que le dio piso jurídico a la desmovilización paramilitar.
Según el presidente la reunión debía darse para saber que pasó con los bienes, con la ley y con el proceso de paz con las organizaciones paramilitares.”Hay que hacer una especie de fase final de la Ley de Justicia y Paz, los antiguos jefes paramilitares que han pasado sus condenas hoy dicen públicamente que estarían dispuestos a reunirse conmigo”, mencionó Petro.
El presidente considera que los bienes deben ser monetizados con agilidad, para indemnizar a las víctimas. Desde la perspectiva del mandatario varias haciendas de paramilitares actualmente están ocupadas por testaferros paramilitares o por el Clan del Golfo, y requirió la generación de un inventario para saber realmente cuántos de estos bienes están en manos del Estado.