ABC sobre el fallo de Doña Juana: qué se ganó, qué se perdió y qué se viene por delante

El secretario jurídico del Distrito, William Mendieta, le explicó a Infobae que para el Distrito no sólo fue una victoria por el monto que se le impuso a Bogotá, sino también por la renovación de la licencia del operador

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Imagen de referencia del botadero
Imagen de referencia del botadero de Doña Juana. Foto: Colprensa

Poco después de que se hiciera público el fallo en el litigio entre CGR, el operador del relleno Doña Juana, y la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), el tribunal de arbitramento condenó al Distrito a pagar 65.000 millones de pesos. No obstante, la Alcaldesa Mayor de Bogotá celebró la victoria de la ciudad.

“CGR Doña Juana no ganó ni se salió con la suya. Ni los bogotanos tendremos que pagar el billón doscientos mil millones de pesos que pretendían, ni tampoco podrá obtener una nueva licencia para seguir operando el relleno más allá del 2024. El principio del fin del relleno Doña Juana empezó hoy”, trinó contundentemente Claudia López.

No obstante, los árbitros designados por las partes le reconocieron algunas pretensiones al operador del relleno, así como a la Uaesp, dicotomía que plantea dos interrogantes: ¿Ganaron ambas partes? Y ¿Por qué celebró el Distrito este fallo, sí aún así se tiene que desembolsar una cifra de dinero importante?

Pues es un triunfo por tres razones: una relacionada con el monto de la multa, otra relacionada con la renovación de la licencia, y lo más importante: es una victoria porque Bogotá jamás podrá volver a implementar, a manera de solución de disposición de residuos, el formato de enterramiento.

“Es un triunfo para el Distrito porque, en un proceso judicial, en donde se están analizando temas de tarifas y de concesiones cualquier cosa puede pasar y el tribunal habría podido tomar cualquier determinación. ¿Por qué ganamos? Porque de unas pretensiones de 1,2 billones que el operador pretendía que la ciudad le pagara, el tribunal terminó reconociendole $65.000 millones, muchísimo menos de lo previstó”, le dijo a Infobae Colombia el secretario Jurídico del Distrito, William Mendieta.

Acto seguido, indicó que aún así el Distrito, sobre esos $65.000 millones dará la pelea, pues Bogotá no tiene porque pagarlos. “Ahí nosotros tenemos elementos de juicio para revisar, estudiar y analizar si vamos al Consejo de Estado con un recurso de anulación. Lo estamos revisando desde anoche mismo con el laudo de las 1.300 páginas”, indicó por el lado del monto a pagar el secretario. Pero esta no fue la única razón.

Sobre la renovación de la licencia

Otro de los motivos por los cuáles el fallo de anoche fue una victoria para el Distrito estuvo relacionado con la renovación de la licencia de este operador, para que siguiera manejando el relleno sanitario por otras dos décadas, otra de las intenciones que perseguía CGR.

“Si el tribunal hubiese fallado en su favor habrían condenado a la ciudad a continuar con el modelo de enterramiento de basura, que es un modelo que ya no es viable para el planeta ni para la mayoría de ciudades. Nosotros pusimos en el Plan de Ordenamiento Territorial iniciar un periodo de transición de ese método de enterrar basuras a otros sistemas y a otros procedimientos y propusimos la consolidación de un parque tecnológico en donde hubiera otros mecanismos de aprovechamiento de los residuos. Ese es el gran triunfo para Bogotá”, añadió el secretario Mendieta.

Esta supresión del palo en la rueda, por así decirlo, le permitirá a esta Administración Distrital dejar una licitación lista que obligará al próximo operador de Doña Juana a que la solución de residuos no sea en forma de relleno sino de un parque tecnológico, un avance enorme para la ciudad.

“El tribunal fue claro al decirlo y fue la primera decisión: no se accede a la pretensión de interpretar la norma de que usted puede sacar licencias de manejo de manera ilimitada”, y explicó porque la alcaldesa se refirió a cómo el operador CGR operará hasta el 2024.

Por qué CGR operará hasta el 2024

Por último, el secretario Mendieta le explicó a este medio de comunicación que el plazo de la concesión es indeterminado pero determinado, lo que significa que no tiene una fecha exacta de terminación, no va hasta el 31 de diciembre del 2023.

“Esta concesión se acaba cuando la cota llegue a los 2.999 metros. Las celdas que tiene Doña Juana en uso tienen una altura. Cuando esa altura llegue al metraje que acabo de indicar, ahí se acaba el contrato. ¿Y eso cuándo va a suceder según los cálculos de la interventoría? En el segundo semestre del 2024. Al ritmo de basuras que Bogotá está llevando al relleno, que son alrededor de 8.000 toneladas diarias, eso va a suceder en esa fecha. Por eso estamos preparando la solicitud de licencia para el parque tecnológico y alistando la licitación”, concluyó a Infobae el secretario jurídico.

Punto aparte, el concesionario celebró que la Uaesp fue condenada por 65 mil millones por haber pagado una remuneración insuficiente para las actividades del contrato con CGR, y acto seguido refirió lo siguiente: “El concesionario no está obligado a optimizar la planta de tratamiento de lixiviados con sus propios recursos y se establece que el plazo del contrato finaliza cuando se cope la capacidad de la actual licencia ambiental, aproximadamente en el 2025″, reviró el concesionario.

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