La Jurisdicción Especial para la Paz confirmó que el 24 de enero de 2023, la Sala de Amnistía o Indulto (SAI) negó la solicitud de amnistía del exintegrante del Frente 35 de las extintas Farc-EP, Joaquín Emilio Medina por la acción que llevó a cabo la organización terrorista a mediados de marzo de 1996 en el corregimiento de Chalán, municipio de Ovejas, departamento de Sucre con un burro bomba.
De acuerdo con la JEP, la solicitud de amnistía fue negada al considerar que la conducta de homicidio múltiple agravado “a la luz del derecho consuetudinario del DIH se configura un crimen de guerra y no puede ser objeto de amnistía”.
Para tomar la decisión, la Sala de Amnistía o Indulto escuchó en una audiencia, realizada en el municipio de Chalán, a familiares de los once policías asesinados; como también, a la población que estuvo presente y fue testigo de los hechos.
“Las víctimas narraron los hechos, contaron a la JEP cómo fue la convivencia de los policías con la población y solicitaron que fuera negada la amnistía”.
La JEP también confirmó que la SAI solicitó informes a la Unidad de Investigación y Acusación y al Grupo de Análisis de la Información de la JEP, como también a la Policía Nacional para determinar si los policías estaban o no participando en hostilidades al momento del ataque.
También, con el fin de recopilar más información para tomar la decisión, la Sala solicitó el concepto de una experta y le realizó una entrevista a Joaquín Emilio Medina Posada, integrante del Frente 35 de las extintas Farc-EP al momento del Ataque.
Tras las averiguaciones, y luego de escuchar a las familias, habitantes de Chalán, expertos y al mismo Medina Posada, la SAI concluyó que, “en el momento en que fue detonada la carga explosiva (...) los policías gozaban de la presunción de civiles y su labor se orientaba a prestar servicios de seguridad ciudadana sin que se hubiera podido establecer que tomaban parte en el conflicto armado”.
Sobre el uso del burro en el atentado, la Sala consideró que la utilización del animal violó el principio de distinción, pues el ataque fue dirigido de manera intencional contra los civiles del corregimiento y no directamente contra los agentes de la Policía Nacional.
“La sala consideró que la utilización del ‘burro bomba’ violó de manera flagrante el principio de distinción, esto es, porque el ataque se dirigió intencionalmente en contra de personas civiles que no estaban participando directamente en hostilidades”.
Los hechos con el burro bomba
A mediados de marzo de 1996, a las 7:30 p.m. los habitantes del corregimiento de Chalán escucharon una violenta explosión que los dejó aturdidos y con la zozobra de saber qué había sucedido en aquella parte del departamento de Sucre.
Con el paso de los días, los habitantes del corregimiento comenzaron a entender lo sucedido, un burro cargado con 60 kilos de dinamita estalló frente a la Estación de Policía del corregimiento en un ataque perpetrado por las extintas Farc-EP. Esa noche de marzo, miembros del Frente 35 de las Farc-EP detonaron la carga que estaba camuflada debajo de un racimo de plátanos y que podía ser activada desde larga distancia con un control remoto.
Tras el atentado, los guerrilleros al mando de alias Canaguaro comenzaron un enfrentamiento con los uniformados, donde cinco de los agentes de la Policía se rindieron ante los subversivos, pero según lo relataron algunos testigos, los policías fueron fusilados con tiros de gracia.
Los policías que perdieron su vida en el atentado fueron identificados como Fernando Luis Carrascal Mendoza, José Ramírez Montes, Deider José Díaz Paternina, Johnny Alexander Julio Buelvas, Jesús Restrepo Mendoza, Heberto Fernández Rodríguez, José Rufino Alvarado guillen, Néstor Marriaga Hernández, Darío de Jesús Giraldo García, Arístides Barrios Álvarez, Samuel Díaz Julio.
“Por aquí pasó el hombre con el burro. Era alto, con sombrero de concha, camisa manga larga, pantalón y botas hasta la rodilla, y estaba acompañado por un joven mono, de suéter rojo, a quien le dijo que se llevara el burro para arriba, donde estaba el comando. A un agente que estaba en mi casa le llamó la atención porque se notaban misteriosos y preguntó que para dónde iban, pero no le respondieron”, relató Elvira Montes, una habitante del municipio a El Heraldo.