Aferrado a sus creencias. Así se despide el exdirector de la Policía, general Henry Sanabria, de su cargo, después de que, el miércoles (12 de abril) en la mañana, el presidente Gustavo Petro anunciara algunos cambios en la institución.
“Agradezco el arduo trabajo del General Henry Sanabria y la General Yackeline Navarro en la Policía Nacional. El nuevo director de la Policía será el General (R) William Salamanca, es un mayor general de la Reserva, con más de 37 años de experiencia en la institución”, trinó el jede de Estado en su canal habitual de comunicaciones, Twitter.
La decisión, según el ministro del Interior, Alfonso Prada, obedece a la “terminación de un ciclo”, tras 8 meses en la dirección, pero no tiene nada que ver con sus posturas religiosas o con el secuestro de 79 oficiales, al inicio del paro minero, en San Vicente del Caguán.
El caso es que, sin importar qué, al final de su último día de trabajo el general Sanabria agradeció al Gobierno por haber sido escogido en un principio para estar a la cabeza de la institución: “Agradezco a Dios, al señor presidente, Gustavo Petro, y al señor ministro de defensa, por permitirme haber sido el director general de la Policía Nacional de Colombia”.
Y, acto seguido, puso en manos de Dios su futuro y el de las Fuerzas Armadas: “Mi partida con el ‘adiós’: «A Dios confío mi alma, a Dios confío mi historia, a Dios confío a los míos, a Dios confío a los residentes en Colombia, a Dios confío a las fuerzas militares, a Dios confío a la Policía Nacional y a Dios confío todo».
Su reemplazo en el cargo será el el general retirado William Salamanca, quién tiene más de 37 años de experiencia en la Policía Nacional. Sin embargo, no llegará a la institución, sino hasta dentro de unos días; por lo que, “Mientras el General William Salamanca se reincorpora a la institución, asumirá en calidad de encargado el General Tito Castellanos, quien se venía desempeñando como jefe del Servicio Nacional de Policía”, señaló el jede de Estado.
La polémica antes de la decisión
A finales de marzo, en una entrevista realizada por la directora de Revista Semana, Vicky Dávila, el general Sanabria se refirió al condón como un método abortivo y sugirió que los 12 mil casos de VIH al interior de la Policía son fruto del descuido “propio”, de miembros de la comunidad LGBT+.
Sus declaraciones generaron un rechazo generalizado y criticas severas de quienes consideran que, en cabeza de la Policía no debe estar alguien que guie sus decisiones por lo que dice La Biblia.
Algo que, en su momento, el presidente de la República, Gustavo Petro, intentó desmentir: “La discusión tiene que ver con dos temas diferentes. Uno, las creencias religiosas de él o de cualquier persona, que deben ser respetadas. En nuestro país hay libertad de cultos y nosotros hemos dicho que jamás perseguiríamos a nadie por sus creencias” ratificó. Y, paso seguido añadió: “Lo otro es la separación que tiene que haber entre un funcionario del Estado y sus creencias. Que la creencia no termine afectando el desarrollo constitucional de una función pública. Nosotros sabemos de la creencia del general, pero lo que intentamos es que esas creencias no afecten las normas. Creo que él ha sido respetuoso”
Pero, por sobre todo, defendió su decisión de haber nombrado a Sanabria en el cargo; ya que, bajo su dirección, la institución logró “avances en la interdicción de drogas. Y ha tenido un papel muy importante en resolución pacífica de conflictos como en el Bajo Cauca, como en Caquetá, sin lo que veíamos antes de violaciones de derechos humanos. Yo no he visto la presencia de una creencia que se haya mesclado con las decisiones que se hayan tomado”.